En representación de su partido, la diputada Constituyente Aida Arregui Guerrero, indicó desde la tribuna que en su fracción saben bien que ésa propuesta genera una gran polémica por sus repercusiones sociales, jurídicas, políticas y hasta económicas.
Subrayó que en el México moderno, de 115 o más millones de habitantes, temas como el del aborto y el derecho a la vida desde la fecundación, son altamente sensibles.
“Me centro en estos temas, porque la cuestión moral, ética o religiosa son del imperio de cada persona y cada una puede tener su propia y muy válida opinión al respecto”.
Por ello, consideró que en el proyecto de elaboración de la primera Constitución de la Ciudad de México, éstos temas son ineludibles y hay que debatirlos independientemente de visiones particulares, públicas o políticas de quienes las expresen.
La diputada Arregui Guerrero subrayó que en uno y otro casos hay elementos que soportan éstos derechos.
En lo que corresponde al derecho a la vida desde la fecundación, dijo, existen toda una serie de fundamentos plasmados en tratados internacionales de los que México forma parte
“Es así, que este tema tan complejo de los derechos adquiridos desde el momento de la fecundación o concepción, contra los derechos que una mujer tiene a decidir sobre su cuerpo, vuelven al debate nacional”.
Y regresan al debate nacional porque las legislaciones sobre ellos dejan en libertad a los gobiernos estatales a decidir una cosa o la otra. Eso provoca que ambas posiciones se polaricen.
En este contexto de contradicciones jurídicas el trabajo de la Asamblea Constituyente de la CDMX será el de debatir y ponderar la argumentación de los tratados internacionales que defienden el respeto al derecho de la vida de las personas.
Tal es el caso de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en París por la ONU el 10 de diciembre de 1948, que afirma que “Todo individuo tiene el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
Asimismo, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, que es uno de los primeros instrumentos internacionales que contemplan el respeto al derecho a la vida.
De igual forma, dijo la diputada Arregui Guerrero, está el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado en Nueva York, el 16 de diciembre de 1966 y del cual forma parte México desde el 24 de marzo de 1981.
Ahora bien, en esta nueva etapa que estamos viviendo de la Defensa de los Derechos Humanos, un ordenamiento que ha sido fundamental es la Convención Interamericana de los Derechos Humanos que establece que:
“Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción”.
La diputada indicó que ello es norma suprema, absolutamente vigente para México y que solo habría que precisar el término de “concepción”, desde el punto de vista fisiológico.
Para ello, el Diccionario médico-biológico, histórico y etimológico precisa que:
“El comienzo del embarazo, incluye la fecundación del óvulo por un espermatozoide y el anidamiento o implantación del huevo en el útero”.
La legisladora de Encuentro Social precisó a los Constituyentes:
Queremos ser claros y que nadie se confunda. Nosotros no proponemos la criminalización de las mujeres. Lo que proponemos es establecer en la Constitución de la Ciudad de México que todas las personas tienen derecho a la vida desde el momento de la fecundación hasta el término del ciclo natural de la misma.
“Como Encuentro Social, partido que tiene como premisa fundamental la defensa de la vida y la familia, expresamos “el sentir” de quienes nos confiaron su voto. De externar a través de esta iniciativa nuestra opinión, y al mismo tiempo, escuchar y analizar aquellas que sean distintas. Confiamos -en la medida de lo posible- poder encontrar coincidencias y llegar acuerdos”, concluyó.