Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Por el maltrato que ha recibido y que recibe cada segundo de cada uno de sus días, al menos yo tengo claro que la maestra Elba Esther Gordillo es, si no el enemigo número 1 del presidente Enrique Peña Nieto, sí el 2.
Es inocultable que con ella se aplicaron todos los recursos del Estado para llevarla a la cárcel. Ojo, eso no significa que yo crea que es inocente de lo que se le acusa y dice de ella.
Eso es otra cosa.
Entendido lo anterior, lo siguiente es preguntar, ¿y porque es La Mestra el enemigo número 1 o 2 de EPN?, ¿por qué la PGR le dicta hoy las medidas cautelares que la mantienen en condiciones de un calabozo dentro de su departamento en Polanco?, ¿por qué le temen tanto?
Voy a intentar dar algunas claves para entender su situación y destino en este sexenio.
Resulta que Elba Esther Gordillo fue una de los pocos políticos que comprendió en qué iba a derivar la caída del régimen priísta a finales de los 90. Y se preparó para obtener el mejor beneficio de ese cambio.
La ola democrática se inició con la ruptura del PRI en 1987 con la salida de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñóz Ledo y 300 o más priístas connotados del partido en el poder.
Surgió el IFE y el TRIFE y con ello se hizo finalmente posible el voto efectivo en México.
La institucionalización del ascenso al poder por la vía constitucional, pacífica, requirió normas y de instrumentos como la credencial para votar con fotografía y el acotamiento del ejercicio del sufragio.
Así hasta llegar a lo de hoy, donde cada quien vota en una casilla predeterminada bajo un riguroso pase de lista certificado por funcionarios del INE y representantes de todos los partidos, bajo la vigilancia de observadores nacionales e internacionales.
Desapareció y quedo como delito el embarazo de urnas, el carrusel, el raqtón loco, etc, etc. Y en especial la compra del voto.
En este contexto Elba Esther Gordillo comprendió que nadie más que ella en México tenía en sus manos y decisión, los enormes recursos financieros y poder político, para crear el método de manipulación del voto dentro de las nuevas condiciones marcadas por la desconfianza ciudadana, el reclamo cada vez más persistente de los mexicanos, y sin crear mayores conflictos y sin incurrir en sanciones.
LOS MAESTROS
La base de ese método fueron unos 130 mil maestros, explicó el ingeniero en informática egresado del TEC, Noé Rivera Domínguez Aguilar, quien durante varios años fue el principal operador electoral de Elba Esther.
Durante al menos 8 años, Rivera Domínguez fue el encargado por La Mestra de censar de entre las secciones magisteriales a todos los maestros que tuvieran aspiraciones políticas.
Hasta entonces el SNTE tenía una cuota de alrededor de 30 diputados, 4 senadores y un gobernador, así como cientos de diputados locales y otros tantos alcaldes.
El ingeniero en informática no sólo levantó el censo con el cual hizo un banco de datos base del ejército electoral de La Maesta, sino que fue el encargado de realizar el trámite para el registro y creación del Partido Nueva Alianza ante el Instituto Federal Electoral.
La fórmula era simple: el SNTE es el único gremio con presencia nacional y con miembros asentados en cada uno de los municipios del país. No hay otro.
Así, cuando hay elecciones, no se requiere movilizar a maestros de Yucatán a Baja California, como ocurría antes.
En todo ese tiempo, y con recursos del SNTE y otros aportados por quienes iban a ser beneficiarios de la operación político-electoral del equipo especializado de La Maestra, se capacitaron quizá, al final, entre unos 30 mil a 50 mil maestros.
Así Elba Esther tiene suficientes operadores especializados en cada uno de los 2,400 municipios del país base de los 300 distritos electorales.
Todos ellos sobreviven y son el ejército de manipulación electoral más poderoso en México. Eso bajo el control de La Maestra. Eso fue lo que operó para queAndrés Manuel López Obrador perdiera la presidencia y la ganara el panista Felipe Calderón en 2006.
Ese fue el ejército que Elba Esther mantuvo al margen en el proceso de 2012 y lo que causó el enojo de Enrique Peña Nieto. Este es el equipo que ha estado utilizando en todas las elecciones que ha habido en México a lo largo de 10 o 15 años para derrotar a algunos candidatos a gobernadores, alcaldes, diputados locales y hacer ganar a quien quiere. Y eso es lo que hoy intenta inhibir el mexiquense en el proceso de 2018.
¿Cómo operan estos miles de maestros especializados y fogueados en tareas electorales?
De acuerdo a las revelaciones de Noé Rivera Domínguez quien creo y capacitó a este ejército, los maestros especializados en operación electoral se inscriben en cada distrito para suplir a los representantes o autoridades que el día de la elección no se presentan a ejercer sus funciones.
Al parejo siguen la insaculación de estos, y previamente compran ausencias. El asunto es redondo. Una vez en la casilla operan la elección. Conocen todos los trucos y saben de la normatividad existente. No dejan huella. Viven dentro del área de cada casilla y no cometen ninguna irregularidad por la cual puedan ser sancionados. Por supuesto que por ello reciben un jugoso bono y muchos de ellos ganan ser promovidos para cargos de elección.
La organizaciones bajo la cual fueron capacitados y organizados, dice el ingeniero en informática, fue la Asociación Ciudadana del Magisterio que fue ideada y promovida por la propia Elba Esther Gordillo para operar el ejército de operadores y para darle vida al Panal.
Noe Rivera Domínguez, quien fue convenientemente colocado por Elba Ester Gordillo como director de VIMA, el organismo encargado de la vivienda dentro del SNTE, en realidad aspiraba a ser el primer presidente del Partido Nueva Alianza. Elba Esther, que se lo había prometido, no le cumplió. Y Rivera Dominguez la denunció.
El ingeniero se acercó a la dirigencia del PRI y con los años se perdió en el anonimato. Persiste el ejército de operación política. Eso es lo que hoy opea Elba Esther y por lo que tanto le temen en el Gobierno y el PRI.
Y justamente por eso hoy Andrés Manuel finalmente le ha abierto las puertas de su partido y destino.
SE FUE GIL ZUARTH
Quizá en esta legislatura se hayan ido, pedido licencia, unos 40 o más senadores. Pero ninguno ha recibido tal cantidad de parabienes y buenos deseos, reclamos amistosos de todos las bancadas como el senador panista Roberto Gil Zuarth.
La despedida al exsecretario particular del presidente Felipe Calderón, del excandidato al liderazgo del PAN, de uno de los más consistentes presidentes del Senado, fue larga, dolida de sus compañeros y compañeras de cámara.
En broma, muestra de su gran afecto, Ernesto Cordero, presidente del Senado, amenazo a Gil Zuarth con promoverle el rechazo a su petición de licencia.
“No te vamos a dejar ir”, le dijo en medio de una sonrisa.
Ya desde la presidencia, Cordero consideró que su amigo “fue actor central en la aprobación de leyes y reformas estructurales, la reforma laboral, política, de seguridad interior, telecomunicaciones, energética, al sistema de justicia militar y todo lo que se aprobó”.
Con otras palabras y tono, más de una treintena de legisladores de todos los partidos coincidieron con Cordero.
Al hablar desde la tribuna, Gil Zuarth les agradeció las muestras de afecto y advirtió que hoy se requiere sobre todo dignificar la política.
“Es un momento en el que las bases de su legitimidad están profundamente cuestionadas, cada vez es más aguda la distancia entre los ciudadanos y los políticos”, indicó para cerrar su tarea legislativa.
Se va, informó, a dar catedra y a ejercer la abogacía en su despacho, pero sobre todo a reflexionar sobre su vida y la política. La fila de los abrazos se tornó interminable.