Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Ensoberbecido por su empoderamiento a través de la Coalición electoral PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya inició su carrera por la Presidencia de la República rompiendo con el PAN de Vicente Fox y Felipe Calderón a quienes acusó de haber sido parte de la corrupción priísta.
Y al hacerlo, Anaya acudió al viejo y muy probado método de los candidatos presidenciales del PRI, quienes simulaban romper con su antecesor para garantizar su triunfo, y asegurar la permanencia del régimen y sistema.
Es así que ahora Anaya acusó a Vicente Fox de dejar intocado el viejo régimen anterior, y no actuar frente a tramas como la del Pemexgate donde, afirma, había claras pruebas de una transferencia ilegal de mil millones de pesos de Pemex al PRI.
Al expresidente Calderón -quien durante su sexenio lo hizo subsecretario de Turismo-, le imputa haberse aliado conElba Esther Gordillo a través de quien se acercó a corruptos sectores del PRI.
En su espectacular autodestape en un acto realizado en un salón del World Trade Center con la asistencia de 11 gobernadores del PAN, una importante representación de alcaldes del blanquiazul y viejos liderazgos como Diego Fernández de Cevallos así como dirigentes del PRD como Jesús Ortega, con una enorme pantalla multimedia a sus espaldas en la que su discurso se convertía en imágenes y cifras, Anaya arremetió además contra el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto del cual era aliado hasta hace unos meses y con quien el PAN fue un eje central dentro del Pacto por México, pacto que produjo 13 Reformas Estructurales criticadas hoy por Anaya.
De Peña Nieto dijo:
“Este gobierno priista ha sido un absoluto desastre nacional… lo bueno es que ya se van”…
¿Y el PAN que presidió… él como coordinador de los diputados de Acción Nacional y como presidente de la Cámara de Diputados que aprobó esas 13 Reformas, cuál es su responsabilidad hoy de ese desastre nacional que denuncia?
Es fácil romper y golpear, pero por qué no lo hizo antes… cuando formaba parte de ese partido aliado al PRI y cuando fue copartícipe de la aprobación de las reformas.
Hoy Anaya como precandidato único de la coalición PAN-PRD-MC dice que todo el contubernio corrupto de panistas y priístas comenzó con la llegada de Fox a la Presidencia.
“Pese a la llegada de Vicente Fox a la Presidencia en el 2000, no cambiamos el régimen… asumamos que las estructuras profundas del sistema priista quedaron prácticamente intactas… no cambiamos los cimientos, no cambiamos las estructuras.
“La historia se repitió en 2006: la alianza con la corrupta líder sindical Elba Esther Gordillo, y a través de ella con algunos sectores del PRI, trajo grandes consecuencias para nuestro país…
“Seamos autocríticos: otra vez no cambiamos las estructuras clientelares y corporativas del PRI; quedó intacto el pacto de impunidad y se le entregó a Elba Ester Gordillo el control de la educación básica en nuestro país, nombrando a su yerno (Fernando González Sánchez) como subsecretario de educación básica el control de la educación básica de primaria y secundaria, el futuro de 25 millones de niñas niños y jóvenes.
“Y también hay que decirlo de buena fe y con rectitud de intención: sin una estrategia clara y eficiente se disparó la violencia hasta alcanzar niveles franca- mente insospechados y detrás de esa violencia, hay enorme sufrimiento, hay tragedias humanas. En el sexenio anterior hubo avances, sí, seamos objetivos, pero no cambiamos el régimen”, insistió.
Y VA LA CAMPAÑA
En medio del aplauso y euforia de los suyos, en un salón cerrado abarrotado por quienes comienzan a formar una nueva masa de convencidos, a quienes podríamos bien calificar de anaya-adictos, un grupo muy similar a quienes siguen al mesías de Macuspana, el sin eufemismos candidato de la alianza tripartidista ensayó lo que serán sus slogans de campaña.
Así soltó lo mismo un “… a México no le conviene un cambio hacia al pasado, repleto de locuras como el que ofreceAndrés Manuel López Obrador. Él representa un cambio de ideas viejas y fracasadas”…
O…
“Pésele a quien le pese, ya somos coalición y vamos por un cambio profundo. Hoy México, en el que gobierna el PRI, no va por el camino correcto, pues esta administración ha sido un desastre”…
Así le recetó también a su contrincante del PRI-PVEM, José Antonio Meade el calificativo de “el candidato de la continuidad” y a AMLO el del candidato “lleno de locuras”.
La estrategia central es, ha quedado claro, la de la ruptura y el ataque. Eso vende. Y, claro, con la promesa de que no sólo habrá un cambio de fondo del régimen.
Para ello Anaya y su coalición –y con el apoyo de 16 gobernadores -12 del PAN y 4 del PRD, así como de 807 alcaldes surgidos de los tres partidos que representan a un gobierno global que representa al 45.3% de los mexicanos-, espera no sólo ganar la Presidencia, sino la mayoría de los senadores y diputados federales.
Ufano por su pronóstico, Anaya afirma que él si realizará desde Los Pinos el cambio de régimen y sistema que ni Foxni Calderón hicieron por aliarse con corruptos.
Y VA POR CORDERO Y CIA
En este mismo contexto de euforia triunfalista a más de 200 días de la elección del 1 de julio, su sucesor al frente del PAN, Damian Zepeda, acompañado por Marcelo Torres –ahora nuevo secretario general del blanquiazul-, y el exuberante Marko Cortes, coordinador de los diputados federales de Acción Nacional afirmó que no se ha desechado la expulsión de los senadores Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth, Javier Lozano, José Luis Lavalle y Salvador Vega.
En una conferencia de prensa realizada ayer luego de una visita a la bancada panista en San Lázaro, el nuevo presidente del PAN dijo:
“Ellos (los llamados 5 senadores rebeldes) hicieron esa negociación particular (la de aceptar a Cordero como presidente del Senado) a cambio de intereses personales, y eso tendrá su trámite en la Comisión de Orden del Partido, nosotros estaremos enfocados en ganar esta elección, no por ganar el poder sino por transformar a México.
“Nosotros sí creemos que este PRI-Gobierno ha sido altamente corrupto, altamente ineficiente, altamente irrespetuoso con la libertad de expresión y creemos que debe de cambiar.
“Por lo tanto, ahí está la postura muy concreta en ese caso”, concluyó.
En buen español eso significa que Anaya y sus sucesores no van a dejar ir la oportunidad de echar fuera a sus críticos internos.
Ya encarrerados en el triunfalismo, pues expulsar a 5 senadores no es nada.