Lanza UNAM globos con carga útil para hacer pruebas científicas a la estratósfera

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En los lanzamientos, hechos en 2015 y 2016 con un globo aerostático, se logró recuperar la carga sin destruir. Los especialistas ya preparan un tercer lanzamiento para noviembre de 2017.

El equipo de trabajo del proyecto Carga de Servicio Mexicana (CSM-UNAM) busca crear, fortalecer y profesionalizar las capacidades en México para hacer pruebas y experimentos en ambiente subespacial, dirigidos a la academia nacional e internacional, y a la iniciativa privada, explicó en rueda de medios el coordinador del proyecto, Fernando Velázquez Villegas, de la FI.

“Queremos aprender, hacer tecnología mexicana y tener nuestros propios lanzamientos. No se puede lograr esa profesionalización sin una estrecha relación entre la academia y la empresa privada”, remarcó.

Velázquez, doctor en Ingeniería y galardonado este año con el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, invitó a los universitarios a considerar esta herramienta para lanzar a la estratósfera experimentos científicos de diversa índole. “Lo podemos hacer en México”, abundó.

Por su parte, Jonathan Remba Uribe, de la empresa REMTRONIC Telecomunicaciones, explicó que esta experiencia ha permitido unir esfuerzos de científicos y empresarios para generar tecnología propia y probarla en condiciones reales.

Una caja lumínica

El diseño mecánico de la CSM-UNAM consta de dos módulos. El primero es una estructura híbrida constituida por un marco de aluminio ligero y de alta rigidez, con refuerzos de ULTEM, un polímero de alta resistencia mecánica que soporta alta temperatura. El segundo módulo es una estructura tipo torre que contiene la electrónica de la CSM-UNAM y la de los clientes.

Para el segundo lanzamiento de este 2016, los clientes fueron académicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

El primero, explicó Mario Alberto Mendoza Bárcenas, del IPN, fue un sistema de adquisición de datos meteorológicos, que viajó a bordo de la estructura lumínica protegido por tres sistemas de amortiguamiento. El segundo, de la UANL, fue un estudio sobre recubrimientos protectivos para sistemas satelitales.

Con los vuelos suborbitales se puede evaluar el comportamiento de dispositivos y experimentos en un ambiente cuasi-espacial, sin incurrir en los elevados costos que implica una misión de este tipo. Esta iniciativa busca, a futuro, desarrollar satélites propios y contar con profesionales en el área, que sean competitivos a nivel internacional.