¿Restitución… o cárcel para el fiscal tramposo?

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Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

Santiago Nieto nunca debió ser el fiscal electoral.

Lo logró y fue ratificado por el Senado el 19 de febrero de 2015 gracias a una trampa:

Nunca informó a los senadores de la Comisión de Justicia que lo entrevistaron y calificaron, que hasta 5 días antes había trabajado para el senador poblano y entonces presidente de la Cámara alta Miguel Barbosa, y los senadores del PRD.

Ni tampoco les comunicó que durante casi 2 años y medio ganó 60 mil pesos por mes en esa relación laboral e ideológica, y muy probablemente partidaria.

Menos aún les notificó que había participado en la selección de Consejeros al INE durante 2014.

Luego de revelarse lo anterior, corrió la versión de que Barbosa, como presidente del Senado, había dado a Nieto “un empujoncito… o una abierta recomendación” ante el panista Roberto Gil Zuarth, entonces presidente de la Comisión de Justicia.

Todo eso se supo hasta inicio de diciembre de ese año, cuando Nieto ya llevaba más de 10 meses en el cargo.

Entonces no pocos senadores –cuando menos todos los del PRI comandados por Emilio Gamboa y los del Verde, encabezados por Carlos Alberto Puente – debatieron si iniciaban o no un proceso de destitución contra Nieto.

Ya para entonces el fiscal tramposo había dejado en claro que no sólo era un estafador, sino evidentemente un lopezobradorista emboscado en la titularidad de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, la FEPADE.

Su petición de aprehensión contra el Verde Arturo Escobar, quien entonces era subsecretario de Prevención del Delito de Gobernación, fue la primera advertencia dentro de Los Pinos, en la PGR y en el PRI, y por supuesto el Verde.

Evidentemente para algunos analistas y columnistas todo aquello mereció abrir un expediente y darle seguimiento sobre Nieto.

Escobar no sólo tuvo que renunciar sino que estuvo en un tris de ir a la cárcel por haber supuestamente ordenado como dirigente del PVEM el reparto de tarjetas Premia Platino en las elecciones de 2012.

La denuncia fue interpuesta por PAN y PRD a raíz del más duro y persistente embate contra el registro del PVEM en aquel año.

Y Nieto la cachó para irse evidentísimamente contra la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Para no pocos quedó claro que, a través de lanzarse contra Escudero, lo que quería el fiscal tramposo era exhibir el uso de recursos ilícitos en la campaña del mexiquense.

No lo logró. Escudero fue exonerado, pero desde entonces no levanta vuelo.

Lo que hizo en todo este tiempo el trampas de la FEPADE fue nadar de a muertito, a través de irse con asuntos sin mayor importancia a pesar de que ha tenido entre sus manos todo lo de desvíos de gobernadores hacia otras campañas electorales.

Y ENTONCES USO AL REFORMA

Así deambuló Nieto hasta el miércoles 17 de este mes cuando dio una entrevista al periodista Héctor Gutiérrez quien en la edición del diario Reforma del miércoles 18 se llevó la principal de primera plana con el siguiente encabezado:

Presiona al fiscal por PRI-Odebrecht”.

En sus sumarios, esta información indica: “Solicitó Emilio Lozoya a la FEPADE que lo exonerara”… “Dice Santiago Nieto que en carta pidió se le ofrecieran disculpas públicas”.

La entrevista la dio el fiscal tramposo apenas un días después de la sorpresiva renuncia de su jefe Raúl Cervantes como Procurador General de la República, quien ante senadores de la Junta de Coordinación Política al final anunció que en los siguientes días la PGR informaría de la conclusión de sus investigaciones sobre un tema de corrupción internacional que implicaba a funcionarios mexicanos.

Cervantes se cuidó de no mencionar a Odebrecht pero era obvio que se refería a ese escándalo.

En ese contexto apareció Nieto con su entrevista a Reforma.

En ella Nieto afirma que el ex director de PEMEX Emilio Lozoya le envió una carta en la que lo presionó para que declarara públicamente su inocencia e incluso le ofreciera una disculpa.

El fiscal electoral dice que Lozoya quiere evadirse de que lo inculpen en el desvío de recursos para el PRI durante la campaña presidencial de 2012.

Y se va a fondo: revela a través de Reforma que la FEPADE a su cargo inició en agosto pasado la investigación FED/ FEPADE / UNAI-CDMX / 1139 / 2017 para determinar si los 10 millones de dólares que se supone Lozoya habría recibido como sobornos de Odebrecht se fueron a financiar al PRI en 2012… es decir, en la campaña de Enrique Peña Nieto.

“Me envió una carta diciendo que quiere que yo haga un pronunciamiento público sobre su inocencia y me envía un currículum diciéndome quién es su papá, y su mamá, en dónde estudió. Nunca entendí esta parte.

“Creo que esta carta refleja en gran medida la impunidad, es decir, el planteamiento de que ‘soy una figura pública. La autoridad se tiene que disculpar’. Esto es lo que me parecía particularmente grave”, denuncio Nieto.

Y advierte que “entre los elementos de la investigación hay cuentas ligadas a Lozoya y Odebrecht ubicadas en las islas Caimán, Suiza y Brasil”.

El periodista le pregunta si hay indicios de que los supuestos 10 millones de dólares de Odebrecht fueron a lo electoral…

Y Nieto responde:

“Tenemos información. Estamos desarrollando la investigación hacia ese alcance. En este momento están los testimonios que se han rendido respecto al desvío o al uso electoral de los recursos”.

No elude:

“El caso Odebrecht es un caso paradigmático porque atacó a los sistemas electorales de varios países del continente. Entonces es importante que se pueda mandar un mensaje de que este tipo de conductas bajo ninguna circunstancia van a ser toleradas o van a ser permitidas”, afirmó el fiscal.

EL CESE

Eso fue publicado el miércoles. Durante ese día y el siguiente hubo en PGR y el jurídico de Presidencia de la República reuniones de análisis, consultas a especialistas, y el viernes hacia las 13 horas se emitió el siguiente boletín:

LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA INFORMA

“El Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, Alberto Elías Beltrán, actuando en suplencia del Procurador General de la República, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 30 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República y 137 de su Reglamento, y en ejercicio de las facultades previstas en el artículo Décimo Octavo transitorio del Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia político-electoral, publicado el 10 de febrero de 2014 en el Diario Oficial de la Federación, en esta fecha removió de su cargo al titular de la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos Electorales.

“Lo anterior, toda vez que el referido servidor público transgredió lo dispuesto en el Código de Conducta de la Procuraduría General de la República.

“De esta manera, la Procuraduría General de la República reitera su compromiso de vigilar que las actuaciones de los servidores públicos sean apegadas a la legalidad y ética institucional, así como a las disposiciones de la investigación del Sistema Procesal Penal Acusatorio, protegiendo en todo momento los derechos humanos de la sociedad en su conjunto”.

Simple: con sus revelaciones y comentarios Nieto anuló el debido proceso de la investigación del caso Odebrecht. En su dimensión, hizo lo mismo que Genaro García Luna con lo de la francesa  Florence Cassez, que llevó a la Suprema Corte a dejarla en libertad.

Por su ansia de irse contra Lozoya y Peña Nieto, el fiscal tramposo expuso toda la investigación ya acabada por la PGR en contra de Lozoya y otros.

Y al hacerlo, Nieto se hizo responsable de sanciones penales. En eso están ahora quienes deben estarlo dentro de la PGR y el Jurídico de Presidencia de la República.

Por eso en lugar de restitución en el cargo a lo mejor lo que le dan es una estancia tras las rejas al tramposo e imprudente exfiscal electoral.