Ciudad de México, México.– De cara al inicio del Proceso Electoral 2017-2018, y ante mujeres que militan en partidos políticos, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), la ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda, y el Tec de Monterrey plantearon la necesidad de impulsar el empoderamiento femenino para que en los comicios del próximo año obtengan más candidaturas y cargos públicos.
Con esa visión, el IECM y el Tec de Monterrey organizaron el seminario “Liderazgo político con perspectiva de género”, para poner sobre la mesa del debate público la importancia de exigir el cumplimiento de la paridad que establece la norma electoral, a efecto de que la participación de las mujeres en la vida pública sea cada vez más representativa.
La presentación del seminario fue encabezada por Chinchilla Miranda, quien es Profesora Visitante Distinguida de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública Tecnológico de Monterrey, y bajo el lema “Hay Otro México en Curso” ofreció la conferencia magistral “La perspectiva de género en la construcción del liderazgo político en América Latina”.
En su intervención, la ex mandataria de Costa Rica recordó que en los comicios de 2015 encabezó una misión de observación electoral a cargo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde percibió que el IECM está a la vanguardia en la organización de los procesos electorales, lo cual refrendó ahora con el seminario de capacitación para promover y fortalecer el liderazgo político de las mujeres rumbo al Proceso 2017-2018.
“Apostar por la equidad de género, como bien ya lo han subrayado muchísimos organismos internacionales, no solamente es una estrategia éticamente correcta, sino también económica y socialmente conveniente.
“La mujer, a través de su participación en la vida política, no solamente permite enriquecer la formulación de políticas públicas e incorporar nuevas formas de liderazgo, también nos permite mejorar la confianza en el sistema político, e inspirar a muchas más mujeres a incorporarse al proceso y crear sociedades más tolerantes”, expuso la consultora.
En la presentación del seminario también participaron el Consejero Presidente del IECM, Mario Velázquez Miranda; la Consejera Electoral Gabriela Williams Salazar; el ex consejero del Instituto Nacional Electoral (INE) Arturo Sánchez Gutiérrez, y el Director de la sede Monterrey de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública Tecnológico de Monterrey, Pablo de la Peña Sánchez.
Durante su ponencia, Velázquez Miranda abordó el tema: “El papel del IECM en la construcción del liderazgo femenino”, donde destacó que a lo largo de casi dos décadas, el Instituto ha implementado diversas acciones encaminadas a hacer valer el derecho de las mujeres a participar en la política, reflejadas principalmente en el registro de sus candidaturas y en la aplicación de los recursos destinados a los partidos para actividades específicas con perspectiva de género.
“Es necesario que los partidos políticos asuman el gran reto y la necesidad que se tiene de alentar los liderazgos femeninos porque debemos reconocer que la participación de la mujer siempre ha sido mayoritaria en la organización de los procesos electorales, en la logística de la integración de las mesas de casilla y en la emisión del voto de diferentes procesos”, expresó el titular del IECM.
A su vez, Williams Salazar destacó que entre los desafíos de cara al Proceso Electoral 2017-2018 está la integración de las mujeres en puestos de decisión pública, pero también es necesario hacer políticas públicas a favor de otros sectores, como la juventud y los indígenas, pues a lo largo de la historia han estado sub-representados.
Destacó que la formación de liderazgos debe tener su origen desde la infancia, y debe ser reforzada en la juventud porque “tal y como lo ha expresado la Premio Nobel de la Paz, la joven Pakistaní, Malala Yousafzai: ‘La educación es un poder para las mujeres’, es decir, más educación equivale a más poder”.
En tanto, el ex consejero del INE consideró que los partidos políticos deben ir más allá de lo que establecen las normas electorales para garantizar paridad de género, esto es por ejemplo, que el porcentaje establecido para actividades con perspectivas de género no sea una limitante, sino el mínimo que debe ser respetado.
