“No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo; porque no es lo mismo estar jodido, que estar jodiendo” (Camilo José Cela)
COMO BURROS EN PRIMAVERA: Afroditas, Evas y Lolitas. En medio de una turba de desesperados, vigilado por vibradores, condones y ligeros que recuerdan el histórico día en que se estrenó “Garganta Profunda”, subes por la escalinata de metal y observas el desplazamiento de cuerpos allá abajo: Un hirviente hormiguero en busca de carne fresca. Entonces llega la muñeca casi Chicholina, para recordarte el Segundo Mandamiento: “Amaras las Nalguitas por Sobre Todas las Cosas”. Son las doce del día y no tienes muy claro que chingaos estás haciendo en el Palacio de los Deportes. Rehén de una calentura colectiva donde se combina el sexo, sudor y lagrimas… las chicas trabajadoras del calzón (o dicho sea de paso de la pantaleta negra) —ejercen su sacrosanto derecho de bailar en el tubo, bajo luces voraces que saturan de morbo el pensamiento y gritos salvajes de: ¡Pelos, pelos y más pelos¡ Ramilletes de muñecas sin pena ni gloria, que se dejan fotografiar por celulares, cámaras o miradas que buscan grabar cada milímetro de su piel, “a guevito mai”.
Un viejorrón (digo un megabizcochote), grandota, ojos que saben esperar antes que ofrecer, murmura su nombre, al tiempo que pone en su lenguita rosa unos cuantos granitos de sal con limón. Está puesta y dispuesta al dancing, a conversar, sin hostigar ni apremiar a naiden, tímido o caliente, ya que puede ofrecer a cambio la gema de su amistad. Ha transcurrido un buen rato que Bizcochote llegó, luego de un coqueteo que nació, creció y se reprodujo entre sus prominentes pechos. Se moja los labios, le da una mamadita a la cerveza, observa taimadamente a su humilde cronista y narrador y dispara: ¿Vas a querer coger cariñito conmigo?.
EN BUSCA DEL NALGODROMO PERDIDO…
Culeros, pero sinceros: Libérrimos, desmadrosos de a montón, depredadores a punto de estallar, hijos de Dionisos, eremitas con la pistola desenfundada, enmascarados lujuriosos, radicales de los tejocotes que la historia absolvió: Sexo y Entretenimiento 2017, el megateibolero espectáculo en el Palacio de los Deportes que ha dejado de ser un evento para hombres. Más de una década después de inaugurado, las féminas lentamente han comenzado a apropiarse de él: La zona para ellas, un área cerrada donde pueden ver show con Machos y hasta hacer casting para protagonizar una película Triple XXX. Strippers del tutti frutti, bien mamadotes, pero medio güeyes para bailar con las damas… Rincón holandés: Un dúo de Tarzanes completamente encuerados, hacen sándwich en vivo a una chavita que lo solicita. Esta exposición en México es de las más concurridas del mundo, incluso tiene más asistentes que la versión de Las Vegas o Alemania, y según sus organizadores vinieron de la Expo de Amsterdan para ver qué causa tanto revuelo aquí, pero no han descubierto el secreto.
A un costado del escenario, que tradicionalmente marcan la distancia entre el Pelado y le Picudo, inicia la fiesta: “Honraras al Garrote por Sobre Todas las Cosas”, reza el Primer Mandamiento. Las Bailarinas miran de frente a los cogelones potenciales, sus ojos se fugan un instante hacia la alcancía de cristal donde se agazapan los billetes, y súbitamente vuelven a contemplarlos: “Anímense cabrones, si se quedan parados son putos”—grita el respetable.
—“Qué Buenotas Manotas están la Teiboleras?” Me pregunta un Putañero Parroquiano, acaso escaneando y añorando el adorable contacto con aquellas pieles que jamás pichicateraon sus favores a todo aquel que se mostró dispuesto a corresponder a su nobleza no con rosas, ni con estrellas, sino con lo más simple y poderoso: Una cartera bien tupida de billetes $$$.
Mucho forastero en este congal disfrazado de Reality Show:_Oficinistas de cuello blanco, secretarias ejecutivas, feministas en plena liberación del espíritu, pedagogas en busca de la didáctica del placer, bodegeros ricos y jodidos, socialitès del día, devotos de las divas. ¿Quién osaría, en su sano delirio, renegar de una nalguita como las que se te aparecen en el Palacio de los Deportes? Este su humilde cronista no, y tampoco los Perros de Reserva que ladran a su alrededor observando de frente a las curvilíneas casi perfectas… Pero como no hemos descendido a estas mazmorras del placer para conseguir cónyuge, secretaria o recamarera, optamos por seguir el sendero del cronista hacia las crujías calientes de nuestras perversiones.
¡”AQUÍ TODO VALE MADRES, QUE SIGA LA FIESTA”…¡
Observen ustedes a estos felices ciudadanos disfrutando el momento, miren el vigor de sus sonrisas ajenas a la crisis y a la violencia, chequen lo poco que importa si se construye el Muro de Donald Trumpo o Peña Nieto aumenta el precio de la gasolina, “aquí todo vale madres, que siga la fiesta”.
Zapatos de tacón, diminuto chaleco bien abierto al frente, braga brevísima que delinea unas caderotas sabrosas; la mano derecha pepenando la entrepierna del cliente. Aturdido y presuroso el compa se tiende sobre la silla para que Samantha, yegua de primera, lo monte de un solo giro y se libre del chaleco. Samantha abraza, besa, oprime, succiona, se desliza, salta sobre la humanidad de un cliente abrumadoramente panzón, mientras una devotísima medallita brincotea entre sus pechos saltarines. A la mitad del jaripeo privado ya despierta el morbo de los mirones, la mujer resbala lentamente hasta quedar de rodillas en el suelo, tomar al paisano por las caderas y abalanzarse sobre la textura de su pantalón, ahí donde las arañas hacen su nido. Deben ser varias las delicadas mordiditas que le administra ahí, en la puntita de los tejocotes. La mujer cambia de postura sin cesar. Pero todo se acaba en esta vida y los mil y tantos varos aflojados no son la excepción: De golpe, la canción termina, Samantha le regala un besito al cliente, uno más para esta su humilde pluma y narrador que contempla a la distancia nuevamente la Expo Sexo y Erotismo 2017…
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