“Esto a pesar de que la administración de Enrique Peña Nieto, a través de la Secretaría de Gobernación, ha señalado que la política pública de la protección civil se ha reorientado de un enfoque reactivo a uno preventivo, para fortalecer la capacidad de respuesta contando con mayores recursos humanos, financieros y materiales”, recalcó.
Al fijar la postura de la Fracción Parlamentaria de Morena sobre las reformas a los Artículos 19 de la Ley General de Protección Civil y 118 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, expuso que el Ejecutivo Federal no ha logrado impulsar dicha cultura de prevención, aunque cuenta con lo necesario para reducir la vulnerabilidad ante la presencia de agentes perturbadores.
“Se han tenido experiencias catastróficas recientemente, como la tormenta tropical Earl, que en agosto del año pasado provocó, lamentablemente, pérdidas de vidas y causó importantes estragos que se tradujeron en miles de dólares en pérdidas materiales”, detalló.
Ante el pleno de la Cámara de Diputados, expresó que el Gobierno Federal ha presumido en recurridas ocasiones que impulsa la prevención de desastres, pero que en la realidad se han registrado grandes secuelas a causa de éstos en nuestro país.
“Será importante vigilar que, en su momento, tanto el IFT como la Secretaría de Gobernación hagan valer estas disposiciones, mismas que no son vinculatorias para que los concesionarios que operen redes públicas de telecomunicaciones las cumplan, porque de otra manera no tendría ningún sentido”, advirtió.
Ello, agregó, debido a que los usuarios de estas redes que resulten afectados por fenómenos perturbadores, no podrán comunicarse con sus familiares o con las propias autoridades en caso de requerir auxilio, lo que desafortunadamente es muy común que suceda.
La también integrante de la Comisión de Comunicaciones explicó que este hecho dificulta a las autoridades gubernamentales atender con mayor eficacia los desastres que se presentan, sobre todo si se toma en cuenta que México se encuentra expuesto a diversos fenómenos naturales y los provocados por el hombre.
“Cuando ocurren estos fenómenos, principalmente de naturaleza climática, una constante es la interrupción del suministro de energía eléctrica, que de manera inmediata afecta las redes públicas de telecomunicaciones, que –dicho sea de paso– en muchos casos el servicio que prestan los concesionarios de estas redes, dejan mucho qué desear”, recalcó.
