Según la liturgia católica, principalmente, este martes 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos. Es decir, esa institución religiosa celebra a todos los seres humanos que murieron “en olor de santidad”, fueran o no canonizados. El miércoles 2 es la fiesta que desde hace unos días viene celebrándose con disfraces chuscos de muertos, esqueletos vivientes, zombíes, entre otros personales: el Día de Muertos. Afortunadamente no se está utilizando la expresión anglosajona que nos venía ganando la batalla cultural: Hallowe’en, o en traducción libre, “Noche de Brujas”
Recuerda en su más reciente entrega Teresa Gil que, cuando el poeta escocés Robert Burns escribió su poemaHallowe’en en 1790, la idea de que los muertos salen el 31 de octubre a caminar con los vivos -único día del año-, ya era parte de la tradición celta de ese país. En México con la celebración del día de todos los santos el primero de noviembre, no se llega a tanto, simplemente se extiende el onomástico a todos los seres el mundo, para arribar al día siguiente a la festividad de los difuntos.
Quisiera ser optimista: de verdad, muy optimista y sumarme a la celebración de los mexicanos, que inconscientemente quizá se ríen de la muerte, se burlan de ella con los atuendos y los desfiles, Acá se celebra a la muerte y eso me hace recordar un dicho que tengo para dar el pésame a mis amigos que han perdido un ser querido: no lloremos la muerte; celebremos la vida. No es el caso. Los mexicanos se burlan de la muerte. Siempre lo han hecho. Pero actualmente yo no llegaría a tanto porque, como lo dije en las redes sociales, cotidianamente es Día de Muertos en este cementerio mexicano. Y digo cementerio porque donde quiera que se rasque con un pico y una pala se hallan o se encuentran, restos humanos sembrados por la perversidad de muchos, de la delincuencia organizada y de la delincuencia vestida de soldado, de marino, de policía, de cuatrero.
El territorio nacional es un cementerio. Cientos de miles de personas han desaparecido. ¿Le parece mucho 20 mil? ¿Le parece poco 50 mil? Y diariamente desaparece. Y puede ser usted o puedo ser yo, la víctima. El caso de la desaparición de los 43 estudiantes es mediático por ser emblemático. Los 43 son (y digo son porque nadie me ha confirmado que están muertos) alumnos de una escuela odiada por los gobiernos estatales y el federal, porque la consideran nido de guerrilleros comunistas y les gustaría acabar con ellos antes que pase algo malo para ellos. Hay que recordar que las grandes figuras de la historia reciente fueron alumnos de Ayotzinapa. Por lo menos dos importantísimos dirigentes de la guerrilla de las montañas de Guerrero: Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, que dieron guerra al ejército mexicano por aquellos a los 70, cuando el entonces gobernador Rubén Figueroa se hizo secuestrar por el Partido de los Pobres. Pero aquellos años se acabaron y se acabó la guerrilla naturalmente.
Pero quienes celebran el Día de Muertos, desde hace unos días, y que ya han levantado sus altares con las ofrendas tradicionales del la cultura mexicana, con la flor de Cempaxúchitl en primer plano, tendrían que tomar conciencia de que, como dije antes, diariamente es Día de Muertos en este Cementerio mexicano. Por ejemplo, tomo en cuenta las cifras de la trata de personas, porque a muchas de ellas sus familiares no las vuelven a ver en la vida, o las encuentran asesinadas en cualquier basurero de cadáveres, de los que abundan por toda la superficie mexicana.
En los últimos tres años, ya durante el peñato, México registró 3 mil 549 víctimas de trata; únicamente 108 de los tratantes recibieron sentencia condenatoria a nivel local, y sólo 12 fueron sentenciados a nivel federal, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). La presidenta de la Comisión Especial de Trata de Personas, diputada Julieta Fernández Márquez (PRI), dio a conocer tales datos al destacar que no existe relación entre cantidad de casos que se presentan y los atendidos, por lo que “no podemos hablar de cifras oficiales sobre la cantidad de víctimas en el país”.
Las entidades federativas con mayor número de averiguaciones previas fueron Puebla, 375; Chiapas, 315; Ciudad de México, 113; Oaxaca 108; Baja California, 95 y Estado de México, 95. De acuerdo con cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en su Diagnostico Nacional sobre la Situación de Trata de Personas en México de 2014, la mayoría de las víctimas de trata son mujeres, y son robadas con fines de explotación sexual.
Y de los desaparecidos, muchos aparecen en fosas clandestinas regadas por todo el territorio nacional. Día de Muertos. Como me acuerdo de mis muertos que para mi están vivos. Pero cómo me duele que los 3 millones de kilómetros cuadrados que forman la nación mexicana estén sembrados de cadáveres muertos por la violencia de los violentos.