Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Hoy seguramente el Pleno del Senado presidido por el panista Ernesto Cordero concederá licencia –definitiva-, al también panista Roberto Gil Zuarth.
Con este trámite Gil Zuarth será el cuarto expresidente de la actual legislatura en el Senado que renuncia a esta Cámara.
Le precedieron en este trámite el priísta Raúl Cervantes, el Verde Pablo Escudero y el neo-morenista Miguel Barbosa.
La actual legislatura senatorial pasará a la historia entre otras cosas por sólo haber tenido 5 presidentes, porque uno de ellos, el blanquiazul Ernesto Cordero ha ocupado dos veces el cargo.
Él fue quien abrió el 1 de septiembre de 2012 los trabajos de esta parte del Congreso, y será quien los cierre el viernes 31 de agosto de este 2018.
Como Usted sabe, hoy los reglamentos de las cámaras de Senadores y Diputados reservan la presidencia de sus mesas directivas para aquellas fracciones que superen el 19% de legisladores, es decir, de votos obtenidos en cada elección.
Es así que 2 de los 5 presidentes del Senado ocuparon el cargo gracias a que el PRI y el PAN acordaron darles el paso a pesar de no cumplir con el reglamento.
El primero que llegó así fue el poblano Miguel Barbosa que llegó a la presidencia del Senado en septiembre de 2014, a pesar de que los del sol azteca sólo sumaban un 17.2% del total de los 128 senadores que integran esta cámara.
El segundo fue el Verde Pablo Escudero, cuya fracción apenas alcanza los 7 senadores.
Pero, bueno, el caso es que de los 5 presidentes que tuvo esta legislatura senatorial, 4 ya renunciaron.
Salvo Barbosa, que como buen chaquetero se fue del PRD a Morena para ser nominado candidato a gobernador de Puebla, todos los demás renunciaron por hartazgo y malos tratos.
A quien le fue pésimo no obstante haber hecho una buena presidencia en el Senado, es al priísta Raúl Cervantes a quien sus propios compañeros de cámara primero le impidieron llegar a una magistratura en la Suprema Corte y luego frustraron su intención de ser el Fiscal General de la Nacional.
El Verde Pablo Escudero simplemente se fue casi después de concluir su presidencia –que por cierto ejerció en forma sobresaliente-, dijo, a dar cátedra y entrar en un período de reflexión personal.
Y hoy igual se va Roberto Gil Zuarth, hastiado de los embates e inequidades sufridos, dice, desde la cúpula del PAN que actúa por instrucciones dictatoriales de Ricardo Anaya.
El panista afirmó en diferentes entrevistas que seguirá siendo blanquiazul y que no irá a formar parte de Morena a donde fue convocado por el mismo AMLO. Va, dice, a ejercer de abogado y a dar cátedra.
Con este último movimiento se puede decir que el paso por la presidencia del Senado en este sexenio, de 2012 a este 2018 no catapultó a ninguno de quienes la ocuparon a cargos mayores o postulaciones relevantes como sí ocurrió con otros en el pasado.
¿Mal fario? Usted diga.
¿QUÉ HAY DE FONDO?
Hasta dónde se le veía, el presidente nacional del PRI Enrique Ochoa Reza actuaba hasta hoy como el primer gran gladiador tricolor en la revuelta arena del complejísimo proceso electoral en curso.
Ochoa Reza estuvo en los últimos 40-50 días lo mismo en foros estatales desde donde atacó sin tregua y a fondo a sus contrapartes, que en mesas redondas de importantes programas de debate de radio y TV.
Ahí se confrontó con Yeidckol Polevnsky, vocera de morena y sustituta de Andrés Manuel López Obrador en el cargo de presidenta de este partido, y con el panista Damian Zepeda, sustituto de Ricardo Anaya.
Así andaba hasta que en un mitin en Tabasco se le ocurrió improvisar y hacer un desafortunado juego de palabras con base en priístas que se han fugado a Morena.
De ahí surgió el calificativo de prietitos a quienes pasaron del tricolor a Morena.
A partir de ahí Ochoa Reza ha andado a salto de mata, intentando disculparse y bajo un fuerte embate en redes sociales sobre todo de morenistas y algunos militantes de la prensa prtidaria.
En este contexto antenoche surgió la información de que la bancada de 206 diputados federales del PRI habría tenido una reunión extraordinaria para discutir si se pedía o no la remoción de Ochoa Reza.
Algunos portales de diarios difundieron la nota basados en informaciones de “fuentes confiables” y pusieron nerviosos a Ochoa, al PRI, al presidente Enrique Peña Nieto y al candidato José Antonio Meade.
Tuvo que salir el nuevo coordinador del PRI en San Lázaro, el mexiquense Carlos Iriarte a aclarar que los suyos nunca tuvieron tal reunión y menos pidieron la remoción de Ochoa Reza.
Pero la duda estaba sembrada. Hoy algunos medios hablan de que pues sí, que no hubo tal reunión, y que no se pidió la remoción del líder priísta, peeero que el malestar entre diputados del PRI contra su líder nacional existe.
Hay que decir que estas inconformidades entre legisladores del PRI contra sus líderes siempre han existido, como existen entre las bases y dirigencias de otros partidos.
O sea… Como decía mi compadre: ganas de joder, pues.
Lo que a mí me consta, es que el candidato José Antonio Meade sí le jaló las orejas a Ochoa Reza por lo de los prietitos, pero hasta ahí. Y me consta no porque yo haya estado en medio de ese regaño, sino porque Meade lo dijo en una de las entrevistas que dio hace dos días. Y eso está en una versión escrita.
Para que a Ochoa Reza lo remueva quien lo puede remover, hará falta más que una fake news y un error más grande que el de los prietitos.
Estamos en medio del proceso electoral más importante y complicado en la historia de este país y el PRI, a pesar de sus malquerientes, es la fuerza política y electoral más importante en México.
Cambiar de dirigente sería una locura.
HAY QUE DEFENDER A DESIGUALES
Ana Lilia Herrera, presidenta de la Junta de Coordinación Política del Senado convocó ayer a garantizar el respeto a los derechos fundamentales en México, lo que significa proteger las diferencias y reducir desigualdades, aseguró.
“Como núcleo básico de la sociedad, la familia debe ser protegida, por lo que nuestras leyes y políticas públicas deben tener como origen y destino a las personas”, indicó.
Herrera, senadora mexiquense del PRI, consideró que el avance que México ha tenido en materia de protección a los Derechos Humanos –especialmente en la actual administración encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto-, en lo particular se ha visto beneficiado por el paquete de iniciativas de reforma constitucional en materia de justicia cotidiana para garantizar acceso a la justicia para todos.
Recordó en este contexto destaca la reforma constitucional de aprobada en 2011, que hace exigible los derechos humanos lo que dejó con ello de ser un mero listado de buenos deseos.
“Estamos en la ruta correcta para dar solución a los problemas que se viven todos los días, facilitar la paz social y la convivencia armónica”, dijo.
Hoy hace falta enriquecer las normas para garantizar uno de los derechos humanos fundamentales, que es el que merecen las mujeres y los niños quienes son constantemente agredidos dentro de la intimidad del hogar.
Ese es hoy, afirmó, el entorno más peligroso para mujeres, niños y adultos mayores.