En el reporte publicado por la agencia se considera que Pemex mantiene un papel crítico y estratégico para México por su importante aportación a los ingresos del sector público y que contaría con el respaldo del Gobierno Federal en caso de un escenario financiero adverso. Para Pemex, esta decisión resulta positiva porque reconoce lo que la actual administración viene realizando para fortalecer su posición financiera, lo cual reduce la necesidad de apoyo del Gobierno.
Entre las acciones adoptadas por Pemex establecidas en su Plan de Negocios 2017-2021, se encuentran la disciplina financiera, la aplicación de un amplio programa de austeridad y la canalización de inversiones a los proyectos más rentables. Lo anterior permitió logar resultados positivos en los últimos dos trimestres, lo que no se presentaba desde hace 6 años.
Pemex está aprovechando las herramientas que le brinda la Reforma Energética para impulsar asociaciones y alianzas estratégicas en toda la cadena de valor. En este sentido, se formalizó el primer farmout con la empresa BHP Billiton para desarrollar el campo Trion, así como el consorcio con Chevron e Inpex para el bloque 3 Norte, ambos de aguas profundas. Asimismo, en días pasados Pemex ganó la licitación para desarrollar dos campos en aguas someras con las petroleras DEA y Ecopetrol respectivamente, y están en proceso cuatro nuevos farmouts para la exploración y producción en diversos campos marinos y terrestres.
Pemex también ha establecido asociaciones en transformación industrial, suscribiendo un acuerdo con Air Liquide para el suministro de hidrógeno en la refinería de Tula. En logística se firmaron contratos con la empresa Tesoro para rentarle capacidad de transporte por ductos y almacenamiento de petrolíferos en el noroeste del país. Se cumplió así la primera fase de la temporada abierta y próximamente se anunciará el calendario para la segunda etapa.
Estas medidas han permitido reducir la tasa de interés a la que Pemex contrata riesgos y le han brindado mayor certidumbre, transparencia y competitividad. El objetivo fundamental es lograr equilibrio financiero en los próximos tres o cuatro años.
La perspectiva estable de México refleja, de acuerdo con la calificadora, una expectativa de continuidad en las políticas económicas de los próximos dos años, junto con la política fiscal que ha restringido el nivel general de deuda del Gobierno Federal. Standard & Poors prevé una amplia continuidad en la política económica de México posterior a las elecciones de julio de 2018 y que no se interrumpa la instrumentación de las reformas económicas recientes.