Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Hasta hoy, cómo la vean, Ricardo Anaya lleva ventaja.
No sólo participó junto a Alejandra Barrales -débil e incierta lideresa del PRD-, en la creación del llamado Frente Amplio Opositor o Frente Ciudadano por México, sino que ese frente ya es de él.
Sumado posteriormente, el Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, ya fue igualmente absorbido por el queretano.
Igual destino correrá sin duda el Panal cuyo dirigente, Luis Castro Obregón, está ya enfilado a afiliarse al Frente.
Para lograrlo, Anaya ha seguido un plan basado, como en la trama de El Padrino de Mario Puzo, en propuestas que sus interlocutores no han podido rechazar: ocupar la candidatura presidencial del Frente a cambio de que Barrales lo sea para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y Dante pueda ocupar una importante cartera en caso de que todos ellos triunfen el 1 de julio de 2018.
Y, claro, respetándoles a cada uno el llevar mano en la nominación de candidatos donde sus partidos tienen influencia.
Anaya se reservaría las candidaturas a Gobernador, alcaldes, diputados federales y locales y senadores en Guanajuato, Veracruz y Puebla y dejaría que Barrales y sus tribus hagan lo mismo en la CDMX, Morelos y Tabasco mientras que Dante lo haría en Jalisco.
Y dejarían para un reparto libre las candidaturas de Yucatán y Chiapas, donde ninguno de ellos representa una fuerza real.
Este plan ha requerido de un silencio al interior del PAN que parece más a desdén que a estrategia política.
Como Carlos Salinas en su momento, Anaya ni ve ni escucha a sus opositores reales al interior de su partido.
En cambio ha consolidado su control de la estructura territorial, de los presupuestos y del padrón blanquiazul.
Para responderles a quienes le reclaman ser juez y parte de la contienda presidencial interna, y a quienes desde el PAN le exigen renunciar y definirse de una vez por todas, ahora tiene a Barrales, a Dante y al Frente
Él calla. Y deja correr reclamos, sentencias y exabruptos. Mientras el tiempo camina inexorablemente. Y se cumplen los tiempos legales.
Anaya y sus opositores saben que el domingo entrante se vence el plazo legal para que quienes quieren competirle la candidatura presidencial panista… o del Frente, ya sea Margarita Zavala o Rafael Moreno Valle, se inscriban como candidatos independientes.
Si no lo hacen, Zavala y Moreno Valle podrían simplemente quedar fuera y Anaya consolidado como el más viable candidato blanquiazul y del Frente.
Y es que de no apuntarse como independientes, Zavala y Moreno Valle no tendrían partidos que los postule.
Mire, el PRI y PVEM van en alianza: Morena y PT ya tienen a Andrés Manuel López Obrador y PAN, PRD, MC y Panal están en el Frente… sólo queda libre el membrete del PES que sólo puede postular a uno de ellos.
COMO EL DINOSAURIO, ANAYA SIGUE AHÍ
Es así que día que pasa día que la candidatura de Anaya se torna en ya casi una realidad. Eso es algo que no les embona a los senadores Roberto Gil Zuarth, Javier Lozano, Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega y a decir de ellos quizá a otros 15 senadores blanquiazules más, entre quienes evidentemente están Ernesto Cordero y Luisa María Calderón.
Quienes tampoco apoyan a Anaya son quizá la mitad de los 12 gobernadores del PAN y no pocos dirigentes blaquiazules locales.
Pero Anaya juega a que su postulación sea no de ellos, sino del Frente y entonces estaría quitándoles el poder de inconformarse, de reclamar.
En tempranera conferencia de prensa Anaya, Barrales y Dante respondieron ayer a Margarita Zavala, a Rafael Moreno Valle y a Silvano Aureoles –quienes exigieron que la candidatura presidencial del Frente saliera de una consulta abierta a todos los mexicanos-, que la selección será democrática.
Los del Frente les dijeron que “el mecanismo para la elección de candidaturas no será tradicional” y que “buscarán blindar los procesos para evitar la injerencia del gobierno federal”.
Y es que Anaya, Barrales y Dante dicen que dejar que los ciudadanos designen candidatos a través del voto abierto, sería como dejarle la decisión al PRI y al Gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los tres del Frente afirman que el PRI y su Gobierno usarían programas sociales para influir en ese voto.
“Tenemos que blindar el mecanismo de cualquier proceso de entes ajenos al frente. Será un método democrático que garantice que se ponga por delante, no solo la candidatura a la presidencia sino en todas, que se coloque a los mejores perfiles”, dijeron.
Y hasta ahí llegó la exigencia de Margarita, Moreno Valle y Silvano.
ANAYA, CANDIDATO ESPUREO
Horas más tarde los senadores Roberto Gil Zuarth, Javier Lozano, Jorge Luis Lavalle y Salvador Vega encabezaron una larguísima conferencia en el Senado, llena de adjetivos y descalificaciones.
Igual que Zavala, Moreno Valle y Aureoles demandaron que el Frente abra la selección de candidatos al voto ciudadano.
Y reiteraron que Anaya se agandalla impunemente cargo y recursos, padrón y estructuras blanquiazules.
Airados los senadores descargaron toda su furia contra un dirigente que simplemente no los pela.
Los 4 legisladores confirmaron que Anaya les lleva ventaja a través del control de todo dentro del PAN.
“Hace campaña a tambor batiente, envía mensajes a panistas, y sostiene una campaña abierta, sin disimulo”, afirmaron.
Los 4 reiteraron una vez más que de lograr su cometido, Anaya será el primer candidato presidencial del PAN que no haya sido designado por panistas ni por órgano alguno de su partido, sino de una voluntad externa, la de quienes encabezan el Frente.
Frente a eso no queda más que la ruptura, el quiebre del PAN, indican.
¿Qué hacer? La verdad poco pueden hacer ante el agandalle casi consumado de Anaya y su Frente.
MARGARITA, NO DESCARTA
Entrevistada por Ciro Gómez Leyva, la esposa del expresidente Felipe Calderón, Margarita Zavala no descartó inscribirse como candidata independiente.
Haría bien en no retrasarlo, creo yo.
VAN POR MONREAL
Jesús Ortega y Jesús Zambrano, cabezas de Los Chuchos, pedirán mañana a Alejandra Barrales que negocie la inclusión de Ricardo Monreal, delegado aún de la Cuauhtémoc, como uno de los aspirantes del Frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Ortega y Zambrano saben bien que Barrales cree tener asegurada esa candidatura.
