Lo menos que demostraron este lunes 9 de enero es que el equipito está eco pelotas. Tan perdidos están tolúcratas y pachúcratas que los patrones los mandaron por un tubo. Ya no creen en ellos ni en su politiquita economiquita. Los patrones de la Confederación Patronal de la República Mexicana, el gremio patronal más poderoso de México, declinó firmar el enésimo pacto de los salinistas, pactos que han servido para maldita sea la cosa,
Ahora dicen que, ante la subida de los precios de las gasolinas, van a proteger la economía familiar. Pamplinas. Nunca la han protegido ni les interesa protegerla. Son puros gajes demagógicos, como ese anuncio de José Antonio Meade Kuribreña de que buscarán repatriar capital mexicano que se ha fugado al extranjero por desconfianza en las políticas seudoeconómicas de los que ahora están dedicados a saquear al Erario,
Las demás organizaciones empresariales no tienen otra salida más que apoyar. De ello depende su subsistencia. Los de la Coparmex son los del billete grande y no le tienen miedo ni a Meade ni a Ildefonso, ni al improvisado canciller ni mucho menos a Peña Nieto, presidente que se muestra ya cansado, aburrido, desgastado y que lo único que espera es que se acabe el sexenio porque ya no aguanta lo duro ni lo tupido, La gente ya no lo quiere en Los Pinos y no ay día en que no le pidan su renuncia. No lo dicen abiertamente, pero los patrones de la Coparmex quisieran que también se fuera a su casita blanca para saborear ya las mieles del matrimonio y la familia y deje de estar jodiendo a México con políticas públicas que sólo meten a la economía en peores crisis y a los mexicanos en graves problemas de liquidez, de trabajo mal remunerado, de pobreza y hambre.
Ahora Meade Kuribreña está rezándole a la virgen para que quienes llevaron sus capitales al exterior los regresen. Si Chucha. Al ratito los traen y los depositan en la pinchurrienta banca que opera en Néxico cuando están convencidos de que acá peligran y que mejor machete estate en tu vaina y los van a conservar en bancos del exterior aunque no les paguen premios muy atractivos, pero les proporcionan seguridad, cosa que no tienen en México.
Qué iluso sonó Meade Kuribreña. Ni él va a traer su dinero a bancos mexicanos. Ni él, Ni Ildefonso, ni menos Luis Videgaray, si Salinas de Gortari, ni Zedillo Ponce de León, ni mucho menos Peña Nieto. Que los mexicanos se jodan. Que acepten el pacto que no sirve para nada, como lo han servido todos los pactos desde los salinistas para acá.
Los toluquitas le apuestan al olvido. Siempre le han apostado al olvido. Así lo hicieron por ejemplo con hechos como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, con Tlatlaya, con San Fernando, y con tantos hechos. Así lo hicieron con el pacto por México otro fallido intento de demagogia y populismo de derecha. Este que medio firmaron este martes es sólo, como los demás, un rosario de “buenos” deseos, que la economía no se maneja por pactos sino por leyes. Y no se maneja subiendo los precios de la gasolina, perdón por la palabra, a lo pendejo. Ya por lo pronto se anuncia una escalada infame de inflación que no tendrá paradero, Y que ningún pacto detendrá. Eso lo saben a ciencia cierta los patrones de la Coparmex y por eso no lo firmaron. Una cosa es cierta. El pueblo le ha mentoteado la madre al presidente, pero es el pueblo. Se le pasa. Que griten. Que usen su derecho al pataleo. Que se mueran de coraje y de hambre, Pero ya que los patrones de la Coparmex se la mienten al presidente eso si duele.