Es demoledor y frustrante, para cualquier persona con dos dedos de frente, recibir el bombardeo pagado a precios estratosféricos de frases pueriles y lastimosas como las del atracomulca Peña Nieto. Simplemente, un tipo improvisado y agresivo, depredador y apático, que ha rebasado los estándares de lo ñoño, los límites de lo inaudito… y ahora, de lo paranormal.
Dentro del arsenal de dislates que ya forman parte de la inconsistencia, del atrevimiento retórico y absurdo, se encuentran expresiones impropias y atrevidas que van agigantando cotidianamente la repulsa ciudadana a la investidura, la convicción de que está en la cima del poder una casta de desdichados que jamás debieron ser electos.
Si algo tiene que recordar el otrora partidazo que encumbró a los toluquitas, será la absoluta seguridad de no volver a ganar una elección en lo que falta de esta década… y las que sigan. Ha sido un nocaut al sentido común, un atentado severo a la inteligencia, un infame recetario de estupideces que parece no tener fin.
Frases que erigen a velocidad turbo un monumento a la estulticia
Expresiones hechas ante públicos convocados a modo e interesados en aplaudir sus ocurrencias a como dé lugar, producen auténticas gansadas, joyas del improperio: “la corrupción es un fenómeno cultural”… “no me levanto pensando en joder a México”… “lo bueno no se cuenta, pero cuenta mucho”… y, más recientemente, que la situación económica del país depende de la “buena vibra”… todas esas frases erigen a velocidad turbo un monumento a la estulticia.
Colman la paciencia de un colectivo que todavía debe asimilar la ocurrencia de afirmar que tienen visión de estadistas por haber invitado a Donald Trump a Los Pinos, sin reprocharle un solo insulto a los mexicanos, que la economía tiene cifras positivas “históricas en la generación de empleos”, y que han “preservado la estabilidad para otro cuarto de siglo”, que traen la vaca de la cola en éste y en cualquier terreno.
Que “la propuesta de presupuesto aprobada por los legisladores, fue cuidadosa, diligente y responsable para cuidar nuestra economía”, dice Peñita. Cuando todos hemos sido testigos de que los bazucazos gubernamentales van dirigidos hacia los bolsillos exprimidos de los mexicanos.
Cuando todos hemos visto que lo único que motivó el voto de los levantadedos diputados fue asegurarse de que sus sueldos y prestaciones inconsultas se elevaran a la cantidad de dos millones de pesos anuales. Cuando corroboramos que aprobaron cien mil millones para compensar lo robado por el socio Javier Duarte.
Cuando vimos que aprobaron 600 mil millones para abonar al pago de los intereses de la impagable deuda externa, mientras que El Guasón Meade y el ex virrey Videgaray proclaman que su gigantesco ajuste a los gastos burocráticos fue de sólo 33 mil millones de pesos, en relación al año pasado. ¿De qué se trata? ¿Robar y extinguir a los ciudadanos, como una solución final?
Que en materia de salud, seguridad, producción agropecuaria, infraestructura urgente, educación, investigación y cultura, protección de niños, niñas y adolescentes, migrantes, estaremos más rezagados que un paralítico a la cola de un maratón. Que todo se usará para el pago de burocracias doradas y de los intereses de la deuda externa que se requiere para consentir a los familiares y favoritos.
¿Acaso viven los toluquitas en el mundo de Peter Pan?
Ahora, rompiendo su propio récord del despropósito, el llamado Presidente ha entrado –por iniciativa propia– al mundo de lo esotérico, al terreno fantasioso de lo paranormal. Ante la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, acaba de proferir unas palabras que lo catapultan como el absurdo visionario de su claque.
“Somos corresponsales de invocar aquello que queremos y que deseamos; dejemos de lado el pesimismo y optemos por ser positivos, invocando lo que queremos para nuestra nación”…todo “depende realmente de la buena vibra, de la energía que proyectemos y del México que esté en sus mentes, en sus corazones”…
… “debemos sentirnos orgullosos de lo mucho que hemos avanzado en las últimas décadas en la construcción de la democracia”.
¿Viven acaso en el reino de Peter Pan? ¿Con qué se come eso de la “buena vibra” y eso de ponerse la camiseta?
Trae a la trompa talega a la fe, el origen de toda ingenuidad
Lo que faltaba. Una especie de Conny Méndez de huarache se ha posesionado de los bártulos presidenciales. Toda una filosofía de lo nefando, un extracto ramplón y rastacuero de los libros de autoayuda y superación que se venden en cualquier Sanborn’s, a precio de suplicante. Ahora, debe renunciar la realidad, porque ha fallado.
Una apuesta a la fe, esa que se tiene a lo que no se puede comprobar, se adueña de los ánimos metafísicos de los toluquitas. Invocan a la oración salvífica, a la protección de las energías fantasmales y misteriosas, para que revelen lo que todo mundo sabe: que lo que pasa es producto de su rapiña, de su ignorancia y de su abjuración de responsabilidades esenciales.
Traer a la trompa talega a la fe, el origen de toda ingenuidad, mendacidad y vesania. El opio de las masas que concede la potestad de lo que es bueno y es malo a quién detenta el poder. La que permite combatir cualquier rastro liberal, promoviendo la necesidad de disuadir el raciocinio y educar al pueblo en la unión y la obediencia sin reparos.
Vuelta a las cavernas de la mano de las ideologías más reaccionarias
Fe. La causante de las mayores tragedias, la que debe estar confinada sólo a las creencias individuales de lo extra terreno. La que sirve para calmar ansiedades de creyentes en la transustanciación de las almas. La que sirve para todo, menos para dirigir en sus cinco sentidos a un país.
La fe, ese bálsamo dulce que promueve la derecha retrechera para despreciar la ilustración, imponer a la religión como fuente de poder, fomentar la antipatía por las libertades, la hostilidad y la intolerancia hacia los pobres y la nostalgia por un pasado cómodo para reprimir cualquier intento de reivindicación colectiva.
Se trata de regresar a las cavernas, de la mano de las ideologías más conservadoras, junto a los vencidos por la historia. Se trata de que el pueblo tenga el mismo ínfimo nivel de información y preparación, para que se parezca cada vez más a sus dirigentes de pacotilla. Para que se rinda culto a la imbecilidad.
Los neonazis han vuelto al juego, tras ocho años en la banca
Mientras, Donald Trump refuerza a la ultraderecha en su equipo de transición. El peso se encamina a los 25 por dólar, la cábala empresarial, refugiada en la seguridad de la complicidad gubernamental se avoraza y se sirve reetiquetando todos los precios que se puedan, y especulando con los valores en Bolsa.
Mientras, el Ku Klux Klan estadunidense se adueña del triunfo electoral de uno de sus hijos más preclaros, y los Caballeros Blancos de esa repudiada secta de fe anuncian el “Desfile Klavalkade de Victoria” para agradecer el apoyo y la consolidación de todos los grupos de la rancia extrema derecha de la supremacía blanca, ahora, embravecidos.
Cierto. Los neonazis han vuelto al juego, después de ocho años, a continuar la paranoia de las guerras preventivas, de la violación de las intimidades, del compromiso feroz contra migrantes y extraños a las minorías wasp. De la invasión contra todos nosotros.
¿Quién le recomendó a EPN ese discurso metafísico, claudicante?
Los toluquitas creen que sus bolsillos repletos, están a salvo… y quieren ponerse en sintonía con una parafernalia clasista y creyente que nunca perdonará sus estupideces. ¿Sabrán a qué le tiran, o es otro episodio de su ignorancia y espíritu de ñoños reprimidos? ¿Quién le recomendó a Peñita ese discurso metafísico, esotérico, claudicante?
No cabe duda: la ignorancia es atrevida. Pero esta vez, rompió todos los parámetros de la imbecilidad.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Tanto Los Pinos como la embajada de Estados Unidos en México boletinaron la llamada telefónica que el lunes sostuvieron EPN y Barack Obama, cual de mero trámite. Que en ella los temas habrían sido “… dialogar sobre el progreso de ambos países en las relaciones económicas, el combate al crimen organizado, el manejo de la migración, y el fortalecimiento del estado de derecho en beneficio de ciudadanos mexicanos y estadounidenses…” y bla, bla, bla. Pero, de acuerdo a los enterados, el tema de la llamada no habría sido otro que el de la aprehensión, en Texas, de Luis Carlos Castillo Cervantes, a.k.a. El Rey Dragón, por lavado de dinero, fraude bancario y conspiración criminal. Este personaje es el eje de una red de corrupción que involucra a gobernadores y ex gobernadores, embajadores, senadores e, incluso, hijos de senadores, cual es el caso del tamaulipeco Manuel Cavazos Lerma y su junior Miguel, ahijado y compadre del indiciado en una corte federal de Corpus Christi. En breve le tendré más información que, como dijo el secretario del Trabajo Alfonso Navarrete Prida –cuando era procurador de ¿justicia? en el EdoMex e investigaba el asesinato de Enrique Salinas de Gortari– “cimbrará a la Patria”. + + + Tras más de 2 y medio millones de mexicanos deportados de Estados Unidos por la Administración de Barack Obama, a Enrique Peña se le prendió el foco y con dirigentes empresariales al lado, anunció que se crearán empleos para los que nos regrese la inminente Administración de Donald Trump, y ayer, como siempre a destiempo, la cancillera (sic) Claudia Ruiz Massieu y –no se olvide– Salinas de Gortari anunció 11 medidas para proteger a los connacionales que viven en Estados Unidos. ¿Qué tan frágil no estará Madame Rideaux que su jefe, ella y el tío innombrable tienen que recurrir a estas prácticas decimonónicas que ni ellos se las creen? Y es que, ahora que se les ofrece que los consulados se empleen a fondo, ya se les olvidó la reciente revuelta del personal contratado localmente a quienes han despreciado, ninguneado y hasta despedido. Hace no mucho, recuérdese, hubo revuelta generalizada. Ese personal es quién atiende realmente a los usuarios y los consulados móviles. Ni cómo ayudar. Es evidente que no tienen memoria y que su desconocimiento de la operación consular es de plena ignorancia. + + + Dos datos curiosos, dos: 1) El ya indiciado Guillermo Padrés movió sus dineros exactamente a los mismos destinos que Juan Armando Hinojosa Cantú, el cada vez menos poderoso constructor –Higa–, amigo y benefactor de Peña Nieto : Holanda, Nueva Zelanda, EEUU. Mismo modus operandi, mismos asesores, ¿mismos abogados panameños? ¿Mucha casualidad? 2) Otro dato curioso: están promoviendo a Daniel Goñi Díaz, ex patrono de la Cruz Roja, para embajador ante el Vaticano. ¿Quiénes son sus principales promotores? La dupla Juan Armando Hinojosa Cantú y su nuevo mejor amigo, Carlos Slim. Goñi fue quién los presentó hace poco más de un año, ya que no se conocían. ¿Amor con amor se paga? ¿Cobro de facturas? Otra vergüenza más de la Señora Cortinas, a quien Hinojosa Cantú le nombra cuates para casi todos los cargos. + + + Mis más sinceras condolencias a la familia y amigos del colega Ángel Viveros, quien ahora enviará su columna Cartelera Política desde la redacción de redacciones. Descanse en paz.
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