Ciudad de México, México.– Al tiempo de reconocer el valor de la mujer en la sociedad actual, el diputado Edgar Romo García advirtió que es necesario seguir construyendo el andamiaje legislativo que permita ampliar su espacio de participación en la vida política y laboral de México.
El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados celebró los avances que se tienen en materia de equidad de género, pero advirtió que es un capítulo que no se debe considerar aún como concluido.
“El rol de la mujer en nuestra sociedad no es un tema que podamos agotar en determinado tiempo o espacio; es una asignatura en la que debemos trabajar día con día para permitirle a la mujer una mayor inclusión en las decisiones que se toman para la conducción de nuestro país”.
Destacó la importancia de que la institucionalización y transversalización de la perspectiva de género impacte de forma más profunda en sus derechos humanos, sociales, económicos y laborales.
“Sobre todo -dijo- debemos ampliar el espectro de la equidad de género para que trascienda las grandes urbes y llegue a cada rincón del territorio nacional”.
Romo García recordó que el empoderamiento de la mujer ha sido factor importante para lograr una cohesión que trasciende el ámbito familiar y que deja su huella indeleble en el actual marco político y social.
Elogió el rol de las mujeres que hoy participan activamente en la política nacional y que vemos incluso en el proceso electoral por la Presidencia de la República, donde la mujer cumple su papel primordial dentro del núcleo familiar, pero a la vez participa de forma activa en las estrategias proselitistas.
“Es gratificante atestiguar el potencial y la capacidad de la mujer actual para convertirse en agente fundamental del desarrollo de nuestro país, mediante un activismo político que proyecta un matiz familiar enmarcado en el proselitismo electoral”.
En vísperas de la próxima celebración del Día Internacional de la Mujer, Romo García dijo compartir el compromiso de los integrantes de la LXIII Legislatura por generar más oportunidades y mayor participación de la mujer mediante la práctica legislativa.
“Que ese bienestar lo experimenten las niñas, las jóvenes, las madres y las mujeres adultas, con leyes e instituciones que promuevan su dignidad, su libertad y que erradiquen cualquier signo de discriminación en su vida cotidiana”.