Lastrado por rupturas y confrontaciones, avanza el Frente

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Yunes Linares
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Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

Cuando veo las imágenes sonrientes y con los brazos en alto de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales, a quienes ahora se les ha unido Dante Delgado, no dejo de recordar aquel chiste que dice:

¿De qué se ríe la hiena si hace el amor una vez al año y come pura carroña?

Y es que a Anaya y Barrales, creadores del llamado Frente Ciudadano por México, poco les podría durar las risas y el buen ánimo si las cosas siguen como van en sus respectivos partidos.

El que enfrenta al parecer la peor de las partes ahora es el joven queretano Anaya, quien podría pagar muy caro el no hacer caso de los llamados a la ruptura que le envían un día los senadores rebeldes, y otro día los gobernadores de su partido.

Eso sin contar con las expresiones de inquietud que emiten las bases partidarias blanquiazules en todo el país porque nadie les informa de qué rayos se trata lo del Frente Ciudadano por México, y porque ante el vacío informativo comienzas a especular sobre si van a tener que votar en las próximas elecciones del 2017 por candidatos del PRD y del Movimiento Ciudadano antes que por panistas.

Y en medio de todo eso los panistas se ven inundados por notas periodísticas, editoriales y columnas, entrevistas y reportajes que hablan prácticamente todos los días de los líos entre Anaya, Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y otros que quieren la candidatura del PAN a la Presidencia de la Repúblico, creando más confusión entre los ciudadanos.

A este ambiente de confrontación se sumaron este fin de semana, dicen quienes saben, 11 de los 12 gobernadores surgidos del PAN.

Estos 11 mandatarios blanquiazules expresaron su apoyo a través de 146 dirigentes municipales y estatales del PAN a los ahora 6 senadores que mantienen una confrontación con Ricardo Anaya, a saber: Ernesto Cordero, Luisa María Calderón –hermana de ya sabe Usted quien-, Javier Lozano, Jorge Luis Lavalle, Roberto Gil Zuarth y Salvador Vega.

Todo ello porque al presidente del PAN se le olvidó platicar con sus gobernadores cuales son los objetivos generales y particulares del Frente Ciudadano por México, sus metas electorales y legislativas inmediatas, pero sobre todo a Anaya se le “pasó” decirles a sus mandatarios porqué cambió la agenda legislativa acordada en las reuniones plenarias de hace apenas dos o tres semanas para darle paso a una tercera agenda ahora junto con el PRD.

La inquietudes de los gobernadores panistas surgen de que a ellos les urge la aprobación de varias iniciativas pendientes como la Ley de Seguridad Interior, lo del Mando Mixto, y otras, pero sobre todo les angustia la aprobación de los presupuestos de Ingresos y Egresos.

Los gobernadores panistas ven con profunda inquietud cómo todo eso se lo está llevando Anaya en su intento por ganar la candidatura del Frente a la Presidencia de la República.

Es más, los mandatarios estatales panista ven cómo Anaya los ha dejado de lado en este proceso. Ni siquiera les ha dado la oportunidad de dar su opinión.

Y a ellos les va a corresponder en gran medida “operar en sus estados y municipios” no sólo la elección presidencial, sino las que van junto con ese proceso: las de senadores, diputados federales, alcaldes, etc.

Es por ello que, en un intento por hacerlo entrar en razón, los gobernadores expresaron su apoyo el pasado fin de semana a Cordero y su grupo en el Senado.

Antes que rectificar, Anaya ha lanzado al senador Jorge Luis Preciado a un embate abierto contra Cordero y su grupo.

En respuesta los senadores rebeldes han elevado el conflicto al comparar a Anaya con Nicolás Maduro y hasta con Hitler.

Y se aprestan a ir a los estados a dar una explicación de cómo Anaya se ha apoderado de las estructuras y recursos del PAN para sus intereses personales.

Van a decirles que el Frente creado por Anaya y Barrales, es una muestra de que el presidente del PAN “sólo está preocupado por lo electoral y no en las preocupaciones de los propios gobernadores, legisladores y militantes panistas.

“Estamos entrando en una contienda electoral, y los posicionamientos de ese Frente están siendo tan o más populistas, que los de Andrés Manuel López Obrador.

“El Frente, autodenominado ciudadano, es sólo una argucia electoral”, subrayó el senador Roberto Gil Zuarth

Los senadores en rebeldía, denunciaron que Anaya es quien ha instruido a los diputados del PAN leales a su causa, a detener en San Lázaro la Ley de Seguridad Interior.

“No entendemos por qué hace eso si nuestros gobernadores insisten en que es necesario darle certeza a la participación de las Fuerzas Armadas”, agregó Gil Zuarth.

El bloque senatorial panista rebelde adelantó que serán ellos quienes, desde su trinchera, trabajen por sacar adelante la Ley de Seguridad Interior, así como la reducción del excesivo financiamiento de los partidos políticos y la propuesta de gobernadores panistas de ajustar el Sistema de Justicia Penal Acusatorio.

ARREGLOS BAJO LA MESA

Desde el frente externo, Margarita Zavala reveló que en una conversación con Ricardo Anaya, este le confesó que había un acuerdo con Alejandra Barrales a fin de que la candidatura del Frente a la Presidencia de la República fuese para un panista en tanto que la candidatura del Frente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, fuese para un perredista.

¿Y qué creen? Pues que Anaya sería el candidato a la Presidencia y Barrales a la Jefatura de Gobierno. Asunto arreglado.

Por ello Zavala no sólo exige abrir el juego, sino que Anaya se haga a un lado. Como Presidente del PAN le correspondería hacer el acuerdo dentro del Frente, pero para un candidato del PAN que no fuese él.

“No le tengamos miedo a la discusión, tengamos miedo a la indefinición por falta de valor”, le dijo a Anaya.

“Nos tenemos que sentar, nos tiene que convocar el líder nacional quien se encarga y debe encargarse del liderazgo y de dirimir controversias no de armarlas”, subrayó.

A lo que Anaya no puede seguir jugando, dijo Zavala, es a seguir en esta inercia… “no podemos seguir con las indefiniciones. Acción Nacional no se lo merece”.

GAMBOA CUMPLE LA INSTRUCCIÓN

Conociéndolo, uno sabe que Emilio Gamboa no es un político voluntarioso.

El yucateco simplemente no da paso sin objetivo ni consenso. Y si hizo un sondeo sobre preferencias electorales presidenciales entre sus legisladores, fue porque se lo “pidieron”.

¿Habrá que aclarar que si alguien sabe quiénes son los preferidos de los 4 mencionados por Gamboa entre los senadores del PRI es precisamente Gamboa?

¿Será necesario comentar que quien menos necesita un sondeo sobre preferencias presidenciales entre los senadores tricolores es Gamboa?

Si el coordinador de ese grupo hizo un sondeo es porque “alguien” de fuera necesitaba medirlo por su propia cuenta.

De ahí el método seguido: una especie de voto que debió ser llenado por cada uno de los senadores tricolores, y luego colocados en un sobre que debieron ser sellados por ellos mismos. para que Gamboa los entregue así al presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza.  

¿Qué 3 senadores decidieron no participar? ¡Hombre, pues qué pena!