A diferencia de los modelos comerciales que son grandes y costosos, el Molino TrituraPET, fabricado en el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 7 “Cuauhtémoc” es una pequeña máquina eléctrica que por su tamaño puede ser transportada fácilmente y ubicada en espacios reducidos.
Asesorados por el profesor Isnardo Peláez Hernández, Armando Carmona Medel y Gustavo Adrián Álvarez Gallegos necesitaron láminas de acero, ángulos, soleras, tornillos, rondanas, bandas de hule y un motor de 3/4 de caballo de fuerza para construir el dispositivo que previamente diseñaron en AutoCAD.
Refirieron que la mayor dificultad fue reducir las dimensiones de la trituradora y ajustar la máquina al tamaño del rotor. A partir de ahí se realizaron cortes, barrenados y maquinado con fresadora y torno, después lo revistieron con una placa de acero a la que le dieron forma rectangular y aplicaron pequeños puntos de soldadura.
Los jóvenes politécnicos eligieron el acero carbono D2 para la fabricación de las cuchillas por presentar resistencia al desgaste, tenacidad moderada, alta dureza y bajo grado de oxidabilidad, además colocaron una pastilla trifásica como protección para el aparato en caso de descargas eléctricas y una tolva de alimentación.
Por sus dimensiones, sólo puede triturar botellas de refresco desechables y plásticos semejantes, pero ofrece la ventaja de poder elegir el tamaño de la pedacería y recortarla de manera uniforme, lo que facilitaría el almacenamiento, traslado y tratamiento del residuo.
Al considerar el tema de la sustentabilidad como Proyecto Aula, los politécnicos trabajan en fuentes alternas de energía y en la fabricación de un complemento que presione la botella en la tolva. Su idea es demostrar que en mayor o menor medida se puede contribuir a la solución del problema de la contaminación por plásticos.
