Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Las encuestas y el acarreo de cartuchos usados de otros partidos le producen tanta euforia y felicidad, que Andrés Manuel López Obrador ya perdonó a Enrique Peña Nieto y al mismísimo innombrable Carlos Salinas, jefe de jefes de todas las mafias detectadas por el tabasqueño en México.
En charla con representantes del diario “Tabasco Hoy”, propiedad de Miguel Cantón Zetina, el candidato presidencial más longevo del sistema político mexicano no aclaró si su perdón a Peña y Salinas es moral, religioso, personal o un adelanto judicial ante su presumible llegada a Palacio Nacional.
Sería interesante que lo explicara porque para que haya perdón debe haber juicio y castigo, ¿no?
Relajado, sonriente, AMLO repartió amor y paz y afirmó no ser no vengativo, ni ser rehén de odios y venganzas.
Dónde sí, dijo, no hay marcha atrás, es lo del retiro, cancelación inmediata de las pensiones a los expresidentes, a saber: Luis Echeverría, Carlos Salinas, Vicente Foxy Felipe Calderón porque, dijo, no se vale que cobren 5 millones de pesos al mes.
Hay que recordar que de los exmandatarios vivos sólo Ernesto Zedillo renunció a su pensión.
“Sí… no es mi fuerte la venganza; lo que importa es sacar adelante a México, eso es lo más importante y pensar hacia adelante…
“Yo no odio a nadie… y vamos a poder entendernos con todos, con las nuevas reglas, ¿cuáles son las nuevas reglas? Cero corrupción y cero impunidad y en adelante no va a haber corrupción, impunidad, no va haber persecución.
“No odio, no podría vivir con odios, soy muy feliz”, insistió.
Desechó la idea de no pocos que una vez en el poder, vaya directo a buscar cómo meter a la cárcel a quienes él señala como miembros de la mafia del poder.
“Ponerme a ver desde el primer día cómo meter a la cárcel a personajes de la mafia del poder, no, no va a ser así, no necesitamos eso”.
Por supuesto que para hacer realidad todo eso, hace falta que gane primero la Presidencia, porque no basta con que digan las encuestas que ahora sí se le va a hacer.
MEADE, ¿ARA EN EL MAR?
Primero les pidió bajarle calor y confrontación al proceso electoral, luego aprobar lo que faltan para que el Sistema Nacional Anticorrupción entre en vigencia ya, y ahora, José Antonio Meade convoca a Ricardo Anaya y a Andrés Manuel López Obrador, y sus bancadas en el Senado y Cámara de Diputados analizar, enriquecer y aprobar un paquete de medidas que propondrá para “incrementar la fiscalización a servidores públicos y quitarles recursos malhabidos a corruptos y delincuentes”.
Ayer, desde Morelia, Michoacán, el precandidato de la alianza PRI, PVEM Panal, dijo que este llamado lo hace porque para combatir la corrupción en el sector público, se requiere ir más allá de presentar la 3 de 3.
Para pasar a los hechos, Meade entregó a Enrique Ochoa, presidente del PRI; al senador Carlos Puente del PVEM y a Luis Castro de Nueva Alianza, así como aEmilio Gamboa, coordinador de los senadores del PRI y a César Camacho, coordinador de los diputados del tricolor en San Lázaro una iniciativa anticorrupción, a fin de que sea presentada por ellos al resto de los grupos en el Congreso de la Unión, para su análisis y discusión.
“¿Qué representa esta iniciativa?, interrogó…
“Algo muy importante y necesario: evita que el delincuente y el corrupto use el dinero mal habido para defenderse, use el dinero mal habido para buscar una ventaja en sus procesos judiciales”.
Su propuesta busca incrementar los controles y vigilancia respecto de la situación patrimonial de los servidores públicos todos.
“No es suficiente que presentemos la 3 de 3… no es suficiente saber que se presentó la declaración de impuestos. Lo importante es que esas declaraciones sean consistentes entre sí, consistentes con los registros públicos de la propiedad y consistentes con la realidad que el ciudadano puede observar”, explicó.
Esta propuesta responde al reclamo de una sociedad que exige un combate frontal contra los que afectan los intereses generales del país, subrayó.
Pero sobre todo porque los mexicanos, agregó, demandan que los corruptos regresen lo robado para ser usado en cosas que nos preocupan, en estudios de los jóvenes, en los proyectos de las mujeres, en el bienestar de los mexicanos.
NO FUE LEJOS
El grupo de senadores panistas que comanda el aguascalentense Fernando Herrera le pidió a Meade dejar atrás los discursos electoreros y le pidieron a su vez a él y a sus bancadas del PRI, PVEM y Panal entrarle a aprobar las reformas pendientes al Artículo 102 de la Constitución.
Con ello, le dijeron, se garantizaría realmente el nombramiento de un Fiscal General de la República autónomo e independiente.
Al paquete de iniciativas de Meade lo calificaron de un intento de engaño porque quienes prohíjan hoy a la corrupción están en el Gobierno del cual Meade fue hasta hace poco parte.
“Las propuestas legislativas anunciadas no son bienvenidas simple y sencillamente porque provienen de quienes originaron el problema de la corrupción y electoreramente hoy dicen tener el antídoto; esto en cualquier parte del mundo sería considerado como una farsa”, indicaron los senadores panistas.
En conferencia de prensa, la senadora Marcela Torres Peimbert y los senadores Víctor Hermosillo, Ernesto Ruffo y Juan Carlos Romero Hicks acusaron alprecandidato del PRI de bloquear las reformas anticorrupción desde la secretaría de Hacienda.
Y, a pesar de que hasta entre los propios senadores y diputados del PAN se acusan entre sí de ser los beneficiarios del llamado “moche”, ahora los panistas dicen que Meade propició el reparto ilegal de partidas presupuestales en beneficio propio, ya que lo consintió como titular de Hacienda.
En fin, que los senadores blanquiazules ya pintaron su raya en contra del paquete de reformas presentado por el precandidato presidencial priísta.
NOMBRAMIENTOS
Sin grandes cosas que tramitar, los miembros de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que encabeza el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín, ratificó ayer 9 nombramientos presidenciales.
El primero ratificó el nombramiento de Irene Espinosa Cantellano, quien suple así en una subgubernatura a Alejandro Díaz de León quien ascendió a gobernador del Banco de México ante la renuncia de Agustín Carstens.
Con esta decisión de Enrique Peña Nieto quer fue ratificada por senadores y diputados, Irene Espinosa Cantellano se convierte en la primera mujer en entrar al primer círculo directivo del Banco Central de México.
Una vez aprobado su nombramiento, Espinosa Cantellano rindió protesta de inmediato.
En esa misma sesión se aprobó también el nombramiento de Miguel Messmacher Linartas como subsecretario de Hacienda y de Alberto Torres García, como subsecretario de Ingresos,.
Luis Octavio Alvarado Contreras, queda como Tesorero de la Federación; Juan Pablo Newman Aguilar, como jefe de la Unidad de Crédito Público y José Manuel Lotfe Soto, como Jefe de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas.
Adrián Guarneros Tapia fue designado administrador general de Recaudación; Leopoldo Carrillo Werring como administrador de Auditoría Fiscal Federal, yFrancisco Xavier Gil Leyva Zambada de Aduanas.