En el tiempo que lleva Peña Nieto en el gobierno, casi cinco años, de mentira en mentira hemos sabido que los matraqueros, los merolicos, los lirones y los taxistas del PRI han hecho alarde de que la economía nacional ha crecido suficientemente para alimentar al pueblo y que, por boca del propio Peña Nieto, el país no está en crisis, cuando la crisis la sentimos los mexicanos hasta los huesos; no la sienten ni la clase política, a la que comanda Peña Nieto, ni los ricardos aglutinados en la Coparmex y en las cúpulas empresariales locales y extranjeras.
La pobreza y el hambre, el desempleo y el empleo mal pagado, se han enseñoreado y siguen enseñoreándose de este país y así será hasta que Peña Nieto le entregue la banda presidencial al ganador de la contienda electoral del 2018, que si bien fuéramos honestos no sería ni del PAN, ni del PRI, sino de Morena, con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza. A ello es a lo que le teme lo que el tabasqueño denomina con desdén “la mafia en el poder”, que va a intentar por todos los medios que el tabasqueño se quede en el camino. como ha ocurrido en las dos ocasiones anteriores. Primero, era un peligro para México. Ahora es un peligro para la educación.
Los periodistas a modo no estarán de acuerdo, de ninguna manera con este escribidor a quien acusan de antisistémico, pero la realidad me da la razón desde que he sostenido que la economía no levanta ni para atrás ni para adelante. No me gusta ser matraquero de alguien que vive de la mentira y el engaño. No me enseñaron a ser mentiroso y ahora los propios economistas de Peña Nieto me dan la razón, como lo dejaron plasmado en las páginas de El Universal digital: La Economía (mexicana) no crece como prometió el gobierno… Apretón equivale a 0.2% del PIB; menor a ejercicios de 2015 y 2016; Hacienda anticipa expansión de entre 2% y 3% para el próximo año… Con un escenario más optimista, prudente y realista para 2018, cuando se espera que la economía crezca 2.5%, el gobierno federal hará un modesto recorte al gasto programable de 43 mil 800 millones de pesos, que le ayudará a cumplir con el compromiso de reducir la deuda pública, de acuerdo con los PreCriterios Generales de Política Económica (PCGPE).
La expectativa es que para el próximo año la economía avance entre 2% y 3%. Con dichos ajustes para 2018, la tasa de crecimiento promedio entre 2015 y 2018 es de 2.3%, lejos de la expectativa que anticipaba la dependencia a principios de este sexenio, en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo, donde en ese lapso calculó una expansión de 5% con la contribución de las reformas estructurales.
El economista en jefe de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Madrazo Lajous, dijo que no se ha logrado esa meta por la caída de los petroprecios y la menor producción industrial en Estados Unidos.
“Efectivamente, en los últimos años el crecimiento ha sido menor a lo esperado, dada la expectativa de las reformas estructurales, pero ha sido mejor al que uno podría razonablemente esperar dado el contexto externo particularmente la producción industrial en Estados Unidos y el desempeño del mercado petrolero”, argumentó. Mal de muchos consuelos de pentontos.
De concretarse el recorte, se trata del cuarto año consecutivo en que el gobierno se ajusta el cinturón pese a que para 2018 se prevé mejore el entorno global. Para 2018, año de elecciones presidenciales, el recorte que se plantea es el más bajo en comparación con anteriores, cuando se tomó esta medida ante la caída de los petroprecios, la incertidumbre en torno a la desaceleración en China, la normalización de la política monetaria en Estados Unidos y su proceso electoral.
La SHCP destacó que el apretoncito para 2018 equivale a 0.2% del Producto Interno Bruto (PIB), que se compara favorablemente con los de 2015 y 2016 de 1.3% y 1.5%, respectivamente. Pero es que van a dar dinero a manos llenas a los partidos políticos y candidatos para que lo dilapiden en propaganda electoral. Sin embargo, como consecuencia de la expectativa de una recuperación de la economía y de los ingresos presupuestarios mayores en 141 mil 300 millones de pesos, el gasto neto presupuestario pagado crecerá 71 mil 300 millones; es decir, 1.4% más respecto a lo aprobado en 2017.
En los PreCriterios 2018 que la SHCP entregó al Congreso se actualizaron las proyecciones macroeconómicas para este año, donde destacaron los ajustes de un menor crecimiento de la economía y una mayor inflación. El pronóstico para el PIB se redujo de un rango de entre 2% y 3%, que aprobó el Congreso en el paquete económico de 2017, a uno que va de 1.3% y 2.3% para este año, en donde la SHCP propone usar una estimación puntual de 1.5% para efectos de las proyecciones de las finanzas públicas. La inflación se ajustó de 3% que le dieron el visto bueno los legisladores, en línea con la meta del Banco de México, a un nivel de 4.9% (5), frente a 5.4% que esperan los analistas. No se modifica el precio del petróleo contemplado inicialmente de 42 dólares por barril para este año.
Se anticipa una recaudación adicional de 30 mil 100 millones de pesos por la vía de impuestos, y de 13 mil 700 millones por ingresos petroleros, asociados a un mayor tipo de cambio. Como consecuencia mejoraron las participaciones que recibirán este año los estados y municipios, porque se prevén 26 mil 500 millones de pesos. Al respecto, el titular de la SHCP, José Antonio Meade, destacó que, en lo que va de la presente administración, las participaciones federales han presentado una tasa de crecimiento anual de 5.3% en términos reales. El secretario de Hacienda destacó que en el primer trimestre las participaciones pagadas fueron 15% más de lo estimado.
Pero no tenga puesta su fe en que la economía nacional va a resolver sus problemas. Jamás. Esa está condenada a ser fallida mientras no se cambié el modelo económico y el modelo de país. Mientras sigan en el poder los políticos tolucopachucratas, los del estado de México principalmente, los hijos de Salinas de Gortari. Y siguen ahí porque usted, mexicano agachón, lo permite. (Con información del diario El Universal)