Por Javier Ramírez
Quinto productor mundial, con un consumo per cápita de 37.5 kilogramos, exportaciones por 19.5 millones de dólares contra importaciones de 10.7 millones de dólares, y una producción nacional de 4 millones 533 mil 428 toneladas, importándose 28 mil 100 toneladas y se exportan 13 mil 500, la naranja prácticamente está desaparecida en la mayoría de las mesas de los mexicanos, y que en los últimos dos años casi desapareció del mercado al grado que no vio la venta de jugo en las calles de la capital del país.
Y todo tiene una explicación. De acuerdo a productores veracruzanos del cítrico hay excesivo intermediarismo, dispersos apoyos gubernamentales, escaso financiamiento. Además, admiten, en la fase de producción, escasa organización y visión empresarial en productores; condiciones meteorológicas adversas; limitada transferencia tecnológica, bajos niveles de fertilización y de aspectos fitosanitarios provocan bajos rendimientos por hectárea.
Pero todos los días, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, a cargo de José Calzada Rovirosa, presume de la producción del agro. A la dependencia se le pidió su punto de vista sobre la problemática sin tener una respuesta favorable.
Hoy en día el kilogramo de la naranja ronda en los 9 pesos, precio máximo, en la Central de Abasto, y según los bodegueros de ese gran mercado de mayoreo, los productores de ese alimento no tienen apoyo gubernamental.
Los naranjeros ubican que el naranjo fué introducido por primera vez a México, en 1518 por Bernal Díaz Castillo en la región de Tonalá Veracruz este ha sido un cultivo recurrente en nuestro país, y no se olvida que en los años 50´s se registraron altas producciones en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Nuevo León y San Luis Potosí. Pero eso es historia, la realidad la cuentan los mismos productores veracruzanos:
Los factores que inhiben la competitividad: variables internas. En su fase de producción: ven escasa organización y visión empresarial en productores.
Además de condiciones meteorológicas adversas, limitada transferencia tecnológica, bajos niveles de fertilización y de aspectos fitosanitarios provocan bajos rendimientos por hectárea.
También denuncias apoyos gubernamentales dispersos, producción sin variedad de patrón, orientada básicamente al mercado nacional, escaso financiamiento. En su fase de comercialización en fresco: la temporalidad de la producción, provoca sobreoferta temporal disminuyendo los precios pagados al productor.
También sufren poca incorporación de valor agregado a la fruta, que limitan la multiplicar los canales de comercialización, así como un excesivo intermediarismo que disminuye la rentabilidad del cultivo. Pocos esfuerzos de promoción comercial que impacte en el consumo nacional y pocas economías de escala en el proceso producción-comercialización.
En la fase de transformación a jugo, denuncian excesivo intermediarismo que eleva los costos de los insumos para producir jugo y la industria procesadora está subutilizada en un 70%. Además, altos costos de producción y bajo nivel de la capacidad instalada para procesamiento por la dependencia de una sola variedad (valencia tardía) que solo se procesa durante 6 meses del año y pocas economías de escala en el proceso producción-transformación.
En su fase de comercialización del jugo, detallan poca infraestructura de transporte, tanto terrestre como marítima, incumplimiento de las restricciones no arancelarias (inocuidad alimentaria), escasa promoción comercial del jugo, sin contar con amplios canales de comercialización, pocas economías de escala en el proceso transformación-comercialización.
En las variables externas de la comercialización del jugo, los naranjeros veracruzanos se quejan poco mercado interno como ancla; dependencia de un solo mercado internacional para la determinación del precio; poca infraestructura de transporte, tanto terrestre como marítimo y restricciones arancelarias hasta el 2007, y restricciones no arancelarias (inocuidad alimentaria), además de escasa promoción comercial del jugo y una competencia internacional creciente.
Nada de lo anterior ve la Sagarpa, de José Calzada Rovirosa, en la información que dispone en su Atlas Agroalimentario 2017 en su impresión de lujo con 232 páginas a todo color con papel cuché. Según sus datos de la dependencia, hay una producción de 4 millones 533 mil 428 toneladas, y su reto se centra en el incremento de la productividad con un rendimiento por hectárea de cuatro toneladas menos que el promedio mundial.
A pesar de que el mercado interno no se tiende, la Sagarpa destaca, en su documento, que se exportan 55 mil 911, en especial a Estados Unidos, con un valor de 19 millones 500 mil dólares contra importaciones por 32 mil 564 toneladas con un valor de 10 millones 700 mil dólares.
Según la Sagarpa hay un consumo per cápita de 37.5 kilogramos, y ubica a Veracruz como la entidad líder en volumen de producción, ya que una de cada dos naranjas, provienen de ese estado y su superficie sembrada se extiende a 91 municipios. Es decir, Veracruz produce 2 millones 368 mil 501 toneladas.