El doctor Leopoldo Herrera Gómez, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital de Traumatología “Dr. Victorio de la Fuente Narváez”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afirmó que el padecimiento se ha convertido en un problema de salud pública por la prevalencia, impacto y repercusión económica, y es considerada por el Seguro Social como la principal causante de incapacidad laboral.
Asimismo, es la octava enfermedad de atención en medicina familiar, con un promedio de 908 mil pacientes al año, y la primera en medicina física y rehabilitación.
Herrera Gómez explicó que hay causas físicas, neoplásicas o degenerativas, donde el canal lumbar estrecho se va degenerando y comprimiendo.
A diferencia de la lumbalgia, cuyo dolencia se concentra específicamente en la espalda, la lumbociática paraliza a la persona con un dolor tan intenso que no permite movimiento o erguirse. Éste se da posterior a un esfuerzo físico que origina que se rompa el anillo fibroso y la estructura pulposa que comprime al nervio, lo que comúnmente se conoce como hernia discal.
El tratamiento médico, destacó, va dirigido a controlar el dolor con un relajante muscular y medidas generales como el reposo, dormir en colchón duro, para que la flexión de la columna no sea mayor; dormir recostado al lado contrario del dolor y colocar una almohada entre las rodillas para evitar que haya más elasticidad del nervio ciático, así como usar zapato bajo.
Otras medidas que resultan eficientes son la práctica de la natación y ejercicios de higiene de la columna, como no agacharse porque esa posición también genera presión. Es mejor ponerse de cuclillas para levantar un objeto pesado y fortalecer los músculos.
En lo que se refiere a higiene postural, el especialista comentó que la posición al sentarnos en una silla ergonómica debe ser con una buena alineación de la columna y las extremidades como medidas generales muy efectivas, aunado al tratamiento médico con antiinflamatorios.
Finalmente, recomendó que si el dolor se presenta de manera repentina, debe aplicarse calor local, tomar algún analgésico y estar en reposo. Una vez estabilizado el paciente, debe acudir a su Unidad de Medicina Familiar para realizar un diagnóstico clínico y que el médico determine cuál es el mejor tratamiento.
Cuando la lumbociática no cede con analgésicos y antiinflamatorios, se requiere de tratamiento quirúrgico para retirar el disco intervertebral y liberar la raíz nerviosa afectada por la compresión, concluyó.