Advirtió que a nivel mundial, pero particularmente en México hay enojo por la excesiva acumulación de la riqueza en tan sólo el uno por ciento de la población. Lo que no entienden quienes integran este uno por ciento –apuntó- es que no pueden comer 50 veces al día ni conducir tres o 10 automóviles a la vez.
Lo que provoca su avaricia –dijo- es que se quedan sin mercado porque la clase media pasa a pobre. “Debemos cambiar este modelo económico para que la riqueza genere más riqueza incluso para quien está en la punta de la pirámide, pero también para que se distribuya y se eviten, sobre todo, más conflictos sociales”.
Opinó que la queja de quienes votaron por Trump es que México, con mano de obra barata que incluso exporta a Estados Unidos, debilita el mercado de toda la región. Más allá de eso, lo cierto es que con la actual política económica “generamos mayor número de pobres; individuos que trabajan de sol a sol y no tienen un salario digno”.
Urgió a fortalecer a la industria nacional con incentivos similares o superiores a los que se dan a inversionistas extranjeros, a quienes prácticamente se regala todo con tal de establecerse en México, como terrenos e impuestos, sin mayor provecho para el país más que el ser maquilador y proveedor de servicios. Necesitamos –puntualizó- que nuestra industria genere más empleos y mejor pagados.
Insistió en que lo mejor para México sería mantenerse en el TLC, pero independientemente de que esto suceda, el país debe atender todos los problemas que arrastra porque de cualquier modo la relación con Estados Unidos tendrá una dinámica diferente de ahora en adelante y el país no podrá desarrollarse en él desde una posición de debilidad.
“Estamos en la franja más rica del mundo y lo que hemos generado en México es más pobreza bajo la dirección de gobiernos corruptos. Estadounidenses y canadienses no lo dicen, pero tal vez eso es lo que les molesta: en más de 20 años de TLC no fortalecimos el mercado de la zona, sino lo debilitamos con más pobres por la escandalosa corrupción en México”, señaló.
“Debemos aprender de esta lección. Algo estamos haciendo mal como para que nuestro vecino del norte considere que el TLC no sirve. Es momento de tener una política agresiva, tanto interna como externa. De nada sirve que pidamos una política piadosa a Trump: hablamos de los intereses de países, no de personas”, concluyó el parlamentario perredista.
