Ciudad de México, México.— El candidato presidencial por Morena, Andrés Manuel López Obrador prometió acabar con la corrupción al rendir su protesta como abanderado de esa organización política, y reiteró que no traicionará al pueblo, ni mentirá ni robará.
En la Asamblea Nacional Electiva de Morena, declaró que “soy terco, obcecado y con esa misma convicción actuaré como Presidente de la República. Con terquedad, con perseverancia, rayando en la locura, de manera obcecada, voy a terminar con la corrupción. Lo mismo, con intransigencia vamos a promover el desarrollo de México”, señaló tras tomar protesta como candidato.
Al esbozar un amplio programa de lo que sería su gobierno, enfatizó que eliminará la corrupción y la impunidad y abundó en el polémico tema de la amnistía para delincuentes, al prometer que acabaría con la violencia y la inseguridad.
“Someteré a debate, inclusive con las víctimas, la posibilidad de otorgar amnistía a los infractores que opten por la readaptación.
“Haremos todo lo que sea necesario, todo, para construir la paz; no podemos acostumbrarnos al horror de que pierdan la vida 70 mexicanos diario y que no se estén atendiendo las causas y no se actúe con responsabilidad. Me comprometo a darle paz y seguridad a los mexicanos”, subrayó en un salón del Hotel Hilton Alameda.
Entre vítores y aplausos, también dijo que se opondrá a la construcción del muro en la frontera con Estados Unidos, y que con el gobierno de aquel país tendería una relación de amistad, cooperación y respeto mutuo. Los 50 consulados de México en Estados Unidos los convertiría en procuradurías de defensa de los migrantes.
López Obrador retomó en su discurso de media hora temas polémicos, como es el espionaje a la oposición, el cual prometió acabar con la desaparición del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), así como también dijo que terminaría con los gasolinazos y no aplicaría impuestos nuevos durante su gobierno, con énfasis en que no aumentaría el IVA y el ISR.
Igualmente, dijo que no habría discriminación. “Respeto absoluto a la diversidad sexual, a la libertad y creencias. Nunca se tomarán decisiones que afecten las tradiciones, la cultura y religiones del pueblo”.
Prometió respeto a la libertad de expresión y que no alterará el régimen de concesiones. “No habrá censura, no se le va a quitar el programa a ningún comunicador. Nunca más lo que sucedió con (José) Gutiérrez Vivó o con Carmen Aristegui”, subrayó.
Convencido de que ganará la Presidencia de la República el 1 de julio, en una larga lista de 54 ofrecimientos, prometió promover la cancelación de la reforma educativa, abolir los fueros y privilegios, acabar con los lujos, abusos y despilfarros en el gobierno, por lo que “no habrá pensiones millonarias para los ex presidentes”.
Prometió vender el avión presidencial, reducir a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos, y que no permitirá el amiguismo, nepotismo ni influyentismo, y destacó que no vivirá en Los Pinos ni utilizará el Estado Mayor Presidencial.
El candidato presidencial dijo que aplicaría al pie de la letra lo que establecen la Constitución y las leyes, y que no se violarán derechos humanos “y se castigará con rigor a quienes los violen”.
Resaltó que no habrá tortura en el país, “ni ninguna de esas infamias se cometerán”. Asimismo, sostuvo que acabará con los fraudes electorales.
A la toma de protesta de López Obrador acudió su familia, los integrantes de lo que sería su gabinete, empresarios afines, legisladores de Morena, entre otros.