Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Quienes lo han seguido de cerca, afirman que Andrés Manuel López Obrador es quien se derrota a sí mismo.
En los 2 procesos presidenciales anteriores, 2006 y 2012, él fue quien anuló su ventaja, tanto con pronunciamientos inoportunos como con improcedentes decisiones de operación electoral que anularon su ventaja.
Mi amigo Carlos Ramírez sostiene que a AMLO no le gusta ni quiere ganar, que lo que lo mantiene, es ser lo que es: un candidato y opositor permanente.
Hasta el pasado fin de semana, afirman prácticamente todos los analistas experimentados en política, AMLO había logrado finalmente matizar su discurso y disminuir su rijosidad a cambio de una imagen más conciliadora y un mejor sentido del humor lo que disminuyó, o al menos atenuó, sus negativos ante los mexicanos y los reticentes grupos de poder.
Sus decisiones recientes –la alianza con el PES y la aceptación e inmediato encumbramiento de la senadora panista Gabriela Cuevas; las designaciones como candidatos a gobernadores del senador Miguel Barbosa para Puebla y del futbolista Cuauhtémoc Blanco para Morelos- provocaron cierto malestar interno, algunas protestas, pero nada que no pudiera superar.
La bomba de profundidad contra sus propios cimientos es sin embargo la designación de Marcelo Ebrard y de Ricardo Monreal, como 2 de 5 operadores electorales dentro de su campaña.
Los otros 3 simplemente no tienen ni de broma el nivel de los 2 primeros. Hasta ofende el que los haya puestos juntos.
Esta incorporación fraccionada ratifica su perene desconfianza a darle el poder a un solo operador. Uno que controle y dirija todo el proceso. Como debe hacerse.
Insiste además en incluir a inexpertos en tareas que requieren de un conocimiento probado en lo que van a enfrentar. AMLO cae siempre en el error de sustituir experiencia por afecto.
Julio Scherer Ibarra no es más que un junior que camina constantemente entre el fracaso y las denuncias de fraude, pero sobre todo como rehén del ineluctable peso del nombre de su padre. De operador político electoral este Scherer tiene lo que yo de astronauta.
Por las mismas, en cuanto a inexperiencia electoral, anda doña Bertha Elena Luján.
Y la abigarrada e intensa vida pública y política del senador Rabindranath Salazar se resume en haber sido alcalde de Juitepec, diputado local en Morelos y senador… tan-tan.
Colocar a estos tres en el mismo nivel que el de Ebrard y Monreal, es simplemente la justificación más que anunciada de la próxima derrota.
¿En serio no lo sabe López Obrador? ¿O lo hace porque lo sabe?
AMLO DEFINE SU HERENCIA
AMLO, Marcelo y Monreal son lo que se conoce “animales políticos”. Intentaré explicarlo: tienen no sólo la más amplia experiencia electoral, sino que conocen la historia política y cultural del país por región y estado. Es decir, conocen la esencia de los mexicanos. Y además tienen una intuición innata para operar todo eso. Espero que lo haya explicado bien.
Son iguales. Tienen el mismo nivel en lo que son.
Por eso creo que el nombramiento de Ebrard y Monreal como delegados electorales en las circunscripciones asignadas, es un pretexto de AMLO no para definir la campaña, sino para darles entrada al círculo de la verdadera contienda por el control futuro de Morena.
López Obrador está definiendo en ellos su herencia partidaria. Marcelo y Ricardo van a tener que ganarse el control de ese partido.
Si gana la presidencia o no, AMLO va a colocar a Morena como una de las fuerzas predominantes del Poder en México.
Va a tener un importante número de senadores, diputados federales y locales; alcaldes y 1 o 2 gobernadores.
Si llega a Palacio, tendrá el control del gabinete que está integrado hoy por 16 secretarías –en especial las de Defensa, Marina, Gobernación, Hacienda y Relaciones Exteriores-, y un enorme número de dependencias que forman el sector paraestatal en el que están Pemex y CFE, IMSS, ISSSTE e Infonavit.
Y tendrá el control de unos 5 billones de pesos que forman el presupuesto de Egresos de México.
Por ello deberá delegar en alguien con experiencia real todo lo que representará luego de esta elección Morena y el control de Senadores, diputados federales y locales y cientos de alcaldes y gobernadores.
Pero sobre todo AMLO heredará una fuerza política que producirá cientos, miles de cargos de elección en los siguientes años. Y eso es mucho poder y dinero.
Y digo heredará, porque si pierde de nuevo, es obvio que ya no tendrá ni el ánimo ni la fuerza física para continuar en esta pelea. Con 65 años encima y tanta vida en el camino, es ya un anciano. Cascarrabias, panzón y desfajado.
Ahí estarán para sustituirlo Ebrard y Monreal.
Sólo quedaría ver cómo se comportan ante esto los tres hijos mayores de López Obrador, quienes podrían cometer el error de pretender modificar la decisión del padre.
¿QUIEN EL CANDIDATO DE MORENA EN 2024?
La herencia político electoral lopezobradorista marcada desde hoy por el tabasqueño, tiene que ver además con la construcción de la siguiente candidatura presidencial que obviamente ya no encabezará el de Macuspana.
Y esa está ya abierta entre Ebrard y Monreal. Quien logre de los 2 el control de Morena, será el candidato presidencial en 2024.
Y quizá con mayores posibilidades reales de llegar que las que ha tenido López Obrador.
Cualquiera de los 2, Marcelo o Ricardo, tendría mayor posibilidad por la esencia de ambos.
Los 2 surgen del PRI y conocen modos y cultura del Sistema. Sin duda conocen límites y posibilidades del juego.
Ya veremos.
EPN COMPRA A CORRAL, Y PONE FIN A JUICIO CONTRA EL PRI
Una antigua máxima del régimen priísta es que: todo aquello que se pueda comprar dentro de la política con dinero, es barato…
Y el aguerrido y conflictivo gobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, le salió barato al presidente Enrique Peña Nieto.
Bastó con darle 900 millones de pesos y cancelar 4 multas a su Fiscal y 3 colaboradores, sanciones que en total sumaban 483 mil 600 pesos, para que el gobernador volviera al carril y entregara al gobierno federal la investigación que sigue por una supuesta malversación de 250 millones de pesos de recursos federales enviados al gobierno de Chihuahua, y luego triangulados a las campañas del tricolor en el estado en 2016.
En el paquete del acuerdo realizado el sábado entre Corral y el secretario de Gobernación Alfonso Navarrete Prida está incluida la entrega inmediata del ex secretario general adjunto del PRI, el coahuilense Alejandro Gutiérrez para ser trasladado del penal estatal de Aquiles Serdán al penal federal número 9 en Ciudad Juárez.
Gutiérrez es el eslabón que pudiera implicar a Luis Videgaray y a Manlio Fabio Beltrones en el juicio penal abierto por Corral por la mencionada triangulación de 250 millones de pesos.
Al lograr que Corral entregue a Gutiérrez, el presidente Peña Nieto derrota a Corral; salva a Videgaray y a Beltrones, y aleja al PRI del desastre.
Pues sí, 900 millones son nada, porque además es dinero que ya le iban a dar en diciembre pasado.
HERRERA PIDE ACUERDO
En la reunión de la junta de Coordinación Política que preside mañana la senadora Ana Lilia Herrera, el coordinador de los senadores del PAN, Fernando Herreraintentará poner a su grupo al frente de las negociaciones senatoriales para avanzar y concluir con el entramado del Sistema Nacional Anticorrupción.
Herrera le pedirá al presidente Enrique Peña Nieto, al PRI y al resto de los partidos “alcanzar un acuerdo” para reformar el 102 constitucional y dar plena autonomía e independencia a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la Fepade, y la Fiscalía Especial contra la Corrupción al ser nombrados por el Senado y no por el titular de la Fiscalía General.
Ello incluye modificar la duración de las fiscalías. Hoy es de 9 años para el Fiscalía General y 6 para las otras. Con lo anterior, indicó Herrera, se podría pasar a analizar de fondo la Ley que crea la Fiscalía General y, después, hacer los nombramientos correspondientes.
A ver qué le responden Emilio Gamboa y Carlos Puente quienes tienen un esquema distinto.
