Al dictar la conferencia “Interacciones socio-emocionales en condiciones de navegación espacial”, en la Segunda Semana de la Cosmonáutica en México, la catedrática explicó que los viajes tripulados al espacio conllevan desafíos psicológicos en los cosmonautas porque padecen aislamiento, fatiga, depresión, monotonía, tensiones interpersonales y confinamiento, así como alteraciones físicas.
Durante su participación en el panel internacional de expertos Misión a Marte. Vuelos tripulados, realizado en la Escuela Superior de Medicina (ESM), Jiménez López sostuvo que estas alteraciones son consecuencia de la falta de convivencia con sus seres queridos, por las relaciones sexuales suspendidas que provocan, entre otras cosas, aislamiento social cuando se reintegran a la Tierra.
Por ello, consideró necesario que durante los viajes al espacio existan los medios para facilitar la interacción social y los astronautas cuenten con una mayor privacidad, autonomía y territorialidad; además el diseño de espacios para que puedan jugar.
Asimismo, es importante una mayor atención a los factores interpersonales para que la tripulación tenga una adecuada convivencia que conllevará a resultados exitosos en las misiones espaciales, agregó Jiménez López.
En su oportunidad, Anatoli P. Artsebarski, cosmonauta y héroe de la entonces Unión Soviética se refirió a los cambios físicos que sufrió cuando viajó al espacio.
La columna vertebral crece de dos a tres centímetros; permanentemente tienen la sensación de frío en los pies pese a que están a temperaturas promedio de 26 grados Celsius; se acentúa la visión, sufren de dolores de cabeza, náuseas y el cuerpo desconoce el estado de ingravidez en que se encuentran.
Pese a los inconvenientes de viajar al espacio exterior, Anatoli P. Artsebarski, afirmó que el espacio se tiene que conquistar y no temerle.
