Durante la presentación del libro “Guía de programas institucionales de apoyo a la mujer rural 2017”, la también secretaria del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), afirmó que la desigualdad entre mujeres y hombres encuentra las más crudas expresiones en el campo.
Las mujeres rurales trabajan más y ganan menos que los varones, laboran 31 horas más que ellos, 89 horas semanales en promedio, recibiendo un ingreso por hora de 23.50 pesos.
En educación, 85 por ciento tiene como nivel máximo de escolaridad la educación básica o no cuentan con ningún estudio.
En los últimos años, los recursos destinados a programas en la materia han tenido una tendencia creciente, pero “siguen siendo equivalentes al doble de lo que se destinaba en el 2005 y 2006”.
El año pasado, continuó, se destinaron más de 352 mil millones de pesos (mdp) para el Programa Especial Concurrente (PEC) y para este año se aprobaron más de 300 mil mdp.
En una época donde las finanzas públicas se tuvieron que recortar, es necesario reforzar eficacia y eficiencia de los programas gubernamentales, y esta obra busca generar sinergias para que las acciones del gobierno federal se traduzcan en mejores ingresos y condiciones de vida para las mujeres rurales.
Guerrero Coronado refirió que entre septiembre de 2015 y julio de 2016, el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario y a la Mujer Rural (Pronafim), otorgó créditos por más de 2 mil 121 mdp, beneficiando a 600 mil microempresas en mil 764 municipios.
Más de 100 mil microempresarias agrícolas fueron capacitadas, para sacar adelante sus proyectos productivos. “Estas y otras acciones han sido factores para incrementar la productividad del campo mexicano con resultados medibles”, aseveró.
Las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental para la seguridad y soberanía alimentaria de las naciones; desafortunadamente, las condiciones de vida de la mayoría de ellas no son proporcionales a sus sobradas contribuciones económicas y sociales, expresó.
La obra es guía para el empoderamiento de la mujer en el México rural al contener información práctica que les permita tener acceso a programas. Este evento, organizado por el CEDRSSA, refrenda su compromiso de generar conocimientos que sirvan para mejorar la calidad de vida de las personas dependientes del campo.
La presidenta de la Comisión Especial de Seguimiento al Programa Especial Concurrente anexo 11.1, Karina Barón Ortiz (PRD), indicó que existen “grandes muros” en las reglas de operación en programas destinados al campo. “Debemos insistir en flexibilizarlas, a fin de garantizar su acceso en beneficio de las mujeres rurales, sobre todo, aquellas que viven en entidades que requieren mayor presupuesto”.
Destacó que las mujeres rurales son objeto de pobreza, discriminación y violencia, que vulnera sus derechos humanos y genera se agudicen sus condiciones de precariedad. Aunado a ello, no tienen acceso a medios y programas que les permitan su desarrollo como lo marcan nuestras leyes y tratados internacionales.
En tanto, acotó, la Organización de Naciones Unidas (ONU) señala que la mujer rural posee sólo 2 por ciento de la tierra a nivel mundial y únicamente recibe uno por ciento de los créditos para la agricultura.
“Tenemos que cerrar la brecha de la desigualdad y para hacerlo, debemos generar reglas de operación prácticas y mejores presupuestos, porque estos no son suficientes o no llegan”, enfatizó.
La situación de las mujeres rurales se agudiza más ante el fenómeno migratorio, el desplazamiento de sus parejas obliga a que queden al frente del hogar. En este sentido, propuso crear centros especializados regionales, que contengan información sobre sus derechos y la vinculación interinstitucional para la elaboración y gestión de propuestas que mejoren sus condiciones de vida.
El director general del CEDRSSA, Héctor Hugo Olivares Ventura, resaltó que México necesita poner en práctica nuevas políticas y acciones de gobierno que contribuyan cada vez más a incrementar la producción y reducir desigualdades. “Nada de esto será posible, sin la participación plena de la mujer”.
Sin duda, la mujer rural es un factor determinante en la estructura social y en la actividad productiva del campo, ahí están dirigidos los programas de los diferentes ramos y vertientes. Ante ello, la obra es un esfuerzo editorial para difundir los diversos programas orientados a apoyar a las mujeres del campo con una visión integral.
El objetivo, es reunir la información básica para el ejercicio de los recursos que tienen como fin apoyar al campo desde una perspectiva en la que la mujer es y debe ser actora insustituible, acotó.
La subsecretaria de Desarrollo Rural, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Mely Romero Celis, sostuvo que el año anterior la capacidad de atención de la dependencia fue del 10 por ciento, por lo que propuso generar programas con presupuestos que atiendan estas realidades.
Esto, dijo, debido al aumento de la demanda, la cual fue de 570 mil mdp, versus un presupuesto de 62 mil mdp, aproximadamente, dejando a muchas personas desilusionadas.
En lo que va del 2017, el PEC presenta, para paquetes de autoconsumo, una demanda de 700 millones de pesos, cuando tenemos una capacidad presupuestal de 350 mdp. “Entonces, la capacidad real de atención es de 50 por ciento de la demanda”.
En los proyectos de producción primaria y agregación de valor, continuó, se tiene una demanda de sólo 17 por cierto. “Si no podemos atender la demanda que nos solicitan, generamos decepción, desánimo y comentarios en el sentido de que no llegan los programas o que los recursos no atienden a quien realmente los necesita”, expresó.
La obra, manifestó, es una guía de programas institucionales de apoyo a la mujer rural 2017, y herramienta valiosa para atender mejor los 20 programas contenidos en ella que instrumentan siete dependencias gubernamentales. Sin embargo, precisó, “no es suficiente, se tiene que facilitar el acceso a ellos”.
Al evento, acudieron el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, José Bermúdez Méndez (PAN) y el integrante de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego, diputado Francisco Javier Santillán Oceguera (PRI), así como representantes de diversas organizaciones en la materia.