Mediante el acarreo de cientos de personas boicoteó la presencia de nuestros diputados para dedicarse a respaldar el proyecto CETRAM Constitución de 1917 que impulsa su jefe Miguel Ángel Mancera, agregó el legislador.
Indigna el nepotismo y el autoritarismo que ejerce la delegada Dione Anguiano, quien tan sólo se dedica a impulsar los intereses del jefe de Gobierno y de su camarilla de amigos y familiares incrustados en la demarcación, subrayó Suárez del Real y Aguilera.
Por su parte, Ana María Rodríguez Ruiz, legisladora local de morena, dio cuenta de una interminable serie de abusos e ilícitos cometidos por Dione Anguiano en agravio de los ciudadanos de esa populosa jurisdicción política.
Señaló, en tal sentido, que en vez de sujetarlos a concurso, se instrumentó el fraude a través de la manipulación del voto electrónico para seleccionar a los proyectos inscritos en el Presupuesto Participativo 2015, cuyo manejo faccioso se hizo evidente en 2016. Por ejemplo, explicó, sólo tres proyectos con diferente denominación e idéntico contenido se apropiaron del presupuesto.
Los resultados fueron atípicos por donde se les vea, afirmó la diputada por el Distrito xxviii de Iztapalapa, toda vez que los programas sociales son utilizados por la delegada con fines electoreros, en beneficio exclusivo de su pandilla política.
¿Qué puede esperar la ciudadanía de los políticos corruptos que intercambian dádivas por el sufragio popular?, preguntóla diputada. Los grupos políticos juegan con la voluntad popular y se apropian de los recursos públicos. Están en juego ahí, sin transparencia de ninguna especie, de 200 mil a 400 mil pesos destinados a los proyectos del Presupuesto Participativo. Además, afirmó, se paga a promotores de 4 mil a 5 mil pesos. Pero éstos sólo se dedican a promover los intereses de Dione Anguiano y de su grupo político.
De 230 gestiones ciudadanas realizadas en el Distrito xxviii de Iztapalapa, la delegación sólo ha respondido 23, el 10 por ciento del total, advirtió Rodríguez Ruiz. Son innumerables las tropelías cometidas por Dione Anguiano en contra de los iztapalapenses.
Agregó:
“Por ejemplo, ¿por qué ha permitido que la señora Rafaela Romo Orozco invada más de 5 mil metros cuadrados en el llamado Cinturón Verde de Cananea?, o ¿por qué autorizó la construcción de una subestación eléctrica en la colonia Cerro de la Estrella?, pese a que se encuentra junto a dos escuelas primarias, un kínder y una secundaria. Además, esta construcción ocasionó que numerosas casas sufrieran múltiples grietas, como también les ocurrió a los centros escolares”.
Se han enviado a la delegación múltiples oficios. Pero simplemente no responde a nuestras quejas, acusó la diputada demorena, quien recalcó que no le están pidiendo ningún favor, sino que atienda a los vecinos.
¿Por qué? preguntó Ana María Rodríguez, la delegada se pone del lado de las empresas y no del pueblo? Iztapalapa está repleta de megacentros comerciales. Hay Comercial Mexicana, Aurrera, Oxxo y, por tanto, las tiendas familiares parecen condenadas a desaparecer.
Por si fuera poco, explicó, la delegación está repleta de incondicionales y familiares de la delegada. Ahí impera el orgullo de su nepotismo al más puro estilo priista. (La diputada mostró 32 actas de matrimonio y de nacimiento que dan fe de los vínculos familiares de personas que trabajan con Dione Anguiano.)
Mostró, asimismo, un mapa con un árbol genealógico con los nombres de personas ligadas con la delegada. Por ejemplo, Karen Guadalupe Delgado Flores, sobrina de la delegada y Genaro Flores Sánchez, primo de Dione Anguiano. Aparecen también los nombres de otros ocho sobrinos de la jefa delegacional: Samuel Delgado Flores, Francisco Gabriel Flores Rodríguez, Antonio Zavala Flores, Adalberto Flores Andrade, Alfredo Anguiano Chávez, Alberto Quiroga Mendoza, Iveth Yaseli Quirarte Flores y Gabriel Flores Romero.
Y las identidades de tres sobrinos políticos: Cutberto Panchi Sánchez, Víctor Hugo Ibarra Conejo, Roberto Jesús Sotelo Pérez y la hermana de éste, Beatriz Sotelo Pérez, así como la de Yuliana Betancourt Cervantes, esposa de un sobrino político.
Estas personas ocupan cargos de importancia en la estructura de la delegación. Por ejemplo: Coordinador de Adquisiciones, coordinador de Información, coordinador de Servicios, directores territoriales, director de Promoción del Desarrollo Humano, subdirector de Desarrollo Social y Territorial.
La legisladora reveló, asimismo, que en horario laboral trabajadores de la delegación hacen pancartas con el nombre de la diputada local Janeth Hernández Sotelo. Y de la noche a la mañana, señaló, decenas de bardas de la delegación aparecieron pintadas con el nombre de Karen Quiroga, como suplente de una diputada constituyente.
Para terminar, la diputada reiteró que morena respalda a los cientos de vecinos que se oponen a la construcción del CETRAM Constitución de 1917 porque, subrayó, con el pretexto de construir el Papalote Museo del niño, el cual debe ser gratuito, se encubre la verdadera intención del Gobierno de la ciudad, que es edificar una megaplaza comercial, un hotel de seis pisos y un cine.
En una delegación agobiada por la carencia de agua, es inadmisible que se pretenda levantar un complejo comercial cuyo único fin es obtener ganancias a costa de las necesidades de una empobrecida población, concluyó la diputada Ana María Rodríguez.
En la conferencia de prensa participaron las vecinas de Iztapalapa Leticia Díaz, Blanca Estela Flores y Jennifer Marín, quienes abundaron en los señalamientos en contra de la delegada Dione Anguiano.
Leticia Díaz, por ejemplo, señaló que pese a los más de 4 mil millones de pesos autorizados para el gasto de la demarcación, no se ve que se hayan empleado en servicios públicos, ni mucho menos en suministrar agua a las familias de Iztapalapa.
A su vez, Blanca Estela Flores afirmó que la construcción del Museo del Papalote no es otra cosa que la careta para edificar una megaplaza comercial al servicio de empresas multimillonarias, no de los ciudadanos.
La ciudadana Jennifer Marín advirtió, por su parte, que los señalamientos de la diputada Rodríguez en torno del uso electorero de los recursos públicos indignan a una población que en muchos casos carece de los mínimos de bienestar.
