Y lo que deja ver muy claramente este relato, es que en ambos partidos opositores van directos a una derrota anticipadísima, pues hay que recordar que faltan todavía 18 largos meses para esos comicios.
La cuestión es que en el PAN, partido al que todos los analistas y politólogos de café apuntan como el gran ganador desde ya para regresar a Los Pinos, las cosas no son como las pintan y la fractura es ya desde hoy ancha y profunda.
Todo comienza ahí porque el joven maravilla, Ricardo Anaya, va avanzado en el agandalle de la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.
Vivillo, el chiquillo queretano ha utilizado a la Presidencia del PAN, los cientos de millones de pesos de prerrogativas que da el INE a ese partido pero especialmente del uso de millones de spots de tiempos oficiales en Radio y TV para colocarse como el aspirante natural a suceder al priísta Enrique Peña Nieto.
Bueno, no describo nada nuevo. Así es desde hace meses por lo cual importantes personajes del PAN le han publicado cartas abiertas, han hecho pronunciamientos en conjunto y en lo personal y han montado una persistente campaña de medios para exigir a Anaya definirse públicamente si va a ir o no por esa candidatura.
Aunque todos sus actos indican que él ya está en campaña por esa candidatura, lo cierto es que Anaya no ha declarado que así sea.
Pero lo importante no es que se mantenga en la indefinición, sino que no diga claramente que él no buscará ser candidato del PAN a la Presidencia de la República.
De aceptar que sí irá, entonces su permanencia en la Presidencia del PAN sería automáticamente inviable.
El sólo dice que por ahora no es tiempo de hablar de eso, que él está ocupado en el proceso electoral de 2017 en el cambio de gobernadores en el Estado de México, Nayarit y Coahuila y en las 210 alcaldías de Veracruz y que después de eso ya verá.
Evidentemente que su actitud, decisión y desdén enciende los ánimos de Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, los otros dos aspirantes a esa candidatura y de sus simpatizantes.
La advertencia de todos es una: Anaya lleva al PAN a la ruptura y sin unidad en torno a un solo proyecto y candidato, perderán las elecciones del 2018.
SUPLIRÁ A ANAYA
Así, mientras Anaya le hace al Salinas –por aquello de que ni ve ni oye a sus contrincantes-, Margarita y Moreno Valle desarrollan su estrategia para desbancarlo del PAN.
Ambos advierten una y otra vez que con Anaya en el PAN, y con su proceso de agandalle, simplemente no existe piso parejo para los aspirantes presidenciales panistas.
Por ello el aun gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle reiteró que una vez concluido su mandato el 31 de enero próximo, comenzará de inmediato un recorrido nacional con dos objetivos:
- Construir un proyecto ganador para ir a la presidencial de 2018, y;
- Asumir el liderazgo partidario que ha dejado vacante y en el olvido Ricardo Anaya por andar tras la candidatura presidencial.
En los hechos lo que advierte Moreno Valle es que en su recorrido nacional construirá un proyecto de Gobierno para ser expuesto en la campaña presidencial de 2018.
Es obvio que con ello pretende obligar a Anaya a salir a confrontar su proyecto con el del aún gobernador de Puebla.
Lo otro es que Moreno Valle pretende sustituir a Anaya en la recuperación de estados y regiones que tienen fuerte base panista y que hoy han vuelto a ser gobernador por el PRI.
Tal es el caso de Jalisco, dijo, “estado que gobernamos durante 18 años y (donde) hoy el PAN es la tercera fuerza electoral”.
Indicó que la recuperación de Jalisco no es importante sólo por su gran fuerza electoral en relación al padrón sino porque el PAN nunca ha ganado la Presidencia de la República sin ganar Jalisco.
“Y es el caso de Nuevo León, donde tenemos una situación similar… y el Estado de México, que es una entidad muy importante… como PAN necesitamos enfocarnos en los estados con mayor padrón electoral sin descuidar las otras entidades”, precisó.
Indicó que concluida su gestión en Puebla, se va una semana de vacaciones y regresa a recorrer el país.
Recordó que es presidente de la Comisión Política Nacional del PAN, y que en desde esa posición puede intervenir en las contiendas electorales en Coahuila, Nayarit, Estado de México y Veracruz.
Es decir, competir por el liderazgo que hoy tiene Anaya.
Los mensajes son claros: si Anaya no se define e insiste en robarse la candidatura presidencial desde la dirigencia del PAN, entonces él, Moreno Valle, le va a disputar la dirigencia del PAN.
¿Qué pasaría si no logra frenar a Anaya? La conclusión es obvia: el PAN perderá su posibilidad de regresar en 2018 a Los Pinos.
COMPLOT VS AMLO
Y como en este baile electoral y de poder lo de menos es lo impensable, el poblano Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD denunció apenas iniciada las semana que los gobernadores perredistas de Morelos, Graco Ramírez; de Michoacán, Silvano Aureoles; de Tabasco, Arturo Núñez; y de Quintana Roo, Carlos Joaquín ya negociaron con Ricardo Anaya apoyarlo para ser el próximo Presidente de México.
Sí, así como lo ve.
Y si de paso eso sirve para evitar la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Los Pinos, pues mejor.
El infidente Barbosa reveló que el complot se urdió durante un encuentro en la mítica Quinta Grijalva, sede real del gobierno de Tabasco.
¿Y por qué harían tal cosa Anaya y los 4 mandatarios perredistas?, podría preguntarse uno. ¿Realmente le garantizarían el triunfo a Anaya en las elecciones de 2018? ¿En verdad con ello pararían a AMLO?
Barbosa no lo confirmó. Sólo dijo que el acuerdo Anaya-Perredistas surge porque los gobernadores se dieron cuenta que ni su partido ni ellos tienen la menor posibilidad de pintar en la siguiente contienda presidencial.
El poblano, a quien le encanta el protagonismo, comentó que al encuentro en la Quinta Grijalva acudieron además representantes de Nueva Izquierda y del nuevo grupo Galileos.
“Tienen un acuerdo consolidado con el PAN en el intento de ser más útiles para impedir que López Obrador llegue a la Presidencia”, insistió Barbosa quien estuvo acompañado por los senadores Luis Sánchez Jiménez y Armando Ríos Pitter.