El exhorto propuesto por el diputado Ricardo del Rivero Martínez (PAN), destaca que el Estado de México, Guerrero, Morelos, Veracruz, Hidalgo, Chihuahua, Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa son las entidades donde se registra el mayor número de delitos cometidos contra médicos y pasantes.
En propuesta, Rivero Martínez resalta que en los últimos años, personal de salud ha sido blanco de ataques que van desde agresiones físicas, robos y hasta secuestros que, en la mayoría de los casos, culminan en muertes.
De acuerdo con la Encuesta de Violencia hacia el Personal de Salud en México, el 24 por ciento de entrevistados reveló haber sido objeto de extorsión telefónica; 23 por ciento, asalto a mano armada; 7 por ciento, extorsión directa; 7 por ciento, robo en consultorio; 6 por ciento, secuestro; 3 por ciento, levantón; 2 por ciento secuestro virtual y 1 por ciento, víctimas de violaciones, refiere el legislador.
Agrega que “aún cuando no se cuenta con cifras oficiales puntuales, los ataques evidencian que ejercer la medicina en México, se ha convertido en una profesión de alto riesgo y como bien lo externó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al-Hussein: “Nadie en México puede sentirse a salvo”.
El panista menciona que ante esta situación, los profesionales de la salud han alzado la voz para exigir mejores condiciones para el desenvolvimiento libre de su profesión, manifestándose en contra del acoso y la violencia a la que están expuestos como gremio.
La población en general es la que se ve igualmente afectada, al repercutir en la prestación de los servicios de salud; en diferentes localidades, médicos han tomado la decisión de abandonar sus espacios de trabajo derivado del peligro al que están expuestos, señala.
En el país por cada mil habitantes sólo se cuenta con 1.9 médicos, cifra que no permite cubrir las necesidades en materia de salud.
Preocupa que estos actos sigan imperando contra el personal de salud en México; por ello, se deben impulsar mecanismos que permitan garantizar la seguridad de todo el personal de salud; no se puede permitir que continúen las agresiones en su contra”.
