Ciudad de México, México.– Los productores mexicanos requieren tener acceso a más recursos, públicos o privados, a través de créditos en condiciones favorables que incentiven las inversiones en el campo y les permitan ser competitivos de forma equitativa con otras naciones que reciben más apoyos, señala el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados.
En el documento “Los programas de financiamiento de la Farm Bill (Ley Agrícola) 2014 de los Estados Unidos”, el CEDRSSA relata que en México, al igual que en el país vecino del norte, el gobierno interviene con el propósito de que los productores tengan acceso a préstamos en condiciones favorables, como tasas de interés menores a las prevalecientes en el mercado, a efecto de incentivar las actividades del campo.
Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), así como Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), disponen de programas para apoyar al sector rural. Los bancos comerciales, entre otros, también son importantes acreedores de los productores mexicanos.
En 2015, los recursos destinados a financiar la agricultura, silvicultura y pesca fueron el equivalente al 15.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) primario.
Mientras, en Argentina, Estados Unidos y Canadá se otorgaron el 29.2 por ciento, el 42.9 por ciento y el 68.5 por ciento de ese indicador, respectivamente. En Brasil, sin embargo, solo se concedió el 9.8 por ciento del PIB primario para esos créditos.
Sin embargo, en 2016, de los recursos totales para créditos, México destinó a la agricultura, silvicultura y pesca el 2.1 por ciento, por lo que se superó en ese indicador a Canadá, Estados Unidos y Brasil, que otorgaron el 2 por ciento, el 0.9 por ciento y el 0.8 por ciento, respectivamente.
En ese mismo año, Argentina destinó el 8.9 por ciento; sin embargo, el indicador no infiere si el total de los recursos para todos los créditos (sea para el sector primario u otros), que es usado en la estimación, es suficiente para satisfacer las necesidades de inversión en las economías.
El CEDRSSA puntualiza que el gobierno de Estados Unidos se involucra principalmente en el procesamiento de los apoyos crediticios otorgados al sector agroalimentario a través de la Agencia de Servicio Agropecuario, del Sistema de Crédito Agropecuario y de la Corporación
Hipotecaria Agropecuaria Federal (Farmer Mac, como se le conoce).
A través de la Agencia de Servicio Agropecuario, se destinan recursos federales para el otorgamiento de préstamos directos y garantías de créditos a los productores. Además, el gobierno regula y supervisa el funcionamiento de las otras dos instituciones, que son privadas: el Sistema de Crédito Agropecuario, que para su operación obtiene recursos en los mercados financieros y recibe concesiones en impuestos, y Farmer Mac, que funciona como un mercado secundario (compra y agrupa créditos, que los puede vender a inversionistas o conservar en su cartera).
Los principales acreedores de los productores en Estados Unidos son los bancos comerciales, que concentran alrededor del 42 por ciento de los más de 373 mil millones de dólares de deuda del sector agroalimentario.
El Sistema de Crédito Agropecuario concentra 41 por ciento; las compañías de seguro, 3.5 por ciento, y la Agencia de Servicio Agropecuario, 2.4 por ciento de la deuda del sector primario. El resto de las instituciones tienen casi 11 por ciento de esa obligación.
A su vez, este Sistema y la Agencia de Servicio Agropecuario son dos instituciones operadas o reguladas directamente por el gobierno de Estados Unidos que concentran más del 43 por ciento de la deuda de los productores.