Dijo que en un análisis preliminar sobre los informes de la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública correspondiente al cuarto trimestre del 2016 se observa que existen diferencias sustantivas respecto de lo aprobado por la Cámara de Diputados y el cierre del ejercicio, tanto en la Ley de Ingresos como en el Presupuesto de Egresos.
La aplicación que hizo la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de los 641 mil millones de pesos adicionales a los autorizados, correspondientes al gobierno federal, no pasó por ninguna consulta del órgano legislativo, que es el que autorizó la propuesta de ingresos inicial para 2016, agregó.
“Si bien es cierto que hubo reducciones al gasto por 163 mil 363 millones de pesos, resulta totalmente ridículo realizar recortes presupuestales y terminar con ingresos 4 veces superiores al tamaño del recorte realizado. ¿Cuál es el sentido?, ¿cuál la intención?”, se preguntó el diputado federal.
Añadió que el gasto neto pagado ascendió a 5 billones 343 mil 759 millones de pesos, es decir 612 mil millones o 13% por arriba del presupuesto autorizado por la Cámara de Diputados para 2016. De éstos, 585.7 mil millones de pesos se destinaron al gasto programable.
Por tanto, el déficit presupuestal de 2016 por 502 mil 856 millones de pesos habría que sumarle 19 mil 227 millones de pesos de conceptos adicionales, lo que nos arroja la cantidad de 522 mil 82.9 miles de millones de pesos. Esta cantidad integra Requerimientos Financieros del Sector Público para 2016, los cuales no incluyen los llamados proyectos de alto impacto que ascienden a la cantidad de 480 mil 673.7 millones de pesos, de tal suerte que, al incluirlos nos arrojaría un déficit total de un billón 2 mil 76.6 millones de pesos.
A todo esto, el Ejecutivo federal debe responder a la pregunta sobre cuál es el sentido de recortar 163 mil millones y terminar sobre ejerciendo 612 mil millones de pesos durante 2016, subrayó.
El parlamentario del Sol Azteca señaló que para lograr los ingresos presupuestados para 2016 en el renglón de ingresos de los organismos y empresas del sector público, el gobierno federal utilizó el artilugio financiero de asumir como deuda y consecuentemente impactar los requerimientos financieros del sector público, el pago de jubilaciones y pensiones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por 160 mil millones de pesos, lo que inmediatamente mejora la posición financiera en los estados de resultados de la CFE al disminuir su pasivo por esa cantidad.