Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del CDA explicó que el radón es un elemento tóxico que se encuentra debajo de la corteza terrestre, está vinculado con la temperatura y el campo magnético de la Tierra.
A pesar de que el estudio de los fenómenos telúricos aún es insipiente en México, la presencia del radón se asocia con un eventual sismo, por lo que los investigadores del CDA desarrollan un módulo de carga útil que se integrará a un Cubesat (satélite pequeño de menos de un kilogramo de peso) para obtener información sistemática y objetiva con la que se analice la concentración de los gases raros como el radón, en la capa terrestre.
El proyecto Politécnico permitirá mitigar los efectos de estos desastres naturales, aseguró el especialista, quien indicó que en México están identificadas las regiones con alta actividad telúrica como la brecha o zonas de silencio sísmico del estado de Guerrero, desde Zihuatanejo hasta Punta Maldonado, cerca de Oaxaca, en donde se pueden registrar movimientos de altas magnitudes.
Mendoza Bárcenas agregó que científicos en Europa ya examinan la relación de la temperatura, el campo magnético, la resistividad en el aire y el contenido total de electrones de la ionósfera con los movimientos telúricos.