En la iniciativa, publicada en la Gaceta Parlamentaria, indica que es necesario dar a conocer los efectos adversos a la salud que provoca la ingesta de sustancias tóxicas en los productos alimenticios de origen animal, y crear conciencia en la industria ganadera para evitar su uso desmedido.
Aunque se puede encontrar en cualquier otro órgano, la mayor cantidad de residuos se encuentra en el hígado, el ojo y el tejido muscular. “El hígado es el órgano más peligroso para su consumo, lo que ha sido causa de diferentes intoxicaciones en la población humana”.
Manifestó su preocupación por los hábitos alimenticios del mexicano, que lo hacen más susceptible a padecer intoxicaciones por el consumo de alimentos que contienen residuos de clembuterol (sustancia no autorizada por la Sagarpa), como el hígado de res.
“La mayoría de ellas surge de forma inesperada, pero los trastornos orgánicos y funcionales que generan, se desarrollan rápidamente, por lo que pueden provocar la muerte”.
Señala que el Comité para Productos Medicinales Veterinarios de la Agencia Europea de Evaluación del Medicamento, recomendó que para evitarlas, los productos animales no deben superar concentraciones del 0.5 mcg por kilogramo en hígado y riñón, 0.1 mcg por kilogramo en músculo, y 0.05 mcg por kg en leche del anabólico.
Su utilización se ha extendido entre los ganaderos por el efecto positivo que tiene en la engorda del ganado. “Derivado de la ambición y la falta de ética, la mayoría de los productores continúan incluyendo el clembuterol en la dieta de sus animales”; buscan obtener una buena ganancia con el incremento de talla muscular con el menor consumo de alimento y tiempo posible.