El primero caso lo llevó a un rápido e inesperado encuentro en Cancún con Luis Almagro, secretario general de la OEA, y el segundo lo obligó a replantear su abrupta y peligrosa relación con un grupo de priìstas inconformes.
En su reunión con Almagro, el líder nacional priísta estuvo acompañado por el gobernador electo de Coahuila, Miguel Riquelme, la secretaria General del CEN, Claudia Ruiz Massieu; el secretario de Operación Política, Héctor Gómez Barraza; la secretaria de Asuntos de las Personas con Discapacidad, Claudia Anaya Mota y la presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas, senadora Hilda Flores Escalera.
En los días previos, Almagro se reunió con Ricardo Anaya y Guillermo Anaya, presidente del PAN y candidato perdedor en la contienda a gobernador en Coahuila.
Ambos pidieron a Almagro la intervención de la OEA para anular el proceso electoral del pasado 4 de junio en Coahuila, debido a un supuesto fraude.
Durante este encuentro Almagro recibió copia del expediente con el cual el PAN –con el aval de otros cinco excandidatos-, pretende que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anule el proceso.
En su reunión con Almagro, el grupo de dirigentes priístas y el declarado gobernador electo Riquelme, entregaron a su vez otros muchos documentos que, dijeron, muestran un proceso no sólo limpio, sino masivo al que acudió el 64 de los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal.
En esa documentación se destaca que el proceso fue vigilado y operado por miles de ciudadanos cuyo trabajo quiere ahora ser impugnado por el PAN, su candidato perdedor y otros 5 aspirantes.
Ochoa Reza le pidió a Almagro esperar al fallo que dará el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el resto de las instituciones electorales involucradas, a lo cual el secretario general de la OEA estuvo de acuerdo.
El dirigente nacional priísta indicó que se logró exponer ampliamente los argumentos que confirman que el proceso electoral en Coahuila tuvo una votación libre, y que al final dejó como ganador al candidato del PRI.
Ochoa Reza se congratuló ante Almagro por la decisión de enviar a observadores durante las elecciones federales y estatales de 2018.
“Consideramos que esa observación será un elemento de fortalecimiento para el proceso electoral y por supuesto que contará con todo el apoyo institucional de nuestro partido”, le prometió.
Finalmente convinieron establecer una agenda común en materias de migración, tareas a favor de las personas con discapacidad y acciones para prevenir la violencia política de género.
En fin, Ochoa Reza y su grupo lograron que Almagro metiera el expediente del PAN sobre el supuesto fraude en Coahuila en el fondo de su archivero.
ACERCAMIENTO
Casi al mismo tiempo, evidentemente con la instrucción de Ochoa Reza –y muy posiblemente desde Los Pinos-, el secretario general de la CNOP, el senador con licencia Arturo Zamora, dio un giro total a sus declaraciones de apenas 48 horas antes para abrir el diálogo con un grupo de priístas inconformes.
Zamora, quien los había acusado de pretender destruir al PRI, ahora los exhortó a dialogar y exponer abiertamente dentro del PRI sus demandas, inconformidades y quejas.
“El PRI es y será un espacio abierto a la reflexión colectiva, plural y propositiva. Que nadie tenga duda”, rectificó.
El político jalisciense invitó a los rebeldes a trabajar unidos y con plena responsabilidad en los trabajos rumbo a la XXII Asamblea Nacional, “y para encaminarnos al triunfo en el 2018.
“La XXII Asamblea Nacional será el parteaguas hacia la construcción de un partido aún más competitivo y representativo, capaz de conducir las transformaciones que el país requiere”, les explicó
Para ello les pidió ir a un debate amplio, con sentido autocrítico y constructivo sobre el proyecto nacional al que aspira el PRI, así como analizar lo que va bien y lo que deben mejorar sus gobiernos en alianza con los ciudadanos.
“Tenemos confianza, identidad y principios; pero sobre todo, tenemos unidad y cohesión; continuaremos consolidando el partido plural y popular de la mayoría ciudadana y de sus causas, el partido de los resultados de gobierno”, concluyó.
Previamente, a través de la exgobernadora de Yucatán y exsecretaria general del CEN del PRI, Ivonne Ortega Pacheco, el grupo disidente había justamente pedido diálogo a la directiva nacional de Ochoa Reza y la posibilidad de presentar propuestas propias durante la XXII Asamblea Nacional prevista a concluir el 12 de agosto próximo con la asistencia del presidente Enrique Peña Nieto.
¡QUE RENUNCIE!
El reclamo planteado por el senador Ernesto Cordero para que el Consejo Permanente del PAN analice y discuta la renuncia de Ricardo Anaya a la dirigencia del blanquiazul, cobró fuerza ayer al sumar a otros senadores y diputados afines a la candidatura de Margarita Zavala.
El exsecretario de Hacienda del régimen de Felipe Calderón consideró que Anaya sufrió una grave derrota que debe ser saldada con su salida de la presidencia del PAN, como en su tiempo ocurrió con Germán Martínez.
De acuerdo a este grupo, Anaya perdió en el Estado de México y ahora quiere ganar en tribunales lo que perdió en las urnas en Coahuila.
Codero exigió a la dirigencia panista hablar claro y no darle vueltas a las derrotas del 4 de junio, atribuidas todas a Ricardo Anaya, dijo.
QUE COMPAREZCAN
La sesión semanal de la Comisión Permanente encabezada por el senador Pablo Escudero se convirtió ayer en un tribunal sumario legislativo en contra del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, debido a la información de The New York Times en que se afirma que en México el régimen espía a periodistas, disidentes y defensores de Derechos Humanos.
A lo largo de la plenaria el tema central llevó a tribuna a una decena de diputados y senadores quienes argumentaron a favor y en contra del Gobierno tomando como base esta información periodística.
En una operación espejo, por el llamado “Chacalódromo”, el área para la realización de conferencias de prensa, pasaron otros legisladores para exponer ante los medios sus exigencias y puntos de vista sobre el supuesto espionaje.
Ahí se presentó Ricardo Anaya, presidente del PAN, quien aseguró que él y otros 3 miembros de su círculo recibieron mensajes en sus celulares con el virus del programa Pegasus con el cual se intentó espiarlos.
Sin embargo Anaya -quien dijo que iría hasta el fondo para saber quienes o de dónde se intentó espiarlos-, no dijo cuándo fue que ocurrió ese intento.
Así, mientras el coordinador de los diputados federales de Acción Nacional el michoacano Marko Cortés pidió la comparecencia ante la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional de Miguel Ángel Osorio Chong, Arelí Gómez y Eugenio Imaz titulares respectivos de Gobernación, PGR y el CISEN, a fin de que expliquen el supuesto espionaje denunciado por el diario neoyorquino, la PGR informaba que había abierto una investigación para dar con los espías.