También invitó a los organismos que hagan pública la información respecto a qué empresas se les viene comprando las gasolinas y el diésel, y detalle los términos de los contratos, las fechas, montos, barriles, y la forma y destino de la entrega.
Exhortó respetuosamente a la Cofece para que realice un estudio de los mecanismos con que se obtengan las gasolinas más baratas para México y se haga público. A la CNH le pidió un estudio con diversas opciones para garantizar el abasto de gasolinas importadas.
La legisladora dijo que recientemente se dio a conocer en los medios de comunicación que Pemex registró una pérdida de 32 mil 600 millones de pesos en el cuarto trimestre de 2016. El resultado se suma a los más de 1.4 billones de pesos de pérdidas ininterrumpidas desde el último trimestre de 2012.
Añadió que la producción de crudo en el trimestre cayó 9.1 por ciento frente a un año antes, a 2.07 millones de barriles diarios, luego de recortes en el gasto y la disminución constante en algunos de sus mayores campos en aguas poco profundas, como Cantarell.
Comentó que Pemex pronostica que la producción caerá a 1.925 millones de barriles diarios este año, lo que sería el nivel más bajo desde 1980. A pesar de que México se ubica entre los grandes exportadores petroleros a nivel mundial, es un importador neto de productos refinados del petróleo, ya que no tiene suficiente capacidad de refinación para satisfacer su demanda interna ni se han hecho las nuevas inversiones necesarias para procesar crudos pesados como el tipo Maya.
Agregó que el país cuenta con seis refinerías con una capacidad total de 1.54 millones de barriles por día, pero en los últimos años ha operado por debajo de su capacidad debido a contratiempos operativos.
De manera que –subrayó- México es el segundo importador de gasolina en el mundo, con un costo para el 2015 de 12 mil 500 millones de dólares, que supuso importar 571 mil 600 barriles al día (426 mil 600 de gasolina y 146 mil de diésel), de acuerdo con información de Pemex. En los primeros ocho meses del 2016 se importaron 470 mil barriles diarios (305 mil de gasolina y 165 mil de diésel).
Para el 2017, apuntó, se estima que la importación supere los 616 mil 200 barriles diarios entre gasolina y diésel. Desde finales de 2009, el gobierno Federal aplicó el incremento mensual a las gasolinas Magna, Premium y diésel. La política de incrementos mensuales tenía como objetivo reducir el subsidio al combustible hasta igualarlo con los precios promedio en Estados Unidos, que están determinados por el mercado, a diferencia de México, donde son fijados por la Secretaría de Hacienda.
Recordó que a partir del primero de abril de 2016, cualquier empresa podría importar gasolinas y diésel, lo que se suponía tendría que reflejarse en mejores precios y en beneficio de la economía de las familias. Se estima que más de la mitad de la gasolina que se consume en México es importada y se paga en dólares.
Sin embargo, a lo largo del 2016 el costo de producción de las gasolinas que importamos aumentó, como consecuencia del alza en el precio del petróleo y del dólar, entre otras causas.
El efecto combinado, en términos de pesos, fue un incremento en el precio de la gasolina importada. En particular, la gasolina regular de la Costa del Golfo de los Estados Unidos, país al cual se le compra 80 por ciento de la gasolina importada, aumentó 39.8 por ciento, al pasar el precio a lo largo del 2016 de 8.11 a 11.34 pesos por litro.
En 2016 el precio máximo de la gasolina Magna al público aumentó 12.5 por ciento (de 13.16 a 14.81 pesos por litro), el de la Premium 4.6 (de13.98 a 14.63). El pago total por litro de gasolina Magna se integra así: precio 10.17 pesos; impuestos 5.82 (3.67 del IEPS y 2.15 del IVA), equivalentes al 36.4 por ciento del pago total. El pago total por la gasolina Premium se integra de esta manera: precio 11.23 pesos; impuestos 6.56 (4.16 del IEPS y 2.40 del IVA), que equivalen al 36.9 por ciento del pago total.
Del total de importaciones mexicanas de gasolina, 74.3 por ciento fue originaria de Estados Unidos en el 2013, para escalar a 75.1 y 81.3 por ciento en los dos años siguientes, y luego subir hasta 86.3 por ciento en los primeros 10 meses del año en curso, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Según la Agencia Internacional de Energía, dijo, México requiere inversiones para revitalizar el sector mexicano de la distribución y la refinación, cuyos bajos rendimientos han disparado las importaciones de gasolina desde Estados Unidos en torno a 50 por ciento de la demanda total. Entre otros de los suministradores externos de gasolina del mercado mexicano están Holanda, Bahamas, España, Reino Unido y Singapur.
La diputada García Bravo precisó que más de la mitad de la gasolina que se consumen en México es importada y se paga en dólares. A lo largo del 2016 el costo de producción de las gasolinas que importamos aumentó, como consecuencia del aumento en el precio del petróleo y del dólar, entre otras causas.