Los componentes que tiene la pólvora que se utiliza en los cuetes, toritos, palomas, chifladores, luces de bengala, luces de colores y un sinfín de juegos artificiales deterioran el aire que se respira, contamina la tierra y se filtra incluso a mantos acuíferos cuya agua se utiliza para uso humano, dijo la asambleísta.
Incluso, comentó Hernández Sotelo, el uso y manipulación de la pirotecnia llega a provocar cientos de accidentes a niños y adultos generando en ocasiones graves quemaduras, mutilaciones e incluso y muertes.
Hizo un llamado a la población en general a evitar la quema de llantas, juegos artificiales y extremar precauciones debido a que irremediablemente dañarán el medio ambiente de la Ciudad de México y en otras entidades del país donde también realizan estas prácticas.
Pidió evitar esta práctica que pone en peligro la integridad física de las personas, principalmente en niños y niñas, por ello la población y las autoridades deben de tomar precauciones durante las fiestas navideñas para evitar lesiones en manos, dedos y otras extremidades, incluso el ruido que provoca la pirotecnia puede provocar lesiones de oído.
Indicó que en la elaboración de los juegos pirotécnicos se utilizan metales pesados que dan coloración a la pólvora, mismos que luego son absorbidos por las personas a través del aire y se filtran en la tierra hacía mantos acuíferos con el paso de los días. Por ello insistió en que la población debe tomar conciencia del daño a la salud que se eleva en épocas de festejo como el de Fin de Año.
Asimismo, la diputada local exhortó a la población a extremar precauciones en materia de protección civil por lo que es recomendable desconectar las luces navideñas antes de ir a dormir, con ello se evitará cortos circuitos, sobrecalentamientos de los contactos e incluso incendios. Además de mantener el árbol navideño lejos de cortinas, calentadores, chimeneas y velas.
Concluyó que lo mejor e ideal sería no utilizar la pirotecnia en los festejos de fin de año, ni en ninguna otra época del año ya que además de poner en riesgo la integridad de las personas, también causan altos niveles de contaminación en el aire de la Ciudad de México.
