Entre Tultepec, la gasolina y el dólar

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¿Hay acaso razones suficientes para que nosotros, simples mortales, estemos medianamente optimistas con la calidad de vida que nos procuran nuestros gobernantes? Los únicos que las tienen son ellos. Tan solo por los bonos secretos – millonarios. que se recetaron para el pavo ahumado, la champaña, las viandas, las castañas para la cena de noche Buena y Fin de Año. Seguro que, de perdida, les alcanzará para ir a Orlando o Cancún. Y algunos regalitos para su familia cercana.

Nosotros tendremos que conformarnos con la tristeza por los 35 muertos en el estallido de la cohetería de Tultepec, los muchos quemados, sobre todo niños, que deben de estar sufriendo horrores y por los infortunios que nos esperan ya a la vuelta de la esquina: una escalada inflacionaria de magnitudes impresionantes, que pagaremos los pobres de este mundo mecapalero. Y una economía en absoluto estancamiento con depauperación de las clases trabajadoras y aumento atmosférico de hambrientos y nadie habla ya de pinchurrientas cruzadas contra el hambre que solo sirvieron para enriquecer  funcionarios de Sedesol y a proveedores de comida para pobres, comenzando por la prócera seudoizquierdista Rosario Robles Berlanga.

Ni por dónde empeza. Dólidos por las muertes en el incendio de Tultepec, estamos escuchando ahora al director de de Pemex, José Antonio González Anaya, quien está calculando que el aumento de las gasolinas podría ser de entre 15% y 20%, aunque aclara que es “más o menos, pero que no quisiera especular. O sea que podría ser más alto. Pero por qué son tan mentirosos. Nos habíamos quedado en que ya no se moverían los precios de los combustibles. Y ahora resulta que se van a ir hasta el cielo. Van a tener que ajustarse porque las cosas “cuestan lo que cuestan”, dice orondo el que goza ahora de las prebendas de la dirección de la petrolera.

Los cálculos se están haciendo y tomando en cuenta que se movió el precio del petróleo y el tipo de cambio: “Estas decisiones siempre son difíciles de tomar y a nadie le gusta ni tomarlas ni vivirlas. Es una decisión que legislativamente ya estaba tomada, cuando el tope se quita se libera el precio de la gasolina de manera automática”. Lo importante con la nueva metodología que la Secretaria de Hacienda va a presentar es darle certidumbre a la gente de cómo se va a calcular el precio para el próximo año, indicó el director de Pemex. González Anaya adelantó que va haber diferentes precios en el país. Con esta liberalización va haber diferentes precios en diferentes lugares, porque la gasolina no debe valer igual en un lugar que está cerca de una refinería que en una que está lejos. Somos de los pocos países en el mundo en donde se tiene un solo precio de la gasolina. “Qué va a hacer esto, pues fomentar las inversiones en ductos, en terminales de almacenamiento y en gasolineras, para que no tengamos problema como el desabasto”. Admitió que el aumento de precio a las gasolinas también va a favorecer las  finanzas de Pemex. Y lo que no dice es que va a desfavorecer las finanzas de los mexicanos. Que va a generar una apabullante inflación que él ni los pillos de la clase política resentirán.

Por lo pronto, el dólar se fijó ya en 21 pesos. La moneda estadounidense registra un aumento de 15 centavos; el peso mexicano se deprecia por tercera sesión consecutiva a su nivel más débil desde el 2 de diciembre. Y ni llorar. Los pueblos tienen el gobierno que se merecen.