Aseguró que de acuerdo con esta área gubernamental del sector salud, diariamente se registran entre 114 y 122 decesos a causa del tabaquismo; es decir, 44 mil muertes por año, y de permanecer este estándar de consumo actual, cada vez serán más las personas que fallezcan a debido a esta adicción.
Subrayó que datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que cada día empiezan a fumar entre 82 mil y 99 mil jóvenes, muchos de ellos niños menores de 10 años y la mayoría vive en países de ingresos bajos y medios. Según las proyecciones actuales, el número de fumadores aumentará a mil 600 millones en todo el mundo en los próximos 25 años.
La pandemia del tabaquismo se ha convertido en un problema grave de salud pública en nuestro país, pues genera terribles afecciones como infecciones en nariz, garganta y laringe, tracto respiratorio inferior como neumonías y bronquitis, aumento del ritmo cardíaco y presión arterial, reducción de la condición física, cáncer, entre otras.
“El tabaquismo no es un juego y, de conformidad a lo que menciona la OMS, su consumo es responsable de una de cada diez muertes en el mundo.
Ello significa que cada año fallecen al menos 6 millones de personas, de las cuales 600 mil son fumadores pasivos, y pronostica que para el año 2030 esta adicción genere más de 8 millones de muertes al año”.
Mercado Sánchez sostuvo que ante este panorama, es necesario modificar los artículos 5 y 11 de la Ley General para el Control del Tabaco, con el fin de fomentar programas de difusión educativa respecto a los riesgos atribuibles al consumo y exposición al humo del tabaco, dentro de las aulas escolares, en los niveles básico, medio y medio superior.
Expresó que uno de los principales factores que más perturba a los niños, es la sobreexposición de campañas mediáticas del tabaco. De acuerdo con la OMS, existen pruebas respecto al uso de imágenes y publicidad de la industria del tabaco que dan lugar a su consumo y dependencia entre los menores.
Es fundamental el apoyo a la Secretaría de Educación Pública para que, en coordinación con los docentes y padres de familia, generen conciencia entre los menores, a fin de erradicar esta adicción, concluyó.