Ciudad de México, México.— En el país hay 95 millones de personas que reciben el agua potable por “tandeo”, y 8.9 millones sin acceso al vital líquido en sus hogares, aseguró el presidente de la Comisión de Agua Potable y Saneamiento, José Ignacio Pichardo Lechuga, quien pidió ampliar recursos para atender el problema.
La Comisión de Agua Potable y Saneamiento avaló su Opinión sobre el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018, en la que propone ampliar 9 mil 600 millones de pesos (mdp) al programa S074-Proagua, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a fin de fortalecer la cobertura de este recurso en su potabilidad, alcantarillado y saneamiento en los municipios.
El presidente de esta instancia legislativa, José Ignacio Pichardo Lechuga (PRI), dijo que “esta ampliación al subsector de agua potable es urgente, debido a que la problemática en el desabasto del líquido en los hogares es cada vez mayor”.
Destacó que, de acuerdo con la Conagua, 8.9 millones de mexicanos no tienen acceso a agua potable en sus hogares, cantidad que equivale a la población de siete entidades de la República.
De los que tienen agua en sus casas, sólo 14 por ciento la recibe 24 horas al día, los siete días de la semana, es decir, 15.5 millones de personas; por el contrario, 95.2 millones, que cuentan con red de agua potable, reciben en forma de “tandeada”, es decir, por intervalos que no especifican su frecuencia.
También resaltó que 13 millones de personas se abastecen de fuentes no seguras (pipas, ríos o pozos contaminados), y señaló que 40 por ciento del agua entubada se pierde por falta de rehabilitación, rupturas y filtraciones.
Asimismo, expresó que los daños ocasionados a la infraestructura hídrica por eventos climatológicos y sismos de este año, se estiman en más de dos mil millones de pesos.
Pichardo Lechuga informó que con la ampliación de nueve mil 600 mdp al programa S074, se elevarían sus recursos de 3 mil 614 mdp a 13 mil 214 mdp, los cuales se destinaría un 50 por ciento a la infraestructura hídrica de los estados; 25 por ciento a las entidades afectadas por los huracanes y sismos, y el otro 25 por ciento a atender presiones presupuestales de los municipios.
“Debemos tener en cuenta que los recursos que se han programado al sector hídrico en los últimos años son, por mucho, inferiores a las estimaciones que realizan expertos, quienes fijan un requerimiento presupuestal del orden de los 50 mil mdp, para alcanzar las coberturas que requiere el país”, afirmó.
Al diputado Pedro Garza Treviño (PAN) le pareció “inconcebible que en 2018 aún no se cuente con agua potable en todas las escuelas o centros de salud”.
Por Morena, Ángel Antonio Hernández de la Piedra hizo un llamado a los diputados a acordar con las fracciones parlamentarias respectivas un aumento al presupuesto destinado a la infraestructura hídrica.
Del PRD, Francisco Xavier Nava Palacios coincidió en que se requiere una reconstrucción hídrica, ya que la actual está colapsada; sobre todo, agregó, “debemos coincidir con la Conagua para pelear mayores recursos en beneficio de los mexicanos”.
El legislador Miguel Ángel Sedas Castro (PVEM) expresó que actualmente no se da importancia al agua, por lo que “debemos pelear en esta Comisión para hacer de este tema una prioridad”.
De Nueva Alianza, Francisco Javier Pinto Torres precisó que de las mil 82 escuelas que hay en Colima, 981 tienen el servicio de agua potable, otras cuatro se surten mediante pipas; 54 la sacan de pozos; 14 las acarrean de diversos puntos; 15 las adquieren de formas no específicas, y 12 planteles no disponen del vital líquido. Por ello, dijo, “requerimos ser conscientes de esta problemática y apoyar a las comunidades”.
La Opinión detalla que la Comisión Nacional del Agua presenta un presupuesto de 26 mil 894.8 millones de pesos, es decir, 3 por ciento más respecto al PEF 2017, en términos nominales; sin embargo, en valor real no presenta ningún crecimiento que, al compararlo con el presupuesto de 2015, es menor en 48.8 por ciento.
Respecto al programa de subsidios de agua potable, se observa un crecimiento nominal de 4.8 por ciento, en relación con el PEF 2017, pero sólo de 1.8 por ciento de crecimiento real; sin embargo, “si lo comparamos respecto al 2015, la variación es en 72.2 por ciento”.