A través de una proposición de punto de acuerdo, el parlamentario perredista pidió a los legisladores integrantes de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión intervenir y hacer el exhorto respectivo a las secretarías de Energía (Sener) y de Economía (SE), así como a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y a Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Específicamente propuso que se les exhorte a establecer los mecanismos para de verdad reducir los precios de venta de primera mano de PEMEX a fin de que se generen las condiciones de mercado competitivo de venta final de gas LP en beneficio de los consumidores, con base en el decálogo del Ejecutivo Federal sobre los supuestos beneficios de su reforma energética.
Recordó que según dicho decálogo –publicitado en 2015-, los beneficios de dicha reforma se concretarían a partir de 2017 y consistirían en reducción en los precios de energéticos –en particular electricidad y gas-, adicionales inversiones en el sector, más recursos para el presupuesto y programas sociales, y fortalecimiento de PEMEX y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Todavía en enero de 2015, el presidente Enrique Peña Nieto descartó encarecimientos mensuales de gasolina, diésel y gas licuado de petróleo; sin embargo, el precio de este último en lo que va de 2107 se disparó hasta en 36.5 por ciento para consumidores domésticos de varias entidades.
Ni siquiera el pretexto de referencia internacional por parte del gobierno y las empresas distribuidoras y comercializadoras para argüir este encarecimiento realmente lo justifica, pues en el mercado internacional hubo un descenso de 6.7 en tales precios.
Lo anterior indica –afirmó el legislador federal perredista en su propuesta de punto de acuerdo- “que los distribuidores de Gas LP trasladaron al consumidor aumentos que no había en el mercado internacional”.
Esto último, agregó, confirma la advertencia de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) en el sentido de que “sociedades de consumo” como la mexicana, tienden a hacer a los consumidores víctimas de prácticas y abusos comerciales.
Lo anterior es cuanto más válido si se considera que, como lo señala la misma PROFECO, el Gas LP es una vital fuente de energía porque es el principal combustible de uso doméstico en el país, pues en 70 por ciento de hogares se utiliza.
Esto “exige a la Procuraduría fortalecer su marco regulatorio para evitar perjuicios a los consumidores y sancionar los posibles abusos de quienes comercializan dicho energético”, pero también las instancias mencionadas deben hacer su parte, concluyó el legislador del Sol Azteca.
