Alicia Girón y Eugenia Correa, académicas del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc); Moisés Garduño García, del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y el embajador Eduardo Roldán, llamaron a mostrar unidad, generar consensos, una mayor legitimidad y una mejor distribución de la riqueza.
En la conferencia de medios “Los mercados de América Latina y Asia frente a la crisis que se avecina”, realizada en la sala de videoconferencias del IIEc, Eugenia Correa expuso que económicamente Asia ha crecido el doble que América Latina, “ese continente se dio la oportunidad de una industrialización más o menos acelerada, de un crecimiento importante de sus infraestructuras pero, sobre todo, de sus habitantes”.
En México necesitamos recuperar nuestra propia capacidad de inversión y crecimiento, el gobierno debe gastar más, incluso con deuda, con déficit. “Llevamos 20 años haciendo ajustes presupuestales privatizando y ese modelo no resulta en términos de crecimiento, seguimos estancados. Para crecer debemos gastar más, y los empresarios nacionales deberán mirar hacia América Latina”.
Es momento de definiciones claras, los mexicanos necesitamos un gobierno capaz de tener esa posición fuerte, no sólo frente a Trump, sino de crear un camino propio de desarrollo, remarcó.
En su oportunidad, Roldán mencionó que Asia es el continente del futuro mundial. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, para 2020 la economía china será 25 por ciento mayor a la de Estados Unidos. Si no entendemos dónde está el desarrollo y el crecimiento económico, México seguirá siendo un país “muy norteado, estamos desorientados, es momento de cambiar nuestro modelo de desarrollo y diversificarlo”.
La economía china tiene aspectos poco conocidos: casi 40 por ciento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos están en manos de capital chino y más de 110 mil millones de dólares están invertidos en el sector inmobiliario. “No será fácil que la Unión Americana le imponga posiciones”.
México tiene elementos para ser fuerte, no debemos tener miedo a la deuda, debemos generar unidad y consensos, una mayor legitimidad y distribución de la riqueza. “Estados Unidos y China están endeudados, pero debemos saber manejarla, no seguir con dispendios por todas partes”, reiteró.
Moisés Garduño García consideró que debemos poner más atención en el verdadero muro que nos divide como nación: la desinformación, el miedo, la apatía, el conformismo, el no atrevimiento a mirar hacia otros lados del mundo, y el racismo que tenemos al interior de la sociedad.
Esos son los primeros obstáculos que debemos derribar, y con ello hacer posible una redefinición de proyecto de nación que explote la posición bioceánica de nuestro territorio, mirar hacia otros lados, no sólo a América Latina, sino a Asia y África, y reestructurar el tejido social.
Remarcó la necesidad de devolver la seguridad a la ciudadanía y, no menos importante, hacer énfasis en inversiones de carácter productivo en el campo, y de impulsar una política inteligente y propositiva con EU, pero también con Canadá.
Antes, el internacionalista expuso que es útil valorar cómo el discurso contra los estigmatizados, mexicanos y musulmanes, destapó desde las elecciones y la campaña presidencial en el vecino país del norte una oleada de odio que es la verdadera herramienta que se puede usar, no para deportar a millones de mexicanos, sino para que ellos se deporten solos.
Para Alicia Girón, exdirectora del IIEc, sí hay posibilidades de recuperar la fortaleza del gobierno mexicano. “Somos un país ubicado en la mejor zona económica y debemos volver los ojos hacia América Latina”.
Lo más importante es cómo enfrentar la situación “con una deuda creciente y un servicio de la deuda externa que nos está matando, y que además nos hunde en un problema de fragilidad y volatilidad terrible que vivimos con el peso frente al dólar”.
Si tuviéramos un Ejecutivo más fuerte y hubiera una alianza entre los diferentes partidos políticos para posicionarnos con fortaleza, uno de los principales elementos sería la renegociación del servicio de nuestra deuda externa y dejar de tener tantas reservas que cada día se están yendo a bancos extranjeros”, concluyó.