Así se dio a conocer hoy en la presentación de los resultados financieros de 2016, en los cuales se destacó que la empresa revirtió su pérdida operativa, pasando de un resultado negativo de 154 mil millones de pesos en 2015 a un rendimiento de 364 mil millones de pesos el año pasado, lo que significó una mejora de 518 mil millones de pesos.
Asimismo, Pemex logró una reducción de 26 por ciento en sus gastos de operación debido a las políticas de disciplina y eficiencia aplicadas en todas las áreas. En ese sentido, para mitigar los efectos de la caída del precio del petróleo, se cumplió con el plan de ajuste presupuestal de 100 mil millones de pesos, anunciado en febrero del año pasado.
El déficit financiero, aprobado por el Congreso de la Unión para 2016, que era de 149 mil millones de pesos, cerró el año en 102 mil millones, lo que redujo las necesidades netas de financiamiento para el presente año.
De igual modo, se mejoró la posición de liquidez de la empresa, al cerrar el año con un nivel de 164 mil millones de pesos en caja y con disponibilidad en líneas de crédito, proporcionando así mayor flexibilidad para afrontar los compromisos durante 2017.
Por otro lado, a partir de las eficiencias en extracción, costos de producción y trayectoria de los precios, se revirtió en 52 por ciento el deterioro de los activos fijos o infraestructura petrolera.
En cuanto a la producción, cabe destacar que por primera vez en cinco años se alcanzó y superó la meta establecida en 2.130 millones de barriles diarios de petróleo, ubicándose en 2 millones 154 mil barriles.
Tras un año complicado en la industria petrolera internacional, los grandes esfuerzos realizados por la actual administración de Pemex y la ejecución del Plan de Negocios, cuyo eje es la rentabilidad, comienzan a dar resultados positivos.
Petróleos Mexicanos continúa explorando activamente las oportunidades que brinda la Reforma Energética mediante migraciones con socios en diversos tipos de proyectos de exploración y producción, así como en la formación de alianzas estratégicas en las distintas líneas de negocio. Ello permitirá la incorporación y adopción de tecnologías de punta y las mejores prácticas, contribuyendo a mejorar la eficiencia y competitividad de la empresa productiva del Estado.
El presente año representa un punto de inflexión para Pemex, que cuenta con finanzas estables y con una tendencia positiva, pero sin duda mejorables.