“El traje nuevo del emperador” Peña Nieto

0
Peña Nieto
Anuncio

Con toda la carga de ironía de la que viene acompañada la pregunta, todo parece indicar que el proceder del presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, con el gasolinazo y muchas otras cosas más, hace palidecer aquella historia infantil del genial danés Hans Christian Andersen, “El traje nuevo del emperador”, en el que un vivales, hace creer al dignatario que le está confeccionando un traje tan excepcional, que sólo lo pueden ver aquellos que como él, gozan de la gracia divina.

Así, al cuestionar a sus colaboradores en torno a la majestuosidad del traje, éstos, para no evidenciar su carencia de esas dotes celestiales, le responden que es inigualable, cuando en realidad, no existe tal traje y el emperador está desnudo.

Lo grave del asunto, es que, sin percatarse de su propia desnudez en lo político, de su falta de visión para hacer frente a una coyuntura adversa y de su incapacidad para ofrecer soluciones viables a los problemas que aquejan a los mexicanos, Peña Nieto sigue engolosinado con la visión irreal de ese traje que lo hace el más agradable a los ojos de sus propios gobernados, y lo que es peor, mirar hacia un futuro inexistente, porque los días de su gobierno se pierden en forma irremediable.

Resulta increíble que ese primer círculo de lisonjeros le tenga secuestrado y él mismo, en su trastorno mental, le corten el paso a propuestas de todo tipo para mejorar la situación de México.

La semana pasada, también en las redes sociales, circuló una grabación que no hace más que comprobar que Peña Nieto ha superado, con creces, aquella frase de Carlos Salinas de Gortari de “ni los veo, ni los oigo”, y en la que participó el ex vocero presidencial y hoy flamante diputado federal, David López y el ex secretario de Energía, Alfredo del Mazo González.

Aunque dicha reproducción, se dice, fue intervenida en el mes de agosto del año pasado, la fecha es lo de menos, ya que por ser uno de los más cercanos colaboradores de Peña Nieto, deja en claro que el presidente “no se da cuenta de la realidad” o le han confeccionado un traje a su medida.

David López, un hombre que ha trabajado cerca del presidente por muchos años, revela su preocupación por que hay un duro golpeteo al “queridísimo jefe y amigo” y el que no quiere dejar de comentarle, dice a Del Mazo.

“No se da cuenta de la realidad, sale todos los días y las noches en la tele, proyecta una imagen de que todo está a toda madre y la realidad es otra”, manifiestan intranquilos los políticos, quienes aceptan que “te das cuenta que traemos un desmadre desde hace rato”.

Acongojado suelta  David López: “La defensa se vuelve muy complicada, hijo de la chingada”. Y se pregunta: “¿Cómo defiendes el aumento del petróleo y el de la energía eléctrica cuando dijiste que ya no habrá más gasolinazos? El secretario de Hacienda –en ese entonces  Luis Videgaray- lo repitió a diestra y siniestra”.

Una de las más grandes angustias de los priistas, es que el presidente Peña Nieto no sabe, ni ve y mucho menos percibe la gravedad de las críticas. “Tengo la impresión de que no”, dice el diputado federal, ya que revela que el presidente no hace caso, “si alguien le dice que estuvo muy duro fulano – refiriéndose a los medios de comunicación-, a los mejor se sigue actuando con cierto desdén, esos pendejos dicen siempre lo mismo”.

Y David López agrega.” Si hubiera la percepción, hubiera otra conducta. Ante los medios igual, pero hacia adentro, a ver señoritos -diría a su gabinete-, ¿quién no está haciendo la tarea? Ya es hora de sacudir el árbol y poner a cada quien en su lugar. Hacer los cambios que se requieran”.

Desde épocas prehispánicas, se tenía como una práctica “normal” que ninguna persona ajena al primer círculo del emperador se acercara a importunarle cuando este aparecía en público. También, que por su supuesta condición “divina”, quien se atreviera a hablarle o a mirarle el rostro, pudiera ser condenado a muerte, o en el mejor de los casos, a que le sacaran los ojos o le cortaran la lengua por semejante atrevimiento.

Así, el gobernante, casi una deidad, disfrutaba de un mundo ideal, sin perturbaciones externas que no fueran las lisonjas de sus servidores cercanos o las ocurrencias de los bufones de la corte o los presuntos “mandatos divinos” dejados a su oído por sus chamanes y sacerdotes.

En pleno siglo XXI, poco ha cambiado y estas prácticas deleznables, siguen poniendo un círculo de fuego en torno a funcionarios y toda clase de servidores públicos. De esta manera, la vida de estos afortunados señorones poco tiene que ver con hacer frente al tráfico callejero, pues transitan por rutas “limpias”, trazadas por su seguridad con días de antelación.

Nada saben de las filas interminables que deben hacer los ciudadanos para realizar el menor trámite y mucho menos, pasan días, semanas o meses haciendo antesala para ser recibidos por unos minutos, por los hombres y mujeres que con su voto, llevaron al poder.

Basta sólo con escucharles opinar sobre la realidad, para darse cuenta que estos privilegiados viven en un mundo irreal que crean a su alrededor los miembros del llamado círculo rojo, es decir, de sus personas de confianza.

El fenómeno no se circunscribe a las esferas de mayor influencia en el país. Lo mismo ocurre con un funcionario federal, que con un legislador, un alcalde, con el presidente de la República, un gobernador o hasta un simple delegado político.

La costumbre impone que estos filtros, impidan que las quejas, las críticas o los señalamientos que califican su gestión, lleguen tal cual a los oídos de sus jefes y sean atenuados, endulzados o de plano, cambiados por otros más amables.

Mientras el estado se debate en el vacío de poder, la descomposición social  y la anarquía, a causa de las malas decisiones, la inseguridad, las malas finanzas, la corrupción o la impunidad, Peña Nieto sigue viendo un paraíso a su alrededor, a fuerza de escuchar sólo a quienes le endulzan el oído y lo convencen de que pasará a la historia como un gran estadista, pero no se da cuenta de su desnudez. ¿O tu qué opinas amable lector?

Movimientos telúricos…Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder nacional del movimiento Por México Hoy, estuvo el fin de semana en Guerrero. Ante más de 500 asistentes que coreaban “Obrador, Obrador, Obrador”, llamó a una resistencia social para que el gobierno atienda “nuestras demandas” y se puedan echar abajo las reformas estructurales…En la Unidad Académica de Medicina de la Universidad Autónoma de Guerrero, Cárdenas señaló, por otra parte, que todo parece indicar que el gobierno de México casi le da las gracias al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por habernos insultado…En un verdadero circo y oportunismo se ha convertido para funcionarios federales y estatales el bajarse el sueldo, para según, cooperar en estos malos momentos económicos por los que atraviesa el país y nadie habla de homologarlos…marcop1955@hotmail.com