Cree Aguilar Morales en “sueño americano” con trabajo en toda América Latina

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Ciudad de México, México.– El sueño americano existe y se puede lograr con trabajo, lealtad y dedicación en todos los países de América Latina, no sólo en los Estados Unidos, afirmó el Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), al inaugurar los trabajos de la Tercera Reunión Regional para América Latina y el Caribe de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas

México al igual que muchos países de la región enfrenta la migración interna, del campo a la ciudad, forzada por la marginación y la extrema pobreza, pero también la migración hacia afuera del país, en busca de lo que hasta hace poco, la propaganda norteamericana denominaba el “sueño americano”, dijo.

Un sueño “que claramente ha perdido su maquillaje y enseñado su verdadera cara, perdón por la expresión, como una pesadilla por las nuevas restricciones migratorias en Estados Unidos sustentadas en la discriminación y por los constantes abusos que pretenden justificarse en el idioma y el color de la piel”, lamentó el Ministro Presidente.

La Ministra Margarita Luna Ramos, Presidenta del Comité Interinstitucional de Igualdad de Género de la SCJN y Directora Regional para América Latina y el Caribe de la IAWJ, manifestó que “hoy trascendemos las fronteras de nuestros países, rompemos las barreras del idioma, de la raza, de la cultura, conscientes de que nuestra meta no se reduce a una noble causa altruista, sino a la lucha por el avance de los derechos humanos y el acceso a la justicia de todas las personas en condición de vulnerabilidad”.

Al dar la bienvenida a juezas de Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Perú, República Dominicana, Paraguay, Trinidad y Tobago, Australia, España, Estados Unidos y Francia, destacó que el trabajo compartido en estos días “nos acerca a buscar las mejores prácticas en la impartición de justicia, que permitan desdibujar toda situación que lacera y discrimina a los grupos vulnerables”.

Los Ministros Aguilar Morales y Luna Ramos estuvieron acompañados de las Juezas Susana Medina de Rizzo y Graciela Medina, Presidenta y Directora Regional para América Latina, respectivamente, de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ, por sus siglas en inglés); y el Magistrado Álvaro Augusto Pérez Juárez, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.

El Ministro Aguilar Morales señaló que en México y América Latina se ha avanzado mucho en el combate a la violencia de género, pero todavía no es suficiente, por lo que consideró relevante que en este encuentro se analicen las diferentes formas en que se presenta el fenómeno, que incluyen la migración, el ciber-acoso y la trata de personas.

Recordó que desde los tribunales todos los días se tiene claro que la titularidad de los derechos no atiende a cuestiones raciales, de género, de religión, o de estatus migratorio y que esta disposición es norma constitucional en México.

Consideró muy importante que se hayan elegido temas tan álgidos para ser sometidos a la revisión en los criterios de la tarea judicial porque estas situaciones ameritan ser revisadas por las y los juzgadores con sumo cuidado.

“Ya tenemos en innumerables resoluciones mucho por compartir respecto de los criterios que se han sostenido y las jurisprudencias que se han formado. También de los prejuicios y preconcepciones que no se han logrado abandonar. A pesar de todos los esfuerzos, no hemos podido superar las amplias brechas de desigualdad económica en nuestros países, y la pobreza es un signo que todavía nos marca”, dijo.

La migración, en muchas ocasiones, se da porque las personas y grupos humanos buscan una vida mejor y un futuro promisorio, dejando atrás lo poco que tienen en la aspiración de un cambio radical en sus condiciones de vida, destacó el Ministro Presidente.

Enfatizó que la migración ligada a la pobreza también ha traído aparejada la trata de personas y que los estados del sur de México muestran que los flujos migratorios coinciden con abusos que encuadran en el tipo penal de trata de personas, y en el caso de mujeres migrantes, es muy frecuente que además sufran la explotación sexual.

En México, explicó, hay políticas públicas que buscan atacar el fenómeno y se han dado casos en que la víctima de este ilícito narra los hechos de un modo en su primera declaración y después se retracta, por lo que es indispensable conocer la manera en que operan los tratantes y la relación perversa que construyen con las víctimas.

No todos los problemas sociales se judicializan, pero en muchos de nuestros países el Poder Judicial está jugando un papel preponderante en la construcción de la democracia y la búsqueda de salidas a los flagelos de violencia, discriminación y machismo que nos aquejan, concluyó.