En el “Oceanic Exchanges: tracing global information networks in historical newspaper repositories, 1840-1914”, se buscará conectar hemerotecas digitalizadas a través del uso de métodos computacionales. “Ya se había hecho algo así en el campo de las ciencias duras, pero en este proyecto se abordarán las disciplinas humanísticas; en este sentido, el trabajo es pionero”, afirmó Isabel Galina Russell, delInstituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de esta casa de estudios.
Ella, junto con Ernesto Priani Saisó, académico de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), fueron seleccionados como investigadores socios en nuestro país para este proyecto, en el que colaboran además investigadores de otros organismos de México, Alemania, Países Bajos, Finlandia, Reino Unido y Estados Unidos.
Es importante no sólo por su carácter internacional, sino porque cuenta con nueve agencias de financiamiento; “en nuestro caso, lo recibimos por parte del Conacyt. Con este esquema de cooperación se demuestra la voluntad de cooperar en proyectos innovadores e interesantes”, subrayó.
Esta investigación, abundó, busca romper las fronteras conceptuales, institucionales y políticas que han limitado el uso de grandes bases de datos en las humanidades.
Actualmente, las colecciones de periódicos suelen encontrarse en sus respectivos repositorios nacionales, y aunque se haga la versión digital, generalmente las búsquedas ocurren sólo en esos corpus; por ello, la idea es tratar de unirlos y hacer búsquedas transnacionales de periódicos digitalizados, indicó.
“Nuestra participación será contribuir, a través de la minería de datos, a que los periódicos mexicanos formen parte de un gran corpus, y ayudar a trazar e identificar los flujos de información que permitan mostrar las conexiones históricoliterarias entre publicaciones de todo el mundo.
“Esto dará la posibilidad de crear un modelo computacional para la investigación en hemerotecas digitales. Así, la conexión virtual entre repositorios hemerográficos de distintas partes del mundo y la creación de herramientas para el análisis de los datos ofrecerá a los académicos una aproximación innovadora a una de las fuentes esenciales para la historia de los siglos XIX y XX”, destacó.
Así, ejemplificó, podremos ver cómo una noticia publicada en un diario de Europa fue manejada en otro país, y cuánto tiempo después se dio a conocer.
Cabe aclarar que el nivel de acceso a la información variará de acuerdo con las condiciones de cada colección, porque las de la UNAM son de acceso abierto, pero no sucede lo mismo en todos los casos.
Este trabajo también permitirá formar recursos humanos, por lo que se buscará incorporar a becarios en áreas como historia, letras y bibliotecología, “aunque también necesitamos trabajar con gente de ciencias de la computación, ingeniería lingüística e informática, con sensibilidad en las áreas humanísticas”.
Asimismo, precisó, esta participación permitirá extender contactos y laborar en forma colegiada con académicos de otros países; desde ese punto de vista, uno de los grandes retos será la coordinación a distancia de los equipos de trabajo.
Finalmente, Galina Russell explicó que dentro de esta convocatoria internacional se eligieron en total 14 trabajos. “Como universitarios, es un orgullo haber sido seleccionados para colaborar, porque somos un país que cuenta con ricos acervos culturales, y uno de ellos son los periódicos históricos del siglo XIX”.