Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Hace un par de días, el presidente Enrique Peña Nieto, acompañado en la misma mesa por José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño y José Narro, reiteró ante un grupo de periodistas, con quienes comió en Los Pinos, que sería en una convención de delegados donde el PRI lanzaría su candidato presidencial.
Ahí diría que cada uno de los 4 señalados por Emilio Gamboa entienden y se ajustan a la liturgia priísta, lo cual supone que al ser designado uno de ellos, los otros tres le darán su apoyo sin afectar la unidad interna.
Así la fecha y método del lanzamiento de uno de ellos se definirá mañana en una reunión del Consejo Político del PRI.
Por las normas establecidas en la Ley Electoral, no será antes del 14 de diciembre que se sepa el nombre del “elegido”. En esa fecha inician las precampañas.
Antes sería caer en actos anticipados que pueden ser sancionados incluso con la cancelación de una candidatura.
En este contexto el presidente Enrique Peña Nieto ha sido por demás consistente frente a su sucesión. Nunca ha escondido la mano. Ni ha rebasado sus límites legales y metaconstitucionales, ni ha abusado de su predominio en el proceso.
En un encuentro con periodistas en Los Pinos a inicios de este año, les dijo que el lanzamiento del candidato del PRI a la Presidencia de la República se haría hacia fines de 2017 o inicio de 2018, como lo señalaba claramente la Ley Electoral. Y así ha sido hasta ahora.
En dos encuentros con las cúpulas priístas: el 4 de marzo para celebrar un año más del PRI, y el 12 de agosto, para clausurar la 22 Asamblea de este partido dejó evidencia que tiene el control absoluto de su partido. Y con ello evidentemente la decisión de designar a quien quiera que aspire a sucederlo en Los Pinos.
De mantener hasta entonces quietos a todos los suspirantes internos, fue hasta finales de la 22 Asamblea Nacional que decidió moverlos. Para ello le pidió a Emilio Gamboa dar a conocer el jueves 24 de agosto a “los que tienen posibilidades”.
Gamboa a diferencia de Fidel Velázquez, no mencionó a uno sino a 4 “posibles” y para ello acudió a un método inesperado. Pidió a los periodistas ante quienes daba una conferencia, mencionar los nombres de quienes ellos pensaban podían ser los candidatos:
Los periodistas nombraron a: José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño y José Narro, para escuchar decir a Gamboa: “están”.
Cuando los periodistas mencionaron a Enrique de la Madrid y a Eruviel Ávila, Gamboa respondió: “están haciendo su esfuerzo”.
Quedaba claro que ellos no están considerados.
Al aplicar este método, Peña Nieto a través de Gamboa dejo atrás el ancestral y efectivo método del “destape”.
¿CUAL CON MAYORES POSIBILIDADES?
A pesar de que ya no habrá un sorpresivo destape, al menos no al viejo y efectivo método del priísmo presidencialista, no como lo hacía Fidel Velázquez, hay importantes pistas para advertir cuál de los 4 es quien tiene mayores posibilidades en el ánimo y decisión de Enrique Peña Nieto.
Es así que el propio presidente ha dicho en sus intervenciones a lo largo de este año que el reto de México luego de que él deje el poder es político, no económico.
El mexiquense sabe que su sucesor se enfrentará inevitablemente a reformas de cambio de sistema y régimen. Sabe que deberá dar paso a Gobiernos de Coalición, Segunda Vuelta, referéndum y revocación de mandato, pero sobre todo a la necesidad de negociar todo con un congreso –Senadores y Diputados Federales- que estrena la reelección.
Este elemento modificará sustancialmente los ejes de cualquier negociación.
Dentro de este contexto, ¿quién de los 4 de Gamboa tiene la mejor estructura personal y consistencia política para salir adelante?
Saque Usted la conclusión:
- José Antonio Meade, 48 años, quien ha ocupado las secretarías de Hacienda –en 2 ocasiones-, de Relaciones Exteriores, de Sedesol y de Energía en los sexenios de Felipe Calderón y de Peña Nieto, es egresado de Economía en el ITAM y tiene un doctorado en Economía en Yale.
- Aurelio Nuño, con 40 años de edad, es egresado de Ciencias Políticas y Administración Pública por la Iberoamericana y maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford. Es titular de Educación Pública. Como Meade, Nuño es reconocido por su cercanía a Luis Videgaray.
- José Narro, con 69 años encima, es médico, exrector de la UNAM y secretario de Salud.
- Miguel Ángel Osorio Chong, con 53 años, es egresado de Derecho por la Universidad Autónoma de Hidalgo. Ha sido diputado federal, ex titular de las secretarías de Gobierno, Desarrollo Social y de Desarrollo Regional del gobierno de Hidalgo, y exgobernador. Fue el representante de Peña Nieto en el proceso de transición para el área política y es Titular desde el inicio de este sexenio en Gobernación.
No faltan más de 40 o 50 días para saber cuál de ellos es el ganador de la rifa del super tigre para lanzarse como candidato del PRI a la Presidencia de la república.
DE VOTOS Y PROYECCIONES
Lo que sea que suceda en el PRI, todo indica que las boletas de la elección presidencial del 1 de julio de 2018 tendrán los nombres de: el del PRI que usted diga, Ricardo Anaya por el Frente PAN-PRD-MC y anexos y Andrés Manuel López Obrador de MORENA.
Ellos serán acompañados muy probablemente por los independientes: Margarita Zavala, Jaime Rodríguez, El Bronco, Armando Ríos Piter, Pedro Ferriz y María de Jesús Patricio Martínez, “Marichuy”, del EZLN.
Quizá queden todos o sólo algunos luego de que consigan las 870 mil firmas que requieren para ratificar su condición de candidatos independientes.
Entre ellos se repartirán los muy posibles 56 millones de votos que surgirán de la lista nominal que suma 85 millones de electores con credencial para votar.
Y es que los expertos indican que en la elección presidencial de 2018 votaría el 65% de los mencionados 85 millones de quienes integran la lista nominal.
Y aquí comienzan las especulaciones.
El equipo de AMLO afirma que su candidato tiene un techo asegurado de 15 millones de votos, que son los que alcanzó en la elección de 2012. Y que sólo le falta sumar otros 5 millones para lograr los 20 millones que se requerirán para ganar la Presidencia en 2018.
Los priístas parten a su vez de que su candidato puede ahora rebasar los 19 millones de votos logrados por Peña Nieto en 2012 y quizá llegar a los 23 millones o más.
Anaya y su claque dicen que las encuestas los ubican casi en 30% y que eso significa que pueden llegar a los casi 20 millones.
Los analistas más serios afirman que ninguno vive la realidad.
Hoy las circunstancias apuntan a una elección a cuartos lo cual indica que ninguno de ellos rebasará los 15 o más millones de votos.
Por su personalidad los independientes bien podrían obtener en conjunto entre 10 a 15 millones de votos lo que dejaría al resto con 40 millones de votos para validarse.
Eso significa que divididos entre 3 les tocarían 13.5 millones para cada uno.
Así que… quien logre “la mayoría”, será muy cuestionado en su legitimidad.
¿Cómo podrá gobernador con sólo 15 o 20 millones de votos de un listado de 85 millones de electores y en un país con casi 120 millones de habitantes?
De broma, ¿no?