Ciudad de México, México.— Las autoridades capitalinas deben moderar el uso de los altavoces colocados en las calles que emite la alarma sísmica y reservar su utilización sólo para emergencias que pongan en riesgo a la población, a fin de no generar pánico, porpuso el integrante de la Comisión de Vivienda de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México (ALDF), Iván Texta Solís.
Luego del sismo de magnitud 7.2 que cimbró a la Ciudad de México el pasado viernes, Texta Solís consideró que se requiere diseñar un protocolo para establecer en qué casos excepcionales deben ser activados estos dispositivos para emitir algo distinto a la alarma y después difundirlo a través de campañas masivas de comunicación, para que la ciudadanía tenga la certeza de la manera de operar de este sistema preventivo.
“Está comprobado que la alerta sísmica es de gran utilidad para prevenir a los capitalinos de terremotos y así actuar a tiempo, sin embargo, después de pasada la emergencia usuarios de redes sociales han denunciado que a través de los altavoces se siguen emitiendo mensajes que no se entienden y que causan alarma, calificándolos incluso de `tétricos´, a pesar de que sólo se trata de informar a la comunidad de que no hay daños en la ciudad”, comentó Texta.
El legislador perredista dijo que el Gobierno de la Ciudad de México tiene como objetivo principal generar confianza entre la población con estos mensajes para dar a conocer que no hay pérdidas que lamentar ni daños graves en la infraestructura de la ciudad, pero se produce el efecto contrario lo que provoca confusión, terror y crisis nerviosa que pueden traer severos daños a la salud así como accidentes.
Tras el sismo, las autoridades capitalinas emitían desde el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5-CDMX) mensajes para extremar medidas de seguridad, permanecer en lugares seguros y llamar al 911 en caso de emergencias, pero la gente reportó que no entendieron y sólo se revivía el miedo por lo vivido en los terromotos de septiembre de 1985 y 2017.
Por ello, el también presidente de la Comisión de Rendición de Cuentas y Vigilancia de la Auditoría Superior de la Ciudad de México en la ALDF pidió perfeccionar el sistema para que sea entendible o, en su caso, considerar incluso la viabilidad de quitar estos mensajes e informar a los ciudadanos por otras vías que generen mayor tranquilidad.
“Estamos en una zona sísmica y debemos perfeccionar con cada experiencia los sistemas que nos puedan salvar la vida, considero que no son necesarios mayores sobresaltos para anunciar que no ha ocurrido nada en nuestra ciudad. El gobierno capitalino informó que se atendieron 42 personas por crisis nerviosa en el pasado temblor, creo que esta cifra se puede reducir si buscamos alternativas y canales de información más certeros pues ante todo está nuestra tranquilidad”, expuso.
Asimismo, pidió al personal del C5 la revisión exhaustiva de aquellos altavoces que no emitieron la alarma sísmica para que se reparen a la brevedad ante las réplicas que se están presentando, ya que hubo reportes vecinales de que en zonas vulnerables, como las colonias Roma y Condesa, algunos no funcionaron.
Finalmente, recordó que para aquellas personas que hagan mal uso del sonido de la alerta sísmica y con ello alteren el orden público, La Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México establece en el Artículo 25 que hacer uso indebido del sonido de la alarma es una infracción contra la inseguridad ciudadana, cuyo castigo va desde mil 585 pesos hasta dos mil 264 pesos o de 25 a 36 horas de arresto.