Compra compulsiva, práctica de consumo que afecta a jóvenes y mujeres

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Cámara de Diputados
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Se trata de un fenómeno que implica la adquisición de bienes o servicios que no está totalmente justificada, ya que no se poseen los elementos necesarios para analizar si es buena idea o no adquirir algún producto, seguido de la sensación de arrepentimiento por el gasto innecesario.

El legislador federal hidalguense detalla que, según una encuesta de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el 59 por ciento de las mujeres de entre 25 y 45 años de edad, se ha arrepentido de realizar alguna compra, ya sea porque adquirió un producto innecesario, muy caro o que no era de su gusto.

Tal cifra, enfatiza el diputado González Murillo, demuestra que las encuestadas no habían tenido un proceso de consumo responsable e informado sobre qué era lo que querían, por lo que terminaron insatisfechas con su compra.

Explica que la “compra compulsiva” en la población joven, tanto masculina como femenina, responde a su falta de actitud crítica, la vulnerabilidad ante la publicidad y la inseguridad o déficit de autoestima.

Este fenómeno “vulnera principalmente a los jóvenes por su inmadurez y es una reacción ante una sensación de ansiedad que conlleva la convicción de que gastar dinero aliviará la incomodidad”, agrega el coordinador parlamentario.

Ante esa mala práctica, urgió al pleno cameral a aprobar reformas a las leyes del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), para que ambos pacten convenios con instancias públicas y privadas, con la finalidad de crear programas de orientación e información sobre consumo responsable e inteligente de bienes y servicios, dirigidos a los dos sectores de la población.

El consumo inteligente, detalla el también secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, hace referencia a la adquisición racional de bienes y servicios, sin llegar a elevados niveles de consumo que sean insostenibles para el individuo, además de que le facilita mejores condiciones económicas.

En este punto, asegura que aunque la Ley Federal de Protección al Consumidor, así como la Profeco, garantizan la educación y orientación sobre el consumo adecuado de bienes y servicios entre niños, indígenas, adultos mayores y personas con discapacidad, dejan fuera a los jóvenes, que también constituyen un sector vulnerable.

En lo que respecta a las mujeres, González Murillo destaca que gracias a su potencial, han encontrado más oportunidades laborales, por lo que sus ingresos crecen con el paso del tiempo; sin embargo, subraya que la adquisición de bienes y servicios de las mexicanas también aumenta, por lo que es necesario crear una cultura de consumo responsable e inteligente.

De aprobarse estas iniciativas de reforma, jóvenes y mujeres “tendrán una visión más exacta de lo que quieren adquirir y estarán conscientes del impacto económico de sus compras, además de que se fortalecerá a instancias como el INMUJERES y el IMJUVE”,  apuntó.