Justo una semana después, 85 senadores de casi todos los partidos, y con sólo 9 votos en contra, ratificaron esa Miscelánea Fiscal sin cambiarle ni una coma.
En esa decisión avalada por ambas cámaras se facultaba a la Secretaría de Hacienda a establecer los montos fiscales aplicables para gasolinas, alcoholes, cerveza y tabacos y otros, durante este año de 2017.
Y eso fue lo que hizo Hacienda, y que tanto enojo ha causado entre varios sectores de la población.
Una irritación popular que ha sido aprovechada por algunos para correr toda clase de mensajes por redes sociales, tan disparatados como el de convocar desde una insurrección armada a un boicot de impago de impuestos y servicios, o para hablar de supuestos “golpes de estado” o para demandar lo que ya parece una cantaleta anunciada: la renuncia de Enrique Peña Nieto.
Un enojo que ha servido además para lanzar a grupos al vandalismo y saqueo de grandes establecimientos comerciales y crear percepciones de ingobernabilidad e inseguridad.
Por cierto, se ha encontrado que el 70 por ciento de quienes resultaron detenidos en esos saqueos pertenecen a Antorcha Campesina.
En un implícito reconocimiento de su participación Antorcha Campesina emitió ayer mismo un comunicado deslindándose de sus militantes capturados in-fraganti durante esos saqueos.
¿Cómo decir que ellos nada tuvieron que ver en esos actos si 7 de cada 10 de los detenidos son antorchistas?
EL CONGRESO, RESPONSABLE
Como sea, hoy se sabe que una mayoría casi absoluta de diputados y senadores son los autores de las alzas de las gasolinas.
Y lo son porque ellos aprobaron en octubre pasado el IEPS, o Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que, al igual que el IVA, es un impuesto que va directo a las arcas de Hacienda.
¿Y a quién beneficia el IEPS?
En primer lugar, a los gobiernos estatales. Es por ello que la mayoría de los gobernadores no han protestado por las alzas a las gasolinas.
Hasta hoy -fuera de los gobernadores de Sonora, Jalisco y Chihuahua-, la mayoría sólo han pedido explicaciones al titular de Hacienda. Pero no han exigido derogar el alza.
Ni lo harán. Lo que hoy comienza a pagar de más el pueblo debido a las alzas de las gasolinas con la aplicación del IEPS aprobado por diputados y senadores en octubre pasado, servirá para que ellos hagan obras y paguen salarios.
Entrevistado ayer sobre esto, Javier Bolaños, presidente de la Cámara de Diputados y de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión reconoció que el Congreso en su conjunto -es decir, diputados y senadores-, tienen responsabilidad directa en lo que está ocurriendo hoy en México respecto de las alzas de las gasolinas.
¿Fue error del Congreso aprobar el IPS en la Ley de Ingresos, que liberó las alzas de las gasolinas?, se le preguntó.
“Yo no hablaría de error. Fue una decisión de las mayorías construidas en esta Cámara de Diputados… y se deben de asumir las consecuencias de las mismas, y de la responsabilidad de esa decisión.
“Facultar a la Secretaría de Hacienda para que ellos tomaran la decisión de los límites máximos en los costos de los combustibles, bueno, pues ha generado esta circunstancia en la que hoy estamos.
“Es lo que se intenta revisar ahora mismo y es lo que seguramente, de manera responsable las y los diputados, las y los senadores de esta Comisión Permanente habrán de definir cuál es la ruta que se va a seguir, insisto, buscando estar a la altura de una circunstancia muy difícil que atraviesa México”, precisó.
Directo, sin rodeos, Bolaños agrega:
“… a mí me queda claro que el costo de los combustibles en nuestro país está seriamente impactado por la carga impositiva que traen, el IEPS y el IVA, pues evidentemente generan un alza muy, muy fuerte, que es lo que estamos intentando revisar en esta Cámara de Diputados. Obviamente, hemos escuchado alguna propuesta en torno a incrementar salarios para buscar paliar esta circunstancia.
“Yo creo que todas las alternativas son válidas, viables para su análisis, pero pues al final del día, ojalá encontremos alguna propuesta que atienda estas reacciones válidas, desde mi punto de vista, pero que también busquen concertar a las mayorías.
“Finalmente, en este Congreso las decisiones se toman por mayoría y yo espero que logremos tener los argumentos suficientes para darle una buena respuesta a la ciudadanía que hoy está tan inquieta, tan preocupada y muy molesta, lo voy a subrayar nuevamente, de manera justificada”, comentó.
Así, mientras diputados y senadores analizan, debaten y sugieren soluciones a este desastre creado en principio por ellos mismos, Bolaños considera que de alguna forma todos ellos tienen la obligación de solidarizarse y acompañar a los ciudadanos en su enojo y en su preocupación por los efectos de este incremento.
En cuanto a los saqueos y el vandalismo, al igual que otros personajes, instituciones y fuerzas, pide cordura…
“Hay que evitar los actos de vandalismo que nada tienen que ver con las protestas. Hay que evitar que grupos ajenos enturbien más el momento ya difícil para nuestro país.
- ¿Bajar el IEPS una solución?, se le interroga.
“Es un tema en análisis… la mayoría de los grupos parlamentarios están por revisar el IEPS… unos por la derogación, otros por su reducción”, indica.
¿ÚLTIMAS GRANDES INVERSIONES?
En otro ángulo de esta realidad, el Gobierno de Enrique Peña Nieto informó ayer a diputados y senadores que la Inversión Extranjera Directa realizada entre enero y septiembre de 2016 fue de 19 mil 772.6 millones de dólares.
Esta cifra es 8.4 por ciento inferior a la preliminar del mismo periodo de 2015 que ascendió a 21, 585.6 millones de dólares.
En el período reportado 7 mil 59.6 millones de dólares llegron de Estados Unidos, en tanto que 2 mil 605.3 vinieron de España; 2 mil 15.2 de Israel; mil 745.1, de Alemania; mil 266.6 de Canadá; y mil 104.1 de Japón. El resto, 3 mil 976.7 millones de dólares provinieron de otros 61 países.
El monto correspondiente del 2016 fue reportado por tres mil 58 sociedades con participación de capital foráneo, además de mil 444 fideicomisos de los que se derivan derechos a favor de la inversión extranjera.
De esa inversión la mayoría fue para la industria manufacturera; le sigue la aplicada a servicios financieros y a transportes, correos y almacenamiento, así como a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, y minería.
Se espera que este flujo de inversión extranjera cambie con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los EU.