Malos hábitos de las personas se reflejan en sus mascotas

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Mascotas
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Se ha comprobado que las personas con horarios de comida cambiantes, que consumen alimentos ricos en carbohidratos, azúcar y grasas y no tienen actividad física reproducen estos comportamientos en sus mascotas, apuntó.

Además, creen que para consentirlas las deben alimentar constantemente, incluso les dan de su comida, les ofrecen galletas o una ración extra como premio cuando hacen algo bien.

Un perro es obeso cuando su masa corporal supera en 20 por ciento el peso que le corresponde de acuerdo con su edad, sexo y raza, pues algunas tienen cierta predisposición genética a aumentar de peso, como el golden retriever, labrador y cocker spaniel precisó.

Muchas personas llevan a sus animales de compañía al Hospital Veterinario de Especialidades de la FMVZ no por la obesidad, sino por otros padecimientos asociados como la diabetes; problemas articulares, cardiacos o circulatorios; dificultad de movimiento, e incluso cáncer.

“Consideran que si sus mascotas están gordas son más graciosas y saludables; sin embargo, deben entender que no es así”, resaltó.

La especialista en pequeñas especies expuso que además de la alimentación, otro factor que aumenta el riesgo de obesidad es la esterilización, pero también se puede controlar. “Al practicar la cirugía se recomienda a los dueños ajustar las porciones de comida y aumentar la actividad física”.

La mejor alternativa es la prevención, remarcó: informar a las personas de la importancia de dar alimentación adecuada (en cantidad y contenido nutricional) a sus mascotas, de llevarlas a hacer ejercicio a diario y no ver a la comida como una forma de consentirlas o de motivarlas a realizar alguna actividad.

Además, es fundamental que reconozcan cuando su animal de compañía tiene obesidad o sobrepeso, y entender que esta condición no sólo está relacionada con la apariencia, sino con la salud, de este modo será más probable que busquen ayuda, concluyó.